Versión blanco y negro (11,8 mb) - Ministerio de Educación de la ...
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,<br />
48‘<br />
William Hughes menciona a Teófilo Schmid como el primero que intenta convertirlos al<br />
cristianismo, sin éxito.<br />
Conversión al cristianismo: Lamentablemente, había que contestar en forma<br />
negativa, al menos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi conocimiento. Se hicieron, es verdad, varios<br />
esfuerzos elogiables para ello, pero con poco éxito. Los misioneros Schmid y<br />
Hart hicieron una tentativa para ello en el año 1863, al establecer una misión en<br />
Wed<strong>de</strong>ll Bluff, en el valle <strong>de</strong> Santa Cruz, pero <strong>la</strong> aventura no prosperó. Sam Slick,<br />
hijo <strong>de</strong>l cacique Casimiro, estuvo en <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s Malvinas, recibiendo su educación<br />
allí, pero fue poco lo que se le pudo civilizar, aunque aprendió a hab<strong>la</strong>r el inglés<br />
con bastante facilidad. 46<br />
Consi<strong>de</strong>ra que su forma <strong>de</strong> vida era lo que los <strong>de</strong>salentaba para acercarse a <strong>la</strong> civilización.<br />
La i<strong>de</strong>a era crear misiones en don<strong>de</strong> tener a los niños por varios años.<br />
Su forma nómada <strong>de</strong> vivir era poco ventajosa para atraer y conservarlos al alcance<br />
<strong>de</strong> influencias civilizadoras. Sí fuera posible traer a los niños, cuando pequeños,<br />
a una misión cristiana y tenerlos allí varios años, sin duda se los podría<br />
cristianizar mucho. Lamentablemente, los padres se oponían firmemente a <strong>de</strong>jar<br />
a sus niños bajo el cuidado <strong>de</strong> misioneros. Agréguese a ello el ansia insaciable<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> ellos por <strong>la</strong>s bebidas alcohólicas y sus frecuentes <strong>de</strong>slices a <strong>la</strong><br />
ebriedad, lo que <strong>de</strong>spierta lo peor que hay en ellos y se tendrá una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo difícil<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> convertirlos y hacerlos entrar en <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as nuestras respecto a<br />
<strong>la</strong> civilización. 47<br />
Aunque hubo algunos casos en que algunos caciques <strong>de</strong>jaban a sus hijos con familias galesas<br />
como es el caso <strong>de</strong> Kengel que re<strong>la</strong>ta Eluned Morgan, en su libro Hacia los An<strong>de</strong>s<br />
[1880—1885] que cita como recuerdos <strong>de</strong> su compañero <strong>de</strong> escue<strong>la</strong>.<br />
Algunos <strong>de</strong> los caciques <strong>de</strong>jaban en el valle algunos <strong>de</strong> sus hijos a cargo <strong>de</strong> familias<br />
galesas para que asistieran a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> y pronto los niños hab<strong>la</strong>ban fluidamente<br />
el galés y, en cuanto a caligrafía no tenían igual, sus manos poseen tal<br />
agilidad y su paciencia es tan ilimitada como el mar.<br />
Uno <strong>de</strong> ellos —hoy el cacique Kengel— fue mi compañero <strong>de</strong> banco durante un<br />
año esco<strong>la</strong>r y nos ayudábamos mutuamente en los <strong>de</strong>beres muchas veces.<br />
Aún no ha olvidado cómo hab<strong>la</strong>r el galés y cuando viene <strong>de</strong> visita al valle <strong>de</strong> vez<br />
en cuando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su lejano hogar montañés, le espera una cálida y franca bienvenida<br />
en todo hogar valletano. 48<br />
Eluned Morgan ta<strong>mb</strong>ién nos cuenta, <strong>de</strong> los cementerios y material originario que encontraba<br />
en lo que ahora era <strong>la</strong> chacra <strong>de</strong> su familia y que consi<strong>de</strong>raba que legítimamente<br />
pertenecería al museo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Colonia Galesa. Vivía el <strong>de</strong>spojo hacia los nuevos dueños y no<br />
hacia los pob<strong>la</strong>dores originarios.<br />
En <strong>la</strong> chacra que ro<strong>de</strong>a a mi antiguo hogar, hay uno <strong>de</strong> esos interesantes cementerios,<br />
y cuando niños, <strong>de</strong> paso para <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>, muchas horas felices pasamos<br />
buscando reliquias en esa tesorería autóctona. Hoy <strong>la</strong>mento no haber puesto<br />
más <strong>de</strong>dicación en aquel<strong>la</strong> <strong>la</strong>bor, en vez <strong>de</strong> permitir a naturalistas <strong>de</strong> otros países<br />
<strong>de</strong>spojarnos <strong>de</strong> lo que legítimamente pertenecería al museo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Colonia Galesa.<br />
Cuando me <strong>de</strong>sperté a <strong>la</strong> importancia y el valor histórico <strong>de</strong> lo que estaba como<br />
en el u<strong>mb</strong>ral <strong>de</strong> mi casa, <strong>la</strong>s piezas más valiosas habían sido llevadas a otros<br />
museos. 49<br />
46 Hughes, [1881-1926] 1993:66<br />
47 Hughes, [1881-1926] 1993:66<br />
48 Morgan, 1991:46<br />
49 Morgan, 1991:44<br />
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