09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Yo venía a este parque cuando niño. Jugaba ahí mismo y más allá y<br />

me sentaba en el muro, a ver entrar y salir los barcos <strong>de</strong> guerra como ahora<br />

veo la lancha <strong>de</strong>l práctico navegando rumbo al alto y aquí, j<strong>un</strong>to al Castillito<br />

que es más que la ruina <strong>de</strong> <strong>un</strong>a garita <strong>de</strong> la vieja muralla, estaba <strong>un</strong> día<br />

enseñando a mi hermano a montar bicicleta y lo empujé fuerte, y salió<br />

disparado y chocó contra <strong>un</strong> banco y se clavó el manubrio en el pecho y se<br />

<strong>de</strong>smayó y vomitó sangre, estuvo como muerto <strong>un</strong>a media hora o tal vez<br />

diez minutos no sé, pero sí sé que lo hice yo y <strong>de</strong>spués, <strong>un</strong> año o dos<br />

<strong>de</strong>spués, cuando mi hermano se tuberculizó seguí pensando que lo hice yo.<br />

Se lo conté a Cué, entonces. Quiero <strong>de</strong>cir, ahora.<br />

—¿Tú no eres <strong>de</strong> aquí, Silvestre, <strong>de</strong> La Habana?<br />

—No, yo soy <strong>de</strong>l campo.<br />

—¿De dón<strong>de</strong>?<br />

—De Virana.<br />

—Curioso, caray. Yo soy <strong>de</strong> Samas.<br />

—Está muy cerca.<br />

—Sí, ahí al lado, al cantío <strong>de</strong> <strong>un</strong> gallo como quien dice.<br />

—A treinta y dos kilómetros y ciento seis curvas <strong>de</strong> carretera <strong>de</strong><br />

seg<strong>un</strong>da tirando a tercera.<br />

—Yo iba mucho a Virana, caray, <strong>de</strong> veraneo.<br />

—¿Sí?<br />

—Debimos habernos encontrado por allá.<br />

—¿Por qué época tú ibas?<br />

—Durante la guerra. Cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco, creo.<br />

—Ah no. Ya yo vivía en La Habana. A<strong>un</strong>que, te digo, iba a veces <strong>de</strong><br />

vacaciones, cuando había dinero. Pero nosotros éramos realmente pobres.<br />

Vino el camarero y trajo más camarones fritos y nos interrumpió, y<br />

me alegré. Bebimos. Noté las máculas en la visión que me han aparecido<br />

últimamente. Moscas volantes. Son probablemente otro sarro <strong>de</strong> la nicotina,<br />

manchas tóxicas. O <strong>un</strong> precipitado crítico. Ahí <strong>de</strong>ben estar concentradas<br />

todas las malas películas que he visto, que sería <strong>un</strong> mal metafpisuco —así es<br />

como mi máquina escribe metafísico—. O quemaduras cósmicas en la<br />

retina. O marcianos que solamente yo <strong>de</strong>tecto. No me preocupan, pero a<br />

veces pienso que pue<strong>de</strong>n ser el comienzo <strong>de</strong> <strong>un</strong> fa<strong>de</strong>-out y que algún día mi<br />

pantalla se ilumine con luz negra. Cosa que ocurriría tar<strong>de</strong> o temprano, pero<br />

hablo <strong>de</strong> la ceguera no <strong>de</strong> la muerte. Este cierre-en-negro total será la peor<br />

con<strong>de</strong>na para mis ojos <strong>de</strong>l cine —pero no para mis ojos <strong>de</strong>l recuerdo.<br />

—Tú tienes buena memoria?<br />

Casi di <strong>un</strong> salto. Arsenio Cué tiene, a veces, estas raras dotes

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!