As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Tres voces proletarias coruñesas
sexuales o de otra especie, y esa paciencia y constancia tan necesarias para educar e
instruir a la infancia? Si por otra parte, al llamar a la vida a un ser, en esta sociedad
madrastra se contrae el deber de atenderle en toda la extensión de la palabra, ¿cómo no
cumplir religiosamente esta obligación, cueste lo que cueste? La libertad individual;
las variedades sexuales, que así pueden ser necesidad fisiológica como relajación
de costumbres; la intensidad de la vida, en fin, en sus múltiples aspectos, pugnan
abiertamente con estas obligaciones, estos compromisos que atan y constriñen
cruelmente, claro, y por algo se proclama la libertad del amor, pero para mañana, en
lo que afecta a radicales medidas, no para hoy, habiendo hijos de por medio, que no
hemos de sacrificarlos, porque sería una monstruosidad el hacerlo, y no son anarquistas
quienes tal hagan, muy al contrario, ni tampoco ejercer de tiranos en el hogar, supuesto
que se combate la tiranía en cualquiera de sus formas que se presente, y sería grave
inconsecuencia, en la que no caen los partidarios de la acracia, el detestar la autoridad,
el despotismo, y ejercer en casa de pequeños reyezuelos.
No usurpan jamás el sudor ajeno ni explotan al semejante. Partidarios de la igualdad
económica, no pueden en manera alguna enriquecerse ni vivir a costa del trabajo de los
demás. Las contingencias de la vida pone a muchos en el caso de ejercer de patrono,
pero nadie que se precie de libertario aprovechará tales condiciones para regalarse
a cuenta de los demás; vivirá modestamente o con las comodidades que su estado
económico lo permita, pero trabajando lo suficiente a cubrir sus atenciones, nunca
echándose sobre las espaldas de los demás. A otros puede ocurrir, y de hecho ocurrirá
el ejercer puestos preeminentes sobre sus compañeros de explotación, aunque pocas
veces sucederá esto que no sea solamente limitado a la técnica del trabajo, porque
son malos guardianes y los burgueses quieren buenos perros de presa que cuiden
sus bienes ejerciendo de tiranos con la mesnada que les enriquece; pero cuando esto
ocurre, hácense notar por su tolerancia con las faltas ajenas, no hostigando a ningún
obrero y portándose siempre y en toda ocasión como un buen compañero, nunca como
un representante, un aliado del amo.
Acérrimos enemigos de la explotación, pertenecen siempre a las sociedades de
resistencia al capital, en las que se significan por su constancia en la lucha, su decisión
en apoyar todas las causas justas, todas las acciones humanitarias, todas las protestas
altivas y enérgicas contra las demasías patronales y todos los actos públicos y privados
que tiendan a la ilustración de la masa obrera, a fomentar su rebeldía y su conciencia, y
a elevar y dignificar su personalidad. A pesar de los disgustos que a veces les producen
ciertos acuerdos en disonancia con la norma de conducta que corresponde a entidades
que están frente al capital, a la explotación del hombre por el hombre, no las abandonan
porque saben que la inconsciencia y los prejuicios sociales son todavía poderosos y
necesitan ser muy combativos, perseverando en aquellos eficaces medios de combate
cultivando la rebeldía y la conciencia, el amor al estudio y a los hombres, el odio y la
aversión a las instituciones, la tenacidad y la violencia en la lucha. Son su mejor campo
de acción y en él despliegan todas las energías revolucionarias compatibles con los
NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010 163