LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Reflexiones sobre la condición intelectualReflexiones sobre la condición intelectualLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006El crítico brinda mucho másque información. No hay nadaque ayude tanto a aprender aleer como ver leer a otros. Elcrítico tiene una formación privilegiada:ha leído muchísimoteatro, conoce la historia delteatro y a quienes la han hechoy la hacen, tiene una sensibilidadamasada por el ejerciciosostenido de la lectura.Todo el resto –muchísimo...– quedaal margen: los nuevos exponentes, losmenos consagrados, los latinoamericanos,los clásicos no contemporáneos,los no occidentales, el teatro infantil...Pero también ignoran estos libros loscríticos especializados de los suplementosy revistas de espectáculos, queconsideran al teatroun acontecimientoescénicoy la lectura literaria,su desnaturalización.De estamanera la dramaturgiatranscurreentre dosausencias, entredos vacíos. Hay,sin embargo, unamplio públicoque compra esos libros, aunque segúnlos cálculos de los editores, es marcadamenteinferior al que consumenove<strong>las</strong>. El libro de teatro es doblementeliminal: está en la periferiade la literatura y en la periferia de lapráctica escénica.Algunas revistas especializadas en actividadescénica –Teatro del ComplejoTeatral Buenos Aires, Teatro XXI de laUBA, Palos y Piedras del Centro Culturalde la Cooperación– poseen secciones dereseñas, pero su frecuencia de salida osu discontinuidad hacen que sólo dencuenta de unos pocos libros. Se opta engeneral por nombrar los textos publicados,sin crítica. Son en realidad espaciosde información sobre la existencia deesos libros, pero no análisis o discusión,menos todavía de tendencia.¿Quién es el crítico?A estas variables se suma un problemamayor: la pauperización del espaciodel teatro en los medios masivos, laconsecuente pauperización de la críticaespecializada en materia teatral.<strong>Las</strong> revistas y suplementos ayudan aleer cuando dan cabida en sus páginasal ejercicio de la crítica. ¿Quién esel crítico que extrañamos? ¿A quiénestamos dispuestos a llamar crítico? Aun constructor de lecturas. El críticobrinda mucho más que información.No hay nada que ayude tanto a aprendera leer como ver leer a otros. El críticotiene una formación privilegiada:ha leído muchísimo teatro, conoce lahistoria del teatro y a quienes la hanhecho y la hacen, tiene una sensibilidadamasada por el ejercicio sostenidode la lectura. Sabe que “para conocerbien una literatura es preciso conocerlo mejor posible la mayor cantidadposible de literaturas. Y otras cosas”(Laura Cerrato) 4 . Su experiencia en elcampo literario-teatral debería darleautoridad para producir un pensamientoelaborado y complejo sobredicho campo, que lo libere de <strong>las</strong> sospechasy ataques a que se lo ha sometidodesde hace décadas: la imagendel “eunuco” de Oliverio Girondo,la del “escritor fracasado” de RobertoArlt (en el cuento homónimo), la del“suicida” de Manuel Mujica Lainez(en el cuento “<strong>Las</strong> a<strong>las</strong>”), la del “perseguidor”de Julio Cortázar.El crítico debe ofrecer visiones de conjuntodel campo literario-teatral, y esconciente de su marco axiológico, desu escala de valores, que muchas vecesexplicita. Sabe que cuanto analiza,interpreta y juzga debe ser argumentadorigurosamente, y que para ellodebe formarse todo el tiempo. No haydescanso para el crítico. Debe otorgardignidad intelectual a su práctica, apartir de la densidad de pensamiento.Debe establecer conexiones del teatrocon la cultura más allá de lo artístico.Debe cuidar su carácter de escritory su uso de la lengua, privilegiandola comunicación y la transparenciaexpresiva sin perder la especificidaddel lenguaje técnico de su materia, laestética y la poética literaria. El discursodel crítico sigue siendo, segúnMarcel Reich-Ranicki, “hasta hoysobre todo una mezcla de periodismoy ciencia. Ambos componentes estándistribuidos por igual tan pocas vecescomo ninguna, cada uno de ellos exigeun espacio mayor o menor, pero no sepuede renunciar a ninguno de ellos.Pues la ciencia sin el periodismo, en lacrítica, es superflua… y el periodismo,sin unos fundamentos científicos, esfrancamente dañino” 5 . Aunque, comoagrega Reich-Ranicki, no se le exigecalidad literaria extremada:¿Necesita la crítica esa calidad, debe serliteratura ella misma, la crítica de laliteratura? No, no necesariamente. Porlo menos no se trata de eso. Que la prosacrítico-literaria de un Schiller, de unHeine, de un Thomas Mann, tanto si losautores lo quisieron como si no, es literaturade la más alta categoría, es algo quecae por su peso (op. cit., pág. 71).El crítico debe tener conocimientode un vasto corpus, debe manejar elteatro en escena y literatura comosuperposición de mapas de <strong>las</strong> técnicas,de <strong>las</strong> poéticas, de los artistas,de los públicos, en su campo teatraly en el extranjero. Debe superar <strong>las</strong>“trampas” de la crítica (como diceAnne Ubersfeld 6 ): el horror del clichélingüístico, el sentido común raso, elcapricho del gusto. Debe prestigiar ydefender la profesión con una éticaintachable y estar siempre al serviciode la verdad, como dice Said, “decirlela verdad al poder” 7 . Debe ser conscientede la propia tarea, reflexionarsobre ella y convertirse, por necesidad,en una suerte de teórico ofilósofo de la práctica teatral. Debeprofundizar en el reconocimiento desu subjetividad y trabajar equilibradamentedesde dicha subjetividad,consciente de que esa categoría es suinstrumento más preciado. El críticovale más por su subjetividad quepor su objetividad, en términos deCharles Baudelaire, quien reflexionaen torno de la crítica de arte:Creo sinceramente que la mejor crítica esla divertida y poética; no esa otra, fría yalgébrica que, bajo pretexto de explicarlotodo, carece de odio y de amor, se despojavoluntariamente de todo temperamento;siendo un hermoso cuadro la naturalezareflejada por un artista, debe ser ese330 33105. Reflexiones sobre la condici330-331 330-331 16/11/06 22:46:47
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Reflexiones sobre la condición intelectualReflexiones sobre la condición intelectualLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006En la gran lucha entre los deseosdel crítico y <strong>las</strong> condiciones deposibilidad del medio, hay quecapitalizar los pasos anterioresde su institucionalización, sugrado histórico de desarrollopara seguir construyendo, apartir de lo ya conquistado,y no permitirse la pérdida deespacio y especificidad.cuadro reflejado por un espíritu inteligentey sensible. Así, el mejor modo dedar cuenta de un cuadro podría ser unsoneto o una elegía 8 .Y también debe reunirse a dialogar eintercambiar su pensamiento sobre elteatro y la literaturateatral conotros críticos, conlos artistas y conlos lectores. Deallí la necesidadde crear espaciosde encuentroconvivial, de presencia,de personaa persona.En <strong>Argentina</strong> lacrítica literaria-teatral ha tenido portradición una gran influencia en <strong>las</strong>ociedad. Sin embargo, en los últimosveinticinco años se ha pauperizado,fundamentalmente por los condicionamientosde <strong>las</strong> nuevas normas delos medios masivos. Ahora “hay que”usar un lenguaje poco técnico, y “secuenta” con escaso espacio para loslibros; “hay que” resumir <strong>las</strong> notas conrecuadros e íconos de calificación quedispensen al público de leer la nota;“hay que” soportar la presión de lapublicidad y la reducción de personalespecializado. Guillermo Saavedra haexpresado inmejorablemente <strong>las</strong> nuevascondiciones de trabajo y su impactoen el discurso crítico:Desde aquellos años próximos [se refierea su tarea en La Razón, 1985] y a lavez, lejanos, el periodismo devino cadavez más espectacular, autorreferencialy oportunista. Sin duda acompaña elpulso de un estado de cosas más amplio,cuyo riñón es la vida política y el modocómo la sociedad se desempeña –o sedespeña– en ella. Se tiende, en todos loscampos, a la homogeneización, la inmediatezy la simplificación, a través de latrivialización de la imagen visual. Eneste paisaje, el periodismo que sosteníaque hay distintos públicos para diversosasuntos –que creía en la inteligencia yla disponibilidad de un público para ladifusión y la discusión, en términos específicos,de la actualidad cultural–, eseperiodismo carece de espacio; casi podríadecirse que no ocurre 9 .Frente a estas nuevas condiciones,hay críticos que resisten, tratando depreservar el prestigio intelectual tradicionaldel oficio. Son pocos, cadavez menos. No sólo entonces librossin crítica, también libros sin críticos.Por eso, tal vez hoy, la verdadera instituciónque mueve al lector a buscarun libro de teatro no son los críticossino el “boca a boca” de los lectores: el“Leelo sin falta”, el “No gastes la plataen eso”, de un lector a otro.La crítica es además una poética histórica,situada en un contexto y unproceso histórico de desarrollo. Nose puede pensar la crítica sin pensarla realidad cultural. Todo crítico debesaber dónde está parado: cuáles son<strong>las</strong> condiciones culturales del presenteen <strong>las</strong> que están inmersos él ylos lectores. La tarea del crítico debeposeer el rasgo de la contemporaneidad,es decir, el crítico atravesadopor la situación histórica. Una de<strong>las</strong> formas de esa contemporaneidadla imponen <strong>las</strong> limitaciones institucionalesque determina el medio. Elcrítico debe saber que trabajar hoyen los medios significa luchar contrala pauperización y estar atento a losfenómenos de reacomodamiento ydesvíos del discurso crítico, del achicamientode los suplementos a <strong>las</strong>mayores posibilidades de <strong>las</strong> revistasy especialmente de la web 10 .Creo en la crítica como una prácticano abstracta sino histórica (formanparte de su actividad saber dóndeescribir, cómo escribir) y en el conceptode profesionalización (como untrabajo estable y remunerado, realizadocomo especialización). En la granlucha entre los deseos del crítico y <strong>las</strong>condiciones de posibilidad del medio,hay que capitalizar los pasos anterioresde su institucionalización, su gradohistórico de desarrollo para seguirconstruyendo, a partir de lo ya conquistado,y no permitirse la pérdida deespacio y especificidad.Un discurso presionado.La crítica como género 11 debe definirsepor sus condiciones de producción,ya que en el texto están inscriptas <strong>las</strong>marcas de su elaboración. Se trata deun género presionado por distintastensiones, a saber: el centimetraje, lailustración, el “reflejo” de actualidad,la situación del área en el diario ola revista, el estilo de redacción, <strong>las</strong>medidas del título y los cortes queobligan a recurrir a prioridades, a labrevedad y la síntesis para dar cuentade un objeto complejo. La críticaliteraria-teatral es, por lo tanto, undiscurso presionado y el producto deun emisor complejo. En el productofinal han intervenido diversos sujetos:redactor, editor, diagramador, a su vezinfluidos por intermediarios como losjefes de prensa, los departamentos depublicidad, la dirección.Quiero, entonces, proponer un modeloideal o utópico de una crítica literaria-teatralplena, que muchas vecesno se resuelve en la práctica –víctimade esas condiciones de producción–,pero que orienta permanentemente <strong>las</strong>opciones, criterios y luchas –metas porlograr– en materia de discurso crítico.En el marco de <strong>las</strong> condiciones institucionalesde la poética crítica de libros,recorto mi utopía crítica.Toda crítica debería tener capacidadde producción de pensamiento. Setrata de otorgar dignidad intelectuala la práctica crítica. Capacidadde articular pensamientos amplios ycomplejos. Ideas, mucho pensamientoe hipótesis.Debería establecer conexiones con lacultura, es decir, con la vida, la política,la historia, la existencia integraldel hombre. Conectar la obra con losgrandes debates de la cultura actual.Toda crítica debería evidenciar un altogrado de elaboración. Se trata de procesarlos materiales con la mayor laboriosidadposible, en contra de la críticadel apuro o el desentendimiento.Además, el crítico debería tener unamplio conocimiento de la bibliografíaanterior al texto que está leyendo.T. S. Eliot332 33305. Reflexiones sobre la condici332-333 332-333 16/11/06 22:46:49
- Page 2 and 3:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006
- Page 4 and 5:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 6:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 11 and 12:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 13:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 16 and 17:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 18 and 19:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 20 and 21:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 22 and 23:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 24 and 25:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 26 and 27:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 28 and 29:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 30 and 31:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 32 and 33:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 34 and 35:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 36 and 37:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 38 and 39:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 40 and 41:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 42 and 43:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 44 and 45:
Un crítico se mide frente asu moti
- Page 46 and 47:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 48 and 49:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 50 and 51:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 52 and 53:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 54 and 55:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 56 and 57:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 58 and 59:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 60 and 61:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 62 and 63:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 64 and 65:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 66 and 67:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 68 and 69:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 70 and 71:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 72 and 73:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 74 and 75:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 76 and 77:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 78 and 79:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 80 and 81:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 82 and 83:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 84 and 85:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 86 and 87:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 88 and 89:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 90 and 91:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 92 and 93:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 94 and 95:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 96 and 97:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 98 and 99:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 100 and 101:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 102 and 103:
Trazos malditosComo cualquier otra
- Page 104 and 105:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 106 and 107:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 108 and 109:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 110 and 111:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 112 and 113:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 114 and 115:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 116 and 117:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 119 and 120: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 121 and 122: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 123 and 124: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 125 and 126: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 127 and 128: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 129 and 130: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 131 and 132: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 133 and 134: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 135 and 136: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 137 and 138: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 139 and 140: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 141 and 142: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 143 and 144: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 145 and 146: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 147 and 148: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 149 and 150: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 151 and 152: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 153 and 154: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 155 and 156: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 157 and 158: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 159 and 160: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 161 and 162: Reflexiones sobre lacondición inte
- Page 163 and 164: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 165 and 166: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 167: Reflexiones sobre la condición int
- Page 171 and 172: Reflexiones sobre la condición int
- Page 173 and 174: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 175 and 176: Reflexiones sobre la condición int
- Page 177 and 178: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 179 and 180: GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 181 and 182: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 183 and 184: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 185 and 186: GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 187 and 188: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 189 and 190: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 191 and 192: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 193 and 194: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 195 and 196: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 197 and 198: Cada voz que emergió de lacrítica
- Page 199 and 200: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 201 and 202: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 203 and 204: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 205 and 206: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 207 and 208: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 209 and 210: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 211 and 212: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 213 and 214: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 215 and 216: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 217 and 218: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 219 and 220:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 221 and 222:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 223 and 224:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 225 and 226:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 227 and 228:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 229 and 230:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 231 and 232:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 233 and 234:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 235 and 236:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 237 and 238:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 239 and 240:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 241 and 242:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 243 and 244:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 245 and 246:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 247 and 248:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 249 and 250:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 251 and 252:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 253 and 254:
LaborbibliotecológicaDesde sus or
- Page 255 and 256:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 257 and 258:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 259 and 260:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 261 and 262:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 263 and 264:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 265 and 266:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 267 and 268:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 269 and 270:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 271 and 272:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 273 and 274:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 275 and 276:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 277 and 278:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 279:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S