pejus se predicara únicamente en el trámite ordinario o en los recursosordinarios, no hubiese utilizado la p<strong>al</strong>abra ‘superior’ sino seguramente, f<strong>al</strong>ladorde segunda instancia.” (Sentencia SU.1553/2000, M.P. Antonio BarreraCarbonell).La aplicación del principio de no agravación dentro del trámite del recursoextraordinario de casación, además de encontrar un claro fundamento deprincipio en el artículo 31 Superior, aparece expresamente desarrollado en elartículo 215 del actu<strong>al</strong> Código de Procedimiento Pen<strong>al</strong>, <strong>al</strong> prescribir éste que:“Cuando se trate de sentencia condenatoria no se podrá agravar la penaim<strong>pues</strong>ta, s<strong>al</strong>vo que el fisc<strong>al</strong>, el Ministerio Público o <strong>al</strong> parte civil, cuandotuvieren interés, la hubieren demandado.” (Negrillas fuera de texto).En este orden de ideas, atendiendo los mandatos constitucion<strong>al</strong>es y leg<strong>al</strong>essobre la materia, el superior - entiéndase juez de segunda instancia o casación-, ex-officio, no está facultado para empeorar la condena im<strong>pues</strong>ta <strong>al</strong>impugnante cuando éste ostenta la c<strong>al</strong>idad de apelante único. Una actitudcontraria, colocaría <strong>al</strong> recurrente en manifiesta indefensión, reflejada en laimposibilidad de conocer y controvertir las razones que el ad quem tuvo paramodificar la decisión de instancia, desconociéndose su derecho de defensa y,por contera, el <strong>debido</strong> proceso.Limites a la aplicación del principio de la no reformatio in pejus. Doctrinaconstitucion<strong>al</strong> sobre la materia.Como es sabido, se ha venido suscitando a nivel de la judicatura colombianauna gran controversia jurídica sobre el <strong>al</strong>cance que se le debe reconocer a lagarantía constitucion<strong>al</strong> de la no reformatio in pejus (C.P. art. 31-2). El debate hagirado en torno a determinar si dicha garantía admite excepciones en suaplicación, particularmente, cuando el funcionario judici<strong>al</strong> de primera instanciaactúa por fuera del marco leg<strong>al</strong> aplicable.Concretamente, la Corte Suprema de Justicia, en su S<strong>al</strong>a de Casación Pen<strong>al</strong>,viene sosteniendo que no se trata de un principio absoluto y que el mismoencuentra límites claros en otros principios como el de la leg<strong>al</strong>idad de la pena(C.P. art. 29). En este sentido, afirma ese <strong>al</strong>to tribun<strong>al</strong> que la proscripción de lareforma en perjuicio del procesado o condenado, cuando éste actúa comoapelante único, no puede convertirse en un obstáculo ins<strong>al</strong>vable para elsuperior que pretende corregir los errores en que incurrió el a quo <strong>al</strong> momentode imponer la pena. Según su propio criterio, reiterado dentro del proceso detutela que ahora se revisa, “...la prohibición de empeoramiento suponelógicamente que el juzgador ha partido de los límites leg<strong>al</strong>es de la pena, no deuna sanción que a él se le antoja o que inventa en medio de la confusión dentrode un acto de sustitución arbitraria del legislador.” Por eso, “cuando el juez deinstancia, sin justificación <strong>al</strong>guna, desconoce dichos límites (...) el superiorfuncion<strong>al</strong> simplemente procede a corregir una manifiesta ileg<strong>al</strong>idad, sin quepara ese momento preciso constituya obstáculo el principio de reformatio inpejus, <strong>pues</strong> éste estaría en juego después de decantado su presu<strong>pues</strong>tológico”.A manera de conclusión, puede afirmarse que el máximo organismo de lajurisdicción ordinaria considera que el principio de la no reformatio in pejusdebe interpretarse sistemáticamente con el principio de la leg<strong>al</strong>idad, de format<strong>al</strong> que el primero ceda ante el segundo. Así, el acto jurisdiccion<strong>al</strong> sujeto acontrol puede ser modificado, en perjuicio del condenado, cuando aquéldesborde abiertamente los límites de la juridicidad y afecte el interés público.
Con este criterio, en sede de casación, la S<strong>al</strong>a Pen<strong>al</strong> de la Corte Supremaviene modificando aquellas sentencias condenatorias en las que encuentraviolado el principio de leg<strong>al</strong>idad de la pena, sin perjuicio de que las mismashayan sido demandadas únicamente por el condenado.Esta Corporación, en ejercicio de su función de guardiana “de la integridad ysupremacía de la Constitución” (C.P. art. 241), en reiterada jurisprudencia, seha encargado de establecer una línea doctrin<strong>al</strong> uniforme en torno <strong>al</strong> tema,concluyendo “que la garantía constitucion<strong>al</strong> que prohíbe la reformatio in pejusno admite excepciones cuando el condenado es apelante único, <strong>pues</strong> sólo asíse garantiza la efectividad del artículo 31 de la Carta y del principio de certezajurídica en el f<strong>al</strong>lo.” 222 A juicio de la Corte, la incorporación de esta garantía enla parte dogmática de la Constitución, sin que a ese mismo nivel se hubierenprevisto restricciones sobre su <strong>al</strong>cance, le otorga a dicho instituto un efectoimperativo y prev<strong>al</strong>ente frente a otros principios constitucion<strong>al</strong>es, resultandocontraria a su propia natur<strong>al</strong>eza jurídica - medio de defensa- cu<strong>al</strong>quierinterpretación que desfavorezca los intereses del condenado, y que desbordeel ámbito de competencia funcion<strong>al</strong> reconocida por el propio precepto a lasautoridades judici<strong>al</strong>es llamadas a ejercer el control de leg<strong>al</strong>idad.Para la Corte, es claro que la defensa del interés público y la preservación delprincipio de leg<strong>al</strong>idad, no radica en cabeza del condenado ni le corresponde aéste asumir su carga. De acuerdo con lo establecido en la Constitución y lasleyes, es el propio Estado, a través del Ministerio Público y la Fisc<strong>al</strong>ía Gener<strong>al</strong>de la Nación, el llamado a proteger y garantizar la efectividad de los derechos,v<strong>al</strong>ores e intereses de la comunidad - frente a las actuaciones judici<strong>al</strong>es -,debiendo cumplir su función dentro de los términos y condiciones previamenteestablecidos por el ordenamiento jurídico, evitando con ello que su inactividad otardía participación pueda afectar el núcleo esenci<strong>al</strong> de otras garantíasconstitucion<strong>al</strong>es de <strong>al</strong>cance individu<strong>al</strong> y subjetivo como es la prevista en elartículo 31-2 Superior.En consecuencia, este Tribun<strong>al</strong>, como intérprete autorizado de la Carta Política,discrepa abiertamente de la tesis ex<strong>pues</strong>ta por la Corte Suprema de Justicia,en cuanto considera que ni el principio de leg<strong>al</strong>idad de la pena, ni ningún otroprincipio proces<strong>al</strong>, constituyen un límite constitucion<strong>al</strong> válido a la garantíaprevista por el artículo 31-2 Superior, según la cu<strong>al</strong>, “El superior no podráagravar la pena im<strong>pues</strong>ta cuando el condenado sea apelante único”. En lasSentencias de Unificación de Jurisprudencia SU.327 de 1995 (M.P. CarlosGaviria Díaz) y SU.1553 de 2000 (M.P. Antonio Barrera Carbonell), la S<strong>al</strong>aPlena de la Corte explicó y justificó su posición en los siguientes términos:- “El principio de leg<strong>al</strong>idad no puede ser interpretado de manera estrecha <strong>al</strong>punto que desconozca el sentido mismo que dio origen a su elaboración. Enefecto, la leg<strong>al</strong>idad es una conquista en el derecho pen<strong>al</strong> que garantiza certezajurídica, no sólo de la conducta reprochada o de la sanción sino de la decisiónjudici<strong>al</strong> que impone una pena o que absuelve <strong>al</strong> procesado. Dicho de otromodo, este principio se convierte en una protección de la confianza en elproceso pen<strong>al</strong>, el cu<strong>al</strong>, incluye natur<strong>al</strong>mente la sentencia. De ahí <strong>pues</strong> que si lapena sólo esta determinada en la decisión judici<strong>al</strong> -antes de la sentencia lasanción es solamente determinable entre un mínimo y un máximo que seráconcretada por el juez-, es en la sentencia cuando se logra el máximo de222 Sentencia SU- 1553 de 2000, M.P. Antonio Barrera Carbonell.
- Page 1 and 2:
EL DEBIDO PROCESOCONCEPTOTenemos pu
- Page 3 and 4:
Magna Charta Libertarum o Carta Mag
- Page 5 and 6:
Sin embargo tenemos también que te
- Page 7 and 8:
defensor frente a un juez imparcial
- Page 9 and 10:
“CONVENCION AMERICANA SOBRE DEREC
- Page 11 and 12:
partes o, en la medida estrictament
- Page 13 and 14:
todo el género humano que le confi
- Page 15 and 16:
legislativo a la monarquía preside
- Page 17 and 18:
medio de las reglas que a sí misma
- Page 19 and 20:
Esa aplicación directa, que puede
- Page 21 and 22:
"determinación de sus derechos", e
- Page 23 and 24:
garantías y dentro de un plazo raz
- Page 25 and 26:
una manifiesta desconexión entro l
- Page 27 and 28:
1991), el cual consagra dentro de s
- Page 29 and 30:
1. Invocar ante cualquier autoridad
- Page 31 and 32:
inicie las investigaciones a que ha
- Page 33 and 34:
puede llegar a pensar que los difer
- Page 35 and 36:
El mandamus o acción de cumplimien
- Page 37 and 38:
dos semanas, por lo menos, antes de
- Page 39 and 40:
articulo 29 de la constitución y r
- Page 41 and 42:
Suministrados por la justicia.El de
- Page 43 and 44:
Del análisis del artículo 691 se
- Page 45 and 46:
Proferida una providencia complemen
- Page 47 and 48:
práctica de una prueba y el superi
- Page 49 and 50:
que la otorgada a los demás. El le
- Page 51 and 52:
Por lo general, en los libros de hi
- Page 53 and 54:
Dice el autor: “Toda la evolució
- Page 55 and 56:
Carece de fundamento objetivo la ac
- Page 57 and 58:
arbitran los mecanismos idóneos pa
- Page 59 and 60:
Pacto Internacional de Derechos Civ
- Page 61 and 62:
gastos en que incurrió la parte fa
- Page 63 and 64:
me permito citar el pensamiento de
- Page 65 and 66:
significado y concepto que da la co
- Page 67 and 68:
sentirse desfavorecidas o insatisfe
- Page 69 and 70:
este servicio y que este será resu
- Page 71 and 72:
principio de celeridad, que tiende
- Page 73 and 74:
humana,no figuren expresamente en e
- Page 75 and 76:
desde la perspectiva del derecho co
- Page 77 and 78:
del fallo, sino que, en la hipótes
- Page 79 and 80:
Muchos testimonios secretos, especi
- Page 81 and 82:
indefensión frente a las determina
- Page 83 and 84:
La corte constitucional de acuerdo
- Page 85 and 86:
La Buena Fe es por ende un principi
- Page 87 and 88:
los mismos términos. La obligació
- Page 89 and 90:
Juzgado Especializado y colocada a
- Page 91 and 92:
Promiscuo Municipal de Castilla la
- Page 93 and 94:
derechos podían ser protegidos a t
- Page 95 and 96:
COMPETENCIA DEL TRIBUNALPor: Claudi
- Page 97 and 98:
de setenta mil (70.000) habitantes
- Page 99 and 100:
de inocencia, a obtener un traducto
- Page 101 and 102:
pronunciarse sobre los recursos ext
- Page 103 and 104:
La finalidad, es el objetivo de la
- Page 105 and 106:
distintos procesos y recursos, sin
- Page 107 and 108:
penal rige para las conductas comet
- Page 109 and 110:
Artículo 9: Nadie podrá ser arbit
- Page 111 and 112:
interpretación jurisprudencial, co
- Page 113 and 114:
el proceso se adelante en el menor
- Page 115 and 116:
conducta, sin perjuicio de las sanc
- Page 117 and 118:
Nadie podrá ser juzgado sino confo
- Page 119 and 120:
1. Todas las personas son iguales a
- Page 121 and 122:
“18- Una lectura aislada y litera
- Page 123 and 124:
(Convención Americana)Artículo 8.
- Page 125 and 126:
de un delito tendrá, en plena igua
- Page 127 and 128:
la administración de justicia, en
- Page 129 and 130:
constitucional y en consecuencia re
- Page 131 and 132: Y en segundo lugar debemos observar
- Page 133 and 134: destinatario de la norma los derech
- Page 135 and 136: “En primer lugar, la Sala debe ad
- Page 137 and 138: modo, tiempo y lugar en que fue con
- Page 139 and 140: amas del poder público por indepen
- Page 141 and 142: constituye el mecanismo procediment
- Page 143 and 144: condeno en mas o en menos, no puede
- Page 145 and 146: extiende, por igual, al continente
- Page 147 and 148: Para responder a esta pregunta es n
- Page 149 and 150: cosa juzgada constitucional, al ten
- Page 151 and 152: A lo anterior, cabría agregar que
- Page 153 and 154: De igual manera, la jurisprudencia
- Page 155 and 156: DOCTRINA CONSTITUCIONALPoder vincul
- Page 157 and 158: equieren, bien porque, requiriéndo
- Page 159 and 160: propia actividad judicial, pues el
- Page 161 and 162: se ha desarrollado la reflexión do
- Page 163 and 164: parte, y no por voluntad propia, y
- Page 165 and 166: la interpretación y aplicación de
- Page 167 and 168: tienen poder vinculante , sino una
- Page 169 and 170: que en principio parezcan diferente
- Page 171 and 172: Constitución en los estrictos y pr
- Page 173 and 174: - El principio de la no reformatio
- Page 175 and 176: titularidad de la primera, y en esa
- Page 177 and 178: publico. La misma Ley 232 de 1995 c
- Page 179 and 180: Sentencia SU.1722/00. Principio no
- Page 181: ejercer el control de legalidad de
- Page 185 and 186: con la sentencia de primera instanc
- Page 187 and 188: Art. 37 A, B y C del Código de >Pr
- Page 189 and 190: La normativa internacional de los d
- Page 191 and 192: determinable, en cada caso concreto
- Page 193 and 194: DERECHO DE DEFENSA TECNICASi la Con
- Page 195 and 196: La contracara de la presunción de
- Page 197 and 198: PREVALENCIA DERECHOS DE LOS NIÑOSP
- Page 199 and 200: jurídico, sino también deben ser
- Page 201 and 202: publica dentro de un plazo razonabl
- Page 203 and 204: Así mismo en la sentencia T-458 de
- Page 205 and 206: Deberes del hombre, la cual fue cel
- Page 207 and 208: DECRETA:Artículo 1°. Definición.
- Page 209 and 210: Artículo 9°. Iniciación de la in
- Page 211 and 212: MARTINEZ RAVE Gilberto, Procedimien