Siglos XV - Famsi

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Tlachin
pueblo
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Montañ
primera
parte d
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2003, lib
gobern
códices
Montañ
además los señores tlapanecos, pudieron conservar su status gobernando a la par con mixtecos, porque
era rio de La Montaña.
la l
medida la organización territorial y espacial de los pueblos indígenas, en c con la congregación
de indios 455 ollan era un “Hueytecuhtli de pueblo mayor”, Totomixtlahuaca era entonces un “Tecuhtli de
secundario o altepetl” y Tlacoapa en el Posclásico era un pipiltin de calpultin “barrios” o
ias” (Ibíd.: 60).
Por otro lado, Vélez señala que las tierras de los yopes de la Costa eran mejor que las de La
a, por lo tanto para la gente de este lugar, le era más difícil cultivar y conseguir los productos de
necesidad (Ibíd.: 61). Sin embargo, recordando que el señorío de Tlapa-Tlachinollan tenía como
e su territorio lo que comprende actualmente el municipio de Azoyú, podrían conseguir productos
osta Chica a través de los tributos que este pueblo sujeto le daba a Tlapa-Tlachinollan.
De la misma forma Dehouve concuerda con esta hipótesis de que los gobernantes de Tlapa eran
s, su argumento se basa en relatos de fundación del siglo XVIII y señala que no se conoce ningún
ante tlapaneco o mixteco (Dehouve, 2001: 87); sin embargo, en mi opinión, creo que no se debe
r como mexicas a los nahuas de La Montaña que son mejor conocidos como cohuixcas (Sahagún,
ro décimo, T 2: 864), porque podría interpretarse que los mexicas de la Triple Alianza fueron los que
aron directamente a Tlapa, cuando lo que se sabe y lo que se ha diagnosticado en el estudio de los
aquí analizados, es que existía una línea de sucesión y de parentesco entre los señores de La
a, los cuales obtuvieron insignias de poder de la Triple Alianza, al no oponerse al dominio de ésta,
n un grupo importante en el territo
Durante la época colonial, a legada de los españoles, inevitablemente se modificó en cierta
ierta forma
y posteriormente como lo señala Dehouve con la república de indios, la cual tenía como
obligación “la gestión del terreno comunal” (Dehouve, 1994: 125). Los lienzos estudiados en esta
investigación, son ejemplos de dicha gestión comunal, sobre la defensa de los territorios que estaban
cambiando por los recovecos de las nuevas leyes coloniales. Sin embargo este constante cambio en el
espacio de los pueblos indígenas de La Montaña, no apareció solo con la llegada de los españoles. Desde
la época prehispánica dichos movimientos y peleas por el territorio se daban entre los pueblos que
convivían entre sí; evidentemente el sometimiento pacífico de los gobernantes de Tlapa ante la Triple
Alianza, no era garantía para que los demás pueblos estuvieran en armonía entre ellos. La llegada de los
mexicas provocó mayor conflicto
y con la llegada de los españoles este hecho se incrementó.
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“El modelo de asentamiento prehispánico era de gran dispersión; por lo tanto, cristianizar y urbanizar a los pueblos nativos
implicaba arreglar y ordenar a las poblaciones con acomodo a la cultura europea. Así, los indígenas fueron reorganizados en
republicas de indios; los españoles utilizaron este medio como el más adecuado para tal propósito. A la acción de reorganizar a
los pueblos indígenas, los españoles denominaron “congregaciones”, “junta” o “reducción”. Esta política al parecer se aplicó
intensamente en dos ocasiones, la primera entre 1550 y 1564 y la segunda entre 1591 y 1625” (Rubí, 2000: 95)
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