As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Crónicas de las Guerras Galicia-Portugal
sus hombres de armas, entablándose espadas en mano combate cuerpo a cuerpo, que
después de larga y feroz lucha finalmente gana D. Enrique que atraviesa con su espada
el pecho, perdiendo D. Pedro con la vida el trono que legítimamente le pertenecía. Era
el día 23 de marzo de 1369, contando D. Pedro con 35 años de edad cuando murió.
XIV- Guerras Fernandinas: de 1369 a 1382
Guerras por la sucesión del trono de Castilla, y por el de Portugal
Protagonistas: Fernando I de Portugal, Juan I de Castilla, Doña Beatriz de Portugal,
Juan de Avis (hijo de Inés de Castro y Pedro El Cruel)
La historia portuguesa en ese período está especialmente relacionada con los acontecimientos
de la política castellana.
Después de un largo período de guerras civiles, Enrique de Trastamara venció y mató
al rey de Castilla, su hermanastro Pedro I El Cruel, y le sucedió en el trono. Muchos
nobles gallegos, leoneses y castellanos, afines al partido derrotado, procuran refugio
en Portugal, y convencen a D. Fernando I, rey de Portugal, a disputar el trono al vencedor.
Los derechos que esgrimía D. Fernando eran los mismos con los que ya lo había intentado
su padre, el rey D. Pedro: la descendencia de Sancho IV de Castilla. D. Fernando
era bisnieto de Sancho por vía legítima, y el rey de Castilla también, pero bastardo.
La primera guerra entre ambos se dio en 1369-1370, y fue precedida de acuerdos del
portugués con el rey de Aragón y con el rey moro de Granada. La campaña incluía una
tentativa de bloqueo en el puerto de Sevilla por una escuadra portuguesa compuesta
por 32 galeones y 30 naos, pero no tuvo ningún éxito: ni por tierra ni por mar se lograron
victorias, y se firmó un tratado de paz con la renuncia de D. Fernando a sus
pretensiones, a la vez que acordaron el casamiento del rey portugués con una hija del
monarca castellano.
En 1372, D. Fernando se prepara para una nueva guerra, ahora con el apoyo de Inglaterra.
El Duque de Lancaster, hijo de Eduardo II de Inglaterra, estaba casado con una
hija ilegítima de Pedro I El Cruel de Castilla, y con ese fundamento también reclamaba
el trono de Castilla.
Sin embargo, más que propiamente el trono castellano, Lancaster procuraba una estrategia
que le situara con superioridad sobre Francia en la Guerra de los Cien Años. La
adhesión de Castilla a la causa inglesa sería un factor decisivo de supremacía.
NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010 337