As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Manuel-Gonzalo Prado González
Monarquía galaico-portuguesa
Fernando I rey de León, de Galicia y de Castilla, llamado el Magno o el Grande,
(c. 1010/1012 – León, 27 de diciembre de 1065), fue conde de Castilla desde
1028 y rey de León desde el año1037 hasta su muerte, siendo ungido como tal el 22
de junio de 1038.
Era hijo de Sancho Garcés III, llamado «el Mayor», rey de Pamplona, y de doña Muniadora,
hermana de García Sánchez de Castilla, del cual heredó Fernando el Condado
de Castilla en 1028, si bien no ejercería el gobierno efectivo hasta la muerte de su
padre. Se convirtió en Rey de León por su matrimonio con doña Sancha, hermana de
su rey y señor, Bermudo III, contra el que se levantó en armas, el cual murió en lucha
contra Fernando en la Batalla de Tamarón, sin dejar descendencia.
Tradicionalmente se le ha considerado el primer Rey de Castilla y fundador de la monarquía
castellana, y muchos historiadores siguen manteniendo esta tesis. Otros, más
actuales, consideran que Fernando no fue jamás rey de Castilla, y que el origen de este
reino se sitúa a la muerte de este monarca, con la división de sus estados entre sus hijos
y el legado de Castilla al primogénito Sancho con título real.
Fernando I divide, a su muerte, aquella vasta monarquía entre sus cinco hijos.
Si bien la Galicia antigua que abarcaba los tres conventos jurídicos de Braga, Lugo y
Astorga, no va a constituir un reino como en la época de los suevos, si una parte muy
considerable de ella como las regiones de Lugo y Braga con todo el territorio reconquistado
al árabe desde el Duero al Mondego.
La antigua Galicia pierde así la parte denominada Galicia Astúrica (Astorga y León),
territorio que va a constituir un nuevo reino en manos de Alfonso, hijo de Fernando
I, pero en cambio gana hacia el mediodía desde el Duero hasta el Mondego. Al primogénito,
Sancho, le correspondió el estado patrimonial de su padre, el Condado de
Castilla, elevado a categoría de reino.
A Alfonso, su favorito, le correspondió la Galicia asturciense (ahora el Reino de
León), y el título imperial.
García recibió la Galicia lucense y bracarense, con todo el territorio de Portugal, desde
el Duero hasta el Mondego, recién conquistado al árabe.
Y a las infantas Urraca y Elvira les correspondieron las ciudades de Zamora y Toro,
respectivamente, también con título real y unas rentas adecuadas.
A la muerte de doña Sancha, en 1067, viuda de Fernando I y madre de los nuevos
reyes, se desatan las hostilidades entre ellos: Sancho ataca y vence a Alfonso en la
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NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010