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Lipovetsky_La_pantalla_global

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<strong>La</strong> <strong>pantalla</strong> hipermoderna combina lo atípico y el estereotipo.<br />

<strong>La</strong> revolución de los géneros y su permanencia sociohistórica;<br />

todo se ve, todo se mezcla y se opone en la estela de la individuación<br />

extrema y la pujanza perfeccionada de los modelos. El<br />

cine, que aportaba con la estrella una especie de canon sublimado,<br />

abre actualmente las <strong>pantalla</strong>s a los contrahechos, a los<br />

mal afeitados, a los feos, a los gordos 1 y al mismo tiempo a la<br />

belleza más normativa. Tiranía de la belleza y emancipación de<br />

las mujeres avanzan de la mano. 2 Espiral de personalidades singulares,<br />

exageración de los modelos (músculos, delgadez, juventud,<br />

sexo): en todos los casos, la hipertrofia de los opuestos acaba<br />

componiendo a la vez la imagen-multiplejidad y la imagen-exceso<br />

del nuevo cine.<br />

MINORÍAS MULTISEXUALES<br />

Esta redefinición de los papeles no perdona las identidades<br />

relativas a las inclinaciones sexuales. Se advierte en particular en<br />

la forma en que se presenta la homosexualidad masculina en las<br />

<strong>pantalla</strong>s. Antiguamente, el homosexual masculino era objeto<br />

de burla: los dos amigos de Vicios pequeños (<strong>La</strong> jaula de las locas),<br />

de 1978, dieron la imagen más acabada de esta tradición.<br />

Veinte o treinta después, una película así habría sido prácticamente<br />

imposible; es más, su tardío remake estadounidense, Una<br />

jaula de grillos, de 1996, se hunde por su propio peso. El fenómeno<br />

gay se ha impuesto poco a poco y ha encontrado su legitimación<br />

en la <strong>pantalla</strong> con películas que lo muestran en un<br />

contexto distinto de la condena moral o la burla salaz. Los amo-<br />

1. <strong>La</strong> gordura también puede tener su gracia, según el cineasta que la<br />

mire. El cuerpo pletórico de Marianne Ságebrecht en Bagdad Café acaba siendo<br />

modelo del pintor que descubre sus encantos. Otra forma de cine múltiplex.<br />

2. Sobre este doble proceso, Gilíes <strong>Lipovetsky</strong>, <strong>La</strong> Troisieme Femme, Gallimard,<br />

París, 1996 [trad. esp.: <strong>La</strong> tercera mujer, Anagrama, Barcelona, 1999].<br />

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