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dedicatoria

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Algunos sitios de reunión, especialmente entre los más jóvenes, fueron el parque, la<br />

esquina de la Junín y Montúfar más conocida como “la aduana”, porque en este lugar no<br />

había chica que no sea piropeada por algún muchacho; y las calles Almeida y Jiménez,<br />

allí se congregaban los jóvenes para divertirse haciendo bromas y chistes, o para<br />

planificar alguna fiesta, en una de las casas de los (las) jóvenes, valiéndose de sus<br />

hermanas (os). La fiesta más común era organizar las melcochas bailables que se hacían<br />

en sábado o domingo con el pretexto de bailar; primero se elaboraban las melcochas con<br />

panela y miel, luego se servía para al final bailar, generalmente, se hacía en la casa de la<br />

Familia Silva Romo, pues tenían un salón grande con pianos en los costados, con<br />

capacidad de hasta 60 personas.<br />

Pero también solían reunirse las familias que más se llevaban para tocar el piano, la<br />

pianola, y escuchar los pasillos de Medardo Ángel Silva; aunque otros preferían ir a la<br />

Gallera de La Tola o a otra más pequeña, en la calle Jiménez, y ver la pelea de gallos; ir<br />

a las corridas de toros, el domingo; y los mayores de edad, a los antiguos billares<br />

American Club, en la calle Flores y Junín.<br />

Otra forma de recrearse fue el arte de ir al cine; dentro del barrio, la gente asistía cada<br />

miércoles para mirar películas que se proyectaban desde la casa de la Familia Gallegos,<br />

frente al parque central, donde los habitantes se congregaban a las 19h00 para ver<br />

producciones fílmicas no comerciales sino noticieros, de tipo religioso y bíblico, o de<br />

Tarzan y el Yen de la Selva; los jóvenes disfrutaban esta velada acompañados de sus<br />

coches de madera, con los cuales se divertían al golpear las llantas con otro coche para<br />

probar su resistencia. Fue en esta misma casa donde funcionó el Colegio Alemán por<br />

1920, aproximadamente, “allí funcionaron cuatro a cinco aulas; vivió su fundador, el Dr.<br />

Rubbel con su familia, y en el patio se instaló un aparato gimnástico de uso múltiple,<br />

para la recreación de los niños” 148 .<br />

148 TINAJERO, Fernando, Itinerario de un Acercamiento. Colegio Alemán 1917 – 1922, Asociación<br />

Ecuatoriana – Alemana de Cultura y Educación, Quito, 1992, Pág. 54.<br />

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