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Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

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viene <strong>de</strong>l Norte, hijo, <strong>de</strong>l Cánada (Dry, tú sabes) Mirtila saltó <strong>de</strong> entre las<br />

maletas con <strong>un</strong> pantaloncito azul en <strong>un</strong>a mano y <strong>un</strong>as sandalias blancas<br />

bajas en la otra No, vengo <strong>de</strong>l Cotorro, pero eso no quita para que aquí no<br />

esistan estaciones se ponía el blumer y tu sabes bien Livia que para que <strong>un</strong>a<br />

mujer pueda ser elegante soltó <strong>un</strong>as zapatillas <strong>de</strong> baño azul pálido y metió<br />

los pies en sandalias mientras hablaba hace falta por lo menos que haigan<br />

dos estaciones Livia se rió con estruendo. Oye, oye, Arsen, cómo habla y<br />

<strong>de</strong>spués quiere ser locutora dijo entrando (cerrando) el ajustador a la<br />

espalda Haya, niña, haya y Mirtila se sentó al tocador Bueno hayan o<br />

haigan el cuento es que <strong>un</strong>a mujer elegante le hace falta lucir su vestiario<br />

Medieval pensé yo y en esta mierda <strong>de</strong> país vuelta hacia mí Perdona Arsen<br />

vuelta hacia Livia ni Eso se pue<strong>de</strong> se levantó y gritó por la ventana Ni eso se<br />

pue<strong>de</strong> más fuerte No se pue<strong>de</strong> nada carajo y se volvió a sentar al tocador<br />

mirando para mí Perdona tú pero estoy hasta aquí y levantó <strong>un</strong>a mano larga<br />

y flaca y haló <strong>un</strong> mechón <strong>de</strong> pelo pajizo, teñido cien, mil veces y ahora<br />

muerto, embalsamado por el tinte blanco, <strong>de</strong> platino verda<strong>de</strong>ro, metálico,<br />

mineral: <strong>de</strong> verdad la cabellera <strong>de</strong> Falmer.<br />

¿Puedo hablar <strong>de</strong> los senos? Los veía <strong>de</strong> perfil y reflejados en el<br />

espejo. Una noche fueron gran<strong>de</strong>s, casi listos a saltar sobre la barrera <strong>de</strong>l<br />

pudor y el escote, y jóvenes, ahora eran flácidos, largos y terminados en <strong>un</strong>a<br />

p<strong>un</strong>ta oscura, morada y ancha: no me gustaban. Los senos <strong>de</strong> Livia, el<br />

momento que los vi, también habían cambiado, no para mejorar y no los<br />

quise mirar <strong>de</strong> nuevo para guardar el buen/mal recuerdo que siempre tengo<br />

<strong>de</strong> ellos: es mejor per<strong>de</strong>r el paraíso por <strong>un</strong>a manzana roja y engañosa que<br />

por el fruto <strong>de</strong>l saber seco, cierto. Mirtila anoche, la otra noche, parecía<br />

tener quince, veinte años y ahora no podía <strong>de</strong>cir qué edad tenía, sólo sé que<br />

alg<strong>un</strong>a vez, en la niñez, fue raquítica, porque tenía el pecho combado sobre<br />

los senos y no era esbelta sino <strong>de</strong>snutrida. Sin pintura en los labios los tenía<br />

también violeta, como los senos, pero más pálidos y a<strong>un</strong>que conservaba la<br />

nariz increíblemente fina, perfecta y los ojos claros y gran<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> pestañas<br />

largas, se veía que tenía <strong>un</strong>a abuela negra escondida por la química <strong>de</strong> los<br />

afeites y la física <strong>de</strong> la luz incan<strong>de</strong>cente: ella, como Livia, no salía ya más<br />

que <strong>de</strong> noche, las dos espesamente maquilladas. Vi también que se afeitaba<br />

completas las cejas y esto daba a su frente <strong>un</strong> largo excesivo. No me gustaba:<br />

no era ésta la mujer por la que vine <strong>de</strong> vol<strong>un</strong>tario a este calor infernal <strong>de</strong><br />

la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> agosto, a esta oscuridad <strong>de</strong> la luz que se va, a esta espiral <strong>de</strong><br />

preg<strong>un</strong>tas sin respuestas que Mirtila mientras <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> cómo maquillarse le<br />

hace a Livia que termina <strong>de</strong> arreglarse: Livia pue<strong>de</strong>s encen<strong>de</strong>rme la luz<br />

amor? Livia que tú cres que me limpie la cara con la crema

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