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Lipovetsky_La_pantalla_global

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po, el culto a lo psicológico o lo relacional, el culto al hedonismo<br />

consumista y el culto a la autonomía subjetiva brotan<br />

cuando desaparece la fe en las grandes ideologías de la historia<br />

(Nación, Revolución, Progreso). Esta inmensa metamorfosis se<br />

produce entre una ristra de paradojas. El neoindividualismo<br />

comporta liberación de la vida privada, pero también fragilización<br />

del yo (ansiedad, depresión, suicidios...). Coincide con la<br />

soberanía triunfal del sujeto, pero también con la desestructuración<br />

anómica de los vínculos sociales y familiares. Es sinónimo<br />

de masificación, pero también de personalización de las conductas,<br />

las apariencias, la relación con el tiempo (la vida a la carta).<br />

Rompe la familia tradicional en nombre de la libre disposición<br />

de uno mismo, pero la base de la pareja es, hoy más que<br />

nunca, el amor. Y cuanto más se presenta la felicidad como ideal<br />

incesantemente exaltado, más parece rehuirnos. Cuanto más<br />

nos preocupamos por el futuro del planeta, más pasiones consumistas<br />

exhibimos. Cuantas más psicologías hay, menos nos<br />

conocemos. Cuanto más se exhiben las aspiraciones hedonistas,<br />

más se intensifican las angustias sanitarias, estéticas y existencia-<br />

Íes. Temáticas y tensiones paradójicas que el hipercine explora<br />

sin cesar y a su manera.<br />

El imperio de los sentidos<br />

Después de medio siglo, la cuestión del placer y el goce de<br />

los sentidos no deja de manifestarse en las <strong>pantalla</strong>s de cine. El<br />

imperio de los sentidos, la película de Oshima cuya repercusión<br />

en Occidente coincidió con el apetito de goce de los años setenta,<br />

fue heraldo de un hedonismo que después se ha exhibido<br />

no sólo bajo la forma más o menos cruda del sexo liberado, vinculado<br />

de forma muy sensual en El perfume a la exaltación del<br />

universo olfativo, sino también bajo el signo de un sensualismo<br />

moderado, aplicado a los pequeños placeres de la vida. El joven<br />

realizador canadiense Jeremy Podeswa, en una declaración de<br />

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