13.07.2015 Views

El pueblo mapuche - Folklore Tradiciones

El pueblo mapuche - Folklore Tradiciones

El pueblo mapuche - Folklore Tradiciones

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

privilegiada: comestibles, licores, lugares adecuados para fiestas, todo se halla a sudisposición. Los juegos de chueca, ngill atun (rogativas), cahuiñ (reuniones para beber uotro objeto), se suceden de un modo interminable.Es un sistema de felicidad material. Las ideas de expiación y recompensa no se asocian alconcepto de la existencia futura.Los hombres se juntan con sus mujeres, muertas ya o que mueren después de él; los dossexos carecen de propiedades políticas, por cuanto son espíritus y no seres materiales.Muy extendida se halla entre las diversas secciones indígenas la creencia de que las almasentran en acción en el otro mundo únicamente en la noche. En el día se opera en ellas unametamorfosis: las de los pobres se transforman en animales, principalmente en sapos, y lasde los caciques y ricos en carbones. En la noche domina la actividad y en el día el silencio.Como las almas supervivientes no reciben sanción alguna de recompensa o castigo en lugarespecial, no afecta al araucano durante su vida la sanción psicológica o el remordimiento.<strong>El</strong> abate don Juan Ignacio Molina, aunque no muy noticioso, el más concienzudo de losinvestigadores antiguos, consigna este informe acerca de la dedicación de las almas en lavida futura.«En cuanto, pues, al destino que tendrán las almas después de la separación de los cuerpos,sus sistemas no son uniformes. Todos convienen en decir, con los demás americanos, quedespués de muertos van a la otra parte del mar, hacia el occidente, a un cierto lugar llamadoGulcheman, esto es, la morada de los hombres tramontanos. Pero algunos creen que aquellaestancia sea dividida en dos regiones; una llena de delicias para los buenos, y la otra, faltade todas cosas, para los malos. Otros, por lo contrario, son de opinión que todos losmuertos gozarán allí indistintamente placeres eternos, pretendiendo que las accionesmundanas no tengan ningún influjo sobre el estado futuro».<strong>El</strong> padre Rosales, que anotó con bastantes detalles las costumbres del siglo XVII, dividió entres órdenes el destino de los muertos: los caciques y ricos se quedaban en las sepulturasconvertidos en moscardones, y de allí salían a ver a sus parientes y a tomar parte en susreuniones, o bien habitaban los volcanes; los guerreros, que subían a las nubes y setransformaban en truenos y relámpagos; los hombres y mujeres comunes que iban a unatierra estéril, donde había que sembrar, hacer fuego con leña mojada y afrontar una vidallena de trabajos. Para proporcionarse fuego en aquella mansión triste, aunque no exenta dediversiones, los hombres se cauterizaban un brazo, operación que se denominaba copen.Un tanto especiosa es la clasificación del cronista, o por lo menos circunscrita a una épocadeterminada. La verdad es que en todo tiempo los indios han creído que la otra existenciaes el reflejo de ésta y que, por lo tanto, el pobre ha de conservar allí su condición mástrabajada que la del hombre investido de alta dignidad. Por este motivo todos procuraban

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!