09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tan evi<strong>de</strong>nte que es así, y en este momento en la puerta, el manager <strong>de</strong>l hotel<br />

tiene <strong>un</strong>a discusión con alguien que hace rato que juega y que pier<strong>de</strong><br />

siempre y el tipo, que está a<strong>de</strong>más borracho, saca <strong>un</strong>a pistola y se la pone en<br />

la cara al manager que ni se inmuta y antes <strong>de</strong> que el tipo pueda pron<strong>un</strong>ciar<br />

la palabra bo<strong>un</strong>cer vienen dos tipos enormes y le quitan la pistola y le dan<br />

dos bofetadas y lo aplastan contra la pared y el manager le saca las balas a la<br />

pistola, vuelve a ponerle el peine y se la entrega al borracho que todavía no<br />

sabe bien qué le pasó y le dice a los otros que lo saquen y lo llevan a la<br />

puerta y lo sueltan con <strong>un</strong> empujón y <strong>de</strong>be ser <strong>un</strong> tipo muy importante<br />

porque si no lo hubieran hecho picadillo y lo servirían con las aceit<strong>un</strong>as <strong>de</strong><br />

los Manhattans y llegan Elena y la gente <strong>de</strong>l bar (la música se paró) y ella<br />

me preg<strong>un</strong>ta qué pasó y yo le voy a <strong>de</strong>cir que no sé cuando el manager se<br />

vuelve para todo el m<strong>un</strong>do y dice, Aquí no pasó nada, y con dos palmadas<br />

manda al quinteto a seguir tocando, cosa que los cinco americanos, más<br />

dormidos que <strong>de</strong>spiertos, obe<strong>de</strong>cen como <strong>un</strong>a pianola.<br />

Ya me voy cuando hay otro revuelo en la entrada y es que Ventura<br />

viene, como todas las noches, a comer en el Sky Club y a oír recitar a<br />

Minerva Eros, que dicen que es amante <strong>de</strong> este asesino y que berrea, ella,<br />

felizmente, en las alturas, y saluda al manager y sube con cuatro esbirros en<br />

el elevador, mientras otros diez o doce se quedan regados por el lobby y<br />

como siento que esto no es <strong>un</strong> sueño y cuento las cosas <strong>de</strong>sagradables que<br />

me han pasado esta noche y veo que son tres, <strong>de</strong>cido que es el momento preciso<br />

para probar mi suerte en el juego y saco <strong>de</strong> algún bolsillo que más<br />

parece <strong>un</strong> laberinto <strong>un</strong>a moneda que no tiene <strong>un</strong> minotauro grabado porque<br />

es <strong>un</strong> real cubano y no <strong>un</strong> níquel americano y lo echo en la cerradura <strong>de</strong> la<br />

suerte y tiro <strong>de</strong> la palanca que es el brazo único <strong>de</strong> la diosa Fort<strong>un</strong>a y pongo<br />

la otra mano en la cornucopia para contener la futura avalancha <strong>de</strong> plata. Las<br />

ruedas giran y sale primero <strong>un</strong>a naranjita, luego <strong>un</strong> limoncito y más tar<strong>de</strong><br />

<strong>un</strong>as fresas. La máquina hace <strong>un</strong> ruido premonitorio, se <strong>de</strong>tiene por fin y se<br />

queda en <strong>un</strong> silencio que mi presencia hacía eterno.<br />

Mi puerta está cerrada. Debe haber sido Rine, leal. Abro y no veo el<br />

caos amistoso que viene <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n ajeno que impuso esta mañana la<br />

muchacha que limpia, porque no me interesa, porque no puedo verlo, porque<br />

hay cosas más importantes en la vida que el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, porque encima <strong>de</strong> las<br />

blancas sábanas <strong>de</strong> mi sofácama, abierto, sí señor, no más <strong>un</strong> sofá y ya todo<br />

cama, sobre las sábanas impolutas <strong>de</strong>l sábado, veo la mancha enorme,<br />

cetácea, carmelita, chocolate, que se extien<strong>de</strong> como <strong>un</strong>a cosa mala y es, lo<br />

adivinaron, claro: Estrella Rodríguez, la estrella <strong>de</strong> primera magnitud que<br />

empequeñece el blanco cielo <strong>de</strong> mi cama con su fenomenal aspecto <strong>de</strong> sol

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!