As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

El emperador leonés Fernando I
el 29 de diciembre de 1041, dan al monasterio de Arlanza el monasterio de San Juan
de Tabladillo con licencia para que en todo el alfoz puedan pastar los rebaños del abad
Áuriolo y recoger leña de los montes» 96 .
64. La agrupación de los vecinos
El concejo de vecinos organizaba la vida de la comunidad. El concejo se ocupaba del
cuidado de los caminos, de las fuentes, del abastecimiento, del control, calidad y precios
de los mercados y tiendas, y del aprovechamiento y administración de los bienes
de las comunidades. Los fueros les concedían menor o mayor autonomía, privilegios
y exenciones fiscales; la asamblea estaba limitada a los varones, que tenían derecho
de vecindad, en función de poseer propiedades y una residencia estable en el lugar de
que se tratase. En dicho concejo rural se recibía a los delegados del monarca, tales
como jueces y alcaldes. El concejo urbano dependía de cuál era su pertenencia, sobre
todo si era de realengo en el que el rey tenía como representantes al comes-conde y
al merino, pero la urbe podía tener los privilegios concedidos por el respectivo Fuero.
«Todos cuantos habitaren dentro de los muros de la ciudad y en los alrededores
guarden siempre un mismo fuero, y vengan el día primero de Cuaresma al Cabildo de
Santa María de Regla, y establezcan los pesos y medidas de pan, vino y carne, y el
salario de los trabajadores, de manera que toda la ciudad se rija por ello durante todo
el año» 97 . Además del realengo y del señorío laico, el de abadengo era el que más peso
político tenía, ya que los monasterios y los obispados poseían grandes territorios, que
se solían ir incrementando por las donaciones de reyes, de nobles y de ciudadanos particulares.
Fernando y Sancha fueron, particularmente, generosos con los eclesiásticos.
Los monasterios eran los centros de la vida social y económica de toda la zona y, en
el territorio, eran señores absolutos; tenían derecho social y jurídico sobre individuos
y pueblos. Eran, por ello, Señores y Señoras de horca y cuchillo, por lo tanto tenían
jurisdicción civil y criminal sobre todo el dominio territorial del monasterio. Los monasterios
eran eficientes colaboradores para la repoblación de los territorios que se
iban conquistando a los sarracenos, por lo que las tierras yermas se iban colonizando.
Dentro de todos los documentos conocidos se pueden destacar algunos: a) al conde
García Íñiguez se le entrega el castillo de Biérboles, el 21 de junio del año 1038; b) el
monasterio de Arlanza tiene la obligación de repoblar la villa de Castrillo de Solarana,
el 1 de octubre del año 1046; c) destacan sobre todo los beneficios otorgados a la leonesa
Zamora, que Fernando I restauró y repobló, levantó sus muros que habían sido
arruinados por la sevicia de Almanzor, la otorgó fueros y su hija predilecta, Urraca, la
recibió como legado
96 P. Blanco Lozano apud A. Viñayo, op. cit.
97 El Fuero de León. Rey Alfonso V el Noble de León. Canon, XXX.
NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010 135