As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Crónicas de las Guerras Galicia-Portugal
A partir de ese acontecimiento comenzó Afonso Henríques a intitularse Rex Portugallensis
(Rey de los Portucalenses o Rey de los Portugueses) haciendo de rey de facto,
aunque la confirmación del título por la Santa Sede aún tardó hasta 1179.
El reconocimiento por parte de León llegaría en 1143 con el Tratado de Zamora, favorecido
por el deseo del rey Alfonso VII de Galicia, León y Castilla, de ser emperador,
por tanto necesitaba reyes vasallos.
La idea de milagro unido a la Batalla de Ourique 8 surge por primera vez en el siglo XV,
muy posterior al enfrentamiento. Ourique sirve, a partir de ahí, de argumento político
para justificar la independencia del Reino de Portugal: la intervención personal de
Dios era la prueba de la existencia de un Portugal independiente por bondad divina y,
por lo tanto, eterna.
Fueron muchos los milagros realizados por Santiago en todo el territorio galaico-portugués.
Y su ayuda imprescindible que fue para la victoria cristiana, muy a su pesar, tal
vez haya sido la más grande y última colaboración del santo para con los portugueses,
aun en contra de su propia voluntad.
Durante la guerra entre Castilla y Portugal, al santo lo alzan como patrono de los enemigos
de los portugueses, y fue necesario sustituirlo por cualquier otro santo. Le tocó
a San Jorge que les fue prestado por los ingleses por un tiempo no bien definido.
Al santo gallego-portugués, los mismos portugueses lo castellanizaron, y se decidió
que no convenía atribuirle la victoria que originó la independencia del nuevo reino.
El primer relato completo del milagro surge en la crónica de los siete reyes de Portugal,
escrita en 1419, en la que don Afonso trata de animar a los suyos anunciándoles
que Dios les ayudaría a vencer a los musulmanes, y para ello les enviaba a Santiago
cuyo día se celebraba en ese mismo 25 de julio. En agradecimiento y homenaje al santo
le denominarían “Su conde”.
Más adelante deciden obviar al santo, incumpliendo la promesa de nombrarlo conde, y
deciden atribuir el milagro de forma exclusiva a Cristo.
A partir de 1419 en las versiones difundidas por los historiadores portugueses desaparece
de la gesta nuestro santo, al que definitivamente lo destierran al lado de los
castellanos.
8 Es explicable que los orígenes del reino portugués aparezcan envueltos en oscuridades y leyendas.
Existen diversas hipótesis, pero lo cierto es que no ha podido localizarse con exactitud donde se produjo la
batalla de Ourique (1139), hecho máximo de la reconquista portuguesa, ni se sabe el nombre de los caudillos
moros vencidos. En diversos trabajos se habla que hasta cinco reyes almorávides eran los jefes del poderoso
ejército vencido, pero nadie da ni un solo nombre.
Siglos más tarde, incluso Alexandre Herculano, prestigioso historiador portugués, defiende que “Ourique no
fue más que una leyenda”.
NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010 319