As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

José María Manuel García-Osuna y Rodríguez
reyna Sancha, deziale: “Resplandesce esta çibdad porque es noblemente asentada, en
quanto sea alegre de tierras, y saludable ayre, regançia de rios, en los prados y huertas
abundada, de montes e fuentes deleitosa y nemorosa, y muy aparejada para morada de
religiosos varones”».
El templo mozárabe Alfonsino fue derruido y en el solar se edificó la nueva iglesia, en
estilo arquitectónico románico, «era de tres naves y tres ábsides cuadrados en la cabecera.
A los pies se desarrolló el nártex o pórtico, abierto en dos de sus lados, espacio
abovedado, dividido en dos tramos y tres naves por dos gruesas columnas. Sobre el
pórtico se levantaba la tribuna regia, que daba vista a la iglesia por un amplio ventanal.
Aparecen capiteles historiados con escenas evangélicas en contra de la tradición española,
iniciada a comienzos del siglo IV en el concilio de Elvira» 59 . Las dimensiones de
la iglesia fueron incrementadas por la infanta Urraca, hija primogénita de Fernando y
Sancha. La obra se enriqueció con bellísimos marfiles, joyas de oro y plata realizados
por artífices extranjeros; exquisitos miniaturistas como Fritoso y Facundo decoraron el
Libro de Horas regio y el eximio Beato de Liébana de los reyes Fernando y Sancha de
León. Coronas, cruces, lámparas, cortinajes de seda y bordados de oro y plata resaltaban
la magnificencia de la fábrica religiosa isidoriana.
42.Acuerdo político entre el rey Fernando I de León y el emir Al-
Mu’tadid de Sevilla, por las reliquias de San Isidoro-
Una vez construida la iglesia palatina con el atrio para panteón regio, era necesario
enriquecerla con reliquias de santos, sería el doctor de las Españas, San Isidoro de
Sevilla, quien enriquecería con sus restos la nueva edificación eclesial de Fernando
y Sancha. Cómo ya es sabido las condiciones de paz con Al-Mu’tadid de Sevilla,
llamado Benahabet en la Historia Silense, le ofreció “el oro y el moro”, además de
los cuerpos de las hermanas mártires Justa y Rufina, inmoladas en Hispalis el 19 de
julio del año 287. Fernando I de León envía a los obispos, Alvito de León y Ordoño
de Astorga, con el conde Munio-Nuño a recogerlos hasta Sevilla bien escoltados,
“cum manu militum”; Santa Justa había sido una de las primeras santas incorporadas
al santoral mozárabe. La expedición partió desde Mérida y existe un diploma regio
sobre dicho viaje. «En recompensa a ti, padre santísimo, Ordoño obispo, por el gran
servicio que nos prestaste, cuando en la expedición a la ciudad de Mérida, te enviamos
a Hispalis, de poco acá llamada ciudad de Sevilla, con el obispo Alvito, donde éste
falleció» 60 . El obispo Alvito-Aloito de León era el que dirigía la embajada, es llamado
como “venerable obispo de la ciudad regia” (año-1057), y se va a encargar del arreglo
de los límites de la diócesis de León, que estaba en conflicto con la sede de Palencia,
el obispo legionense moriría, en Sevilla, en el otoño del año 1063, tras identificar y
autentificar los restos de San Isidoro, los cuales estaban enterrados junto a los de San-
59 A. Viñayo, op. cit.
60 Blanco Lozano, op. cit. 67.
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NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010