As “Maletas” - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

Manuel-Gonzalo Prado González
D. Fernando apoyó la pretensión del inglés, e inició preparativos para la guerra. Pero
el monarca castellano se anticipó, y con un notable ejército invadió Portugal que tomó
sin apenas resistencia, hasta Lisboa.
Se firmó otro tratado de paz entre castellanos y portugueses, en el que D. Fernando se
obligaba a apoyar a Castilla en su lucha contra los ingleses.
Y por último, la tercera guerra, entre 1381 y 1383, es, del mismo modo que la segunda,
un episodio en las hostilidades entre Inglaterra y Francia. Al morir Enrique II en el año
de 1379, el Duque de Lancaster volvió a reclamar sus derechos sobre el trono de Castilla,
y volvió a encontrar como aliado a Fernando I de Portugal. Un fuerte contingente
inglés fue enviado a Portugal para, junto con el ejército portugués, invadir Castilla.
Pero el inglés se mostró tan ofensivo y desconsiderado contra unos y otros, que finalmente
Fernando prefirió un pacto con Castilla, que se firmó con el nombre de Badajoz,
de 1382. En las condiciones de paz, se estipuló que la infanta Beatriz, heredera de
Fernando I, se casaría con el rey Juan I de Castilla.
Esta unión significaba de facto la anexión de Portugal por la corona de Castilla y no
fue bien recibida por la nobleza portuguesa.
Los Señores gallegos que habían sido fiel al legítimo soberano D. Pedro, tomaron ahora
partido por el rey de Portugal Don Fernando I al que aclamaron como rey legítimo
de Castilla por ser biznieto de Sancho IV el Bravo de Castilla, y con derechos a la
sucesión del trono por no haber dejado hijos legítimos D. Pedro.
La guerra era un juego de nobles; una forma de ganarse la vida. En las familias hidalgas,
el primogénito heredaba el señorío, y los demás hermanos ocupaban puestos
de tipo eclesiásticos y/o militares. Y los hidalgos militares se ganaban la vida con las
guerras.
El peso de las guerras recaía sobre la población constituida por la nobleza y la popular.
La primera la costeaba con dineros y recursos, la segunda, con sus vidas.
La primera ciudad que se declaró por el rey de Portugal fue Tui y todo el Condado de
Turonio hasta Vigo, donde se inició el levantamiento en el año 1369.
D. Fernando I empezó a intitularse Rey de Portugal y de Galicia, y su carácter afable
y la juventud del Monarca producían grata impresión en los gallegos, despertando
grandes entusiasmos. En Tui se batió moneda del nuevo Rey con lemas gallegos, portugueses
y castellanos. Ribadavia y Ourense se declararon también partidarias del Rey
Fernando, y sólo la villa de Monterrey se resistió, aún que después fue conquistada.
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NALGURES · TOMO VI · AÑO 2010