As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Carlos Pereira Martínez y Ana Romero Masiá
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demandara teniendo la seguridad que no había de faltarle jamás el alimento? ¿Los
echarían a perder por el gusto de hacerlo, ya que nada ganarían en ello y en cambio
perderían la consideración de los demás? ¿Vestidos? ¿Los romperían como los locos
o se pondrían uno cada cuarto de hora sabiendo que estaban al alcance de todos y
no constituía privilegio ni daba distinción el estrenar muchos trajes, ni siquiera las
mujeres mirarán más para ellos sino para reírse de semejante chifladura, porque
tal la sería tomarse aquel trabajo? ¿Vivienda, mobiliario, objetos de arte, de lujo?
Menuda carga se echaría sobre sí el que pretendiera tan ímproba labor. ¿Que se
negarían a trabajar? Ninguna persona que disfrute de su cabal juicio podrá hacerlo
cuando el trabajo sea deber de todos, no cause molestia y sea a gusto de cada cual
la clase y tiempo a emplear en él; cuando no constituya una pesada carga bajo
todos conceptos ni signifique inferioridad social ni intelectual, y cuando, en fin, sea
libre en toda la extensión de la palabra. ¡Qué de extraño que haya hoy holgazanes!
No sé siquiera como hay quien soporte lo que conocemos por trabajo, tan pésimas
son sus condiciones; pero una vez emancipado, una vez liberado de la infamante
explotación, será tan recreativo como el más refinado sport, y no cabe suponer que
quien esté bien equilibrado se niegue a contribuir con su esfuerzo a la producción.
Y en último caso, aunque hubiera alguna excepción, no sería tanto el relajamiento
que la acción moral de sus convecinos no surtiera los efectos apetecidos.
- ¿De modo que según esto no puede haber holgazanes y viciosos cuando sea un
hecho la igualdad económica?
- Lógicamente pensando, no.
-Y los que hay ahora irán decreciendo tanto, nos iremos moralizando en forma tal
que no habrá ninguno para entonces, o por el contrario van en aumento y tus bellas
ilusiones son solamente producto de la imaginación?
- Pues vaya una pregunta. Yo no sé si aumentarán o disminuirán, ni me importa el
saberlo, aunque ello fuera posible. Mientras la sociedad actual los produzca tendrá
que haberlos necesariamente, en mayor o menor cantidad, según las facilidades
o dificultades que la vida ofrezca; mas ello ni quita ni pone a la posibilidad, a la
fatalidad –valga la frase- del planteamiento de la sociedad igualitaria y libre a que
aspiramos, y que, por distintos y aún encontrados caminos nos dirigimos todos,
porque envueltos en la gran corriente de la evolución humana, de grado o por fuerza,
consciente o inconscientemente caminamos a la perfección.
- Me declaro vencido. Sinceramente te lo manifiesto, y espero me facilites una nota
de los libros en que pueda estudiar detenidamente las teorías anarquistas y madurar
cuanto esta noche a grandes rasgos hemos tratado. No tengo más argumentos ni
objeciones que oponerte si no es ya sistemáticamente, y bien lejos de mí caer en ese
defecto. Ante todo, sinceridad.
NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010