As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Manuel-Gonzalo Prado González
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Después de Andeiro fallece, de un modo mal aclarado, Alvar de Castro.
Privados de sus jefes, impopulares, desorientados y desmoralizados, los
exiliados gallegos reaccionan poniéndose al servicio de la Castilla trastamarista.
Los exiliados gallegos fueron retrocediendo hasta no quedar muy lejos de
sus posiciones primitivas. … Los nobles gallegos trastamaristas se acordaron
de que habían dejado sus dominios en el más riguroso abandono, y unos
y otros en medio de una gran confusión se fueron acercando a la frontera de
Galicia sin tomar parte en la batalla de Aljubarrota.
XVII- 1475-1479: Guerra de Sucesión de la Corona de Castilla
Fue así llamada, Guerra de Sucesión, al conflicto armado que se produjo por la sucesión
de la Corona de Castilla entre los partidarios de Juana de Trastamara, hija de Enrique
IV de Castilla, y los de Isabel, hermanastra de este último. Isabel estaba casada
con Fernando, heredero de la Corona de Aragón, mientras que Juana estaba casada con
el Rey Afonso V de Portugal.
Protagonistas: Enrique IV de Castilla, Afonso V de Portugal, Isabel de Castilla, Fernando
de Aragón, Juana de Trastamara (Beltraneja), Pedro Álvarez de Sotomaior (Pedro
Madruga), Diego Gelmírez.
La Guerra civil que se vislumbraba en los últimos tiempos del reinado de Enrique IV
con motivo de pretender éste declarar por heredera del trono a su hija Doña Juana (conocida
como la Beltraneja), en perjuicio de su hermanastra Doña Isabel, daba pábulo
a la anarquía en que estaba sumido el país.
La muerte de Enrique IV y el advenimiento al trono de Castilla de Dña. Isabel y su
consorte D. Fernando de Aragón, fue la señal para que estallase abiertamente la guerra
civil entre los partidarios de los Reyes Católicos y los de Dña. Juana, esposa del
Rey D. Afonso de Portugal. Al mismo tiempo este soberano, al frente de un poderoso
ejército, invadía Castilla para hacer respetar sus pretendidos derechos a esta Corona.
Pero antes, en 1455 se casó Enrique IV en segundas nupcias con Juana de Portugal,
y de la unión nació la primera y única hija: Juana (1462-1530), que de inmediato es
nombrada Princesa de Asturias. Entre tanto, fuertes presiones por parte de la nobleza
castellana aconsejan al rey a anular el título, nombrando en su lugar a su hermanastro
Alfonso. Sin embargo Juana fue aceptada por Enrique IV como legítima heredera en
las Cortes de 1469, e Isabel rompe con el monarca y se marcha a Valladolid donde se
casa discretamente con su primo Fernando, heredero de la corona de Aragón.
NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010