09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

yo me volví nervioso, pues no quiero ser víctima <strong>de</strong> ning<strong>un</strong>a rabia<br />

linchadora. Aparentemente, yo era <strong>un</strong> extranjero tomando ventaja <strong>de</strong> <strong>un</strong><br />

nativo in<strong>de</strong>fenso y vi más <strong>de</strong> <strong>un</strong>a cara <strong>de</strong> piel oscura en el círculo. En el<br />

centro se para firme este Luterano, solitario Maximalista combatiendo lo<br />

irracional con razones foráneas.<br />

La gente, sin embargo, se comportó, dadas las circ<strong>un</strong>stancias. La Sra.<br />

Campbell le explicó a lo mejor <strong>de</strong> sus habilida<strong>de</strong>s y hasta había <strong>un</strong>o <strong>de</strong> los<br />

circ<strong>un</strong>stantes, hablando inglés partido, que, en <strong>un</strong>a manera primitiva, se<br />

ofreció <strong>de</strong> como mediador. Este Hammarskjold auto-hecho trató, sin<br />

evi<strong>de</strong>nte buen éxito, <strong>de</strong> com<strong>un</strong>icarse con el mongol, morón o Marciano. Él<br />

únicamente dio dos pasos hacia atrás, en retirada, sosteniendo, agarrando,<br />

abrazando el bastón y musitando <strong>un</strong> cuento en algún lenguaje <strong>de</strong>sconocido,<br />

con sonido y furia —significando nada, por supuesto. O mejor, queriendo<br />

<strong>de</strong>cir siempre, siempre infiriendo que el bastón era su propiedad privada. La<br />

multitud, como todas las turbas, estaba a veces en nuestro favor, otras pro el<br />

mendigo. Mi esposa todavía insistía en suplicar. «Es materia <strong>de</strong> principios»,<br />

ella <strong>de</strong>cía, quizás en Español. «El señor Campbell aquí es el legítimo dueño<br />

<strong>de</strong>l bastón <strong>de</strong> paseo. Él lo compró para él ayer y lo abandonó esta mañana en<br />

<strong>un</strong> viejo café. Este caballero», ella quería <strong>de</strong>cir el morón, a quien ap<strong>un</strong>taba<br />

con su <strong>de</strong>do índice izquierdo, «lo tomó <strong>de</strong> don<strong>de</strong> mi esposo», indicándome a<br />

mí con su <strong>de</strong>do <strong>de</strong>recho, «lo <strong>de</strong>jó y no le pertenece a él», moviendo en<br />

negación su presente cabeza rubia, «no, amigos». Un dudoso caso <strong>de</strong> hurto,<br />

por la anfibología, el equívoco, la frase ambigua (¿él es quién?), pero la<br />

oratoria <strong>de</strong> la peticionaria ganó el favor <strong>de</strong> la corte callejera y el jurado estaba<br />

<strong>de</strong>cididamente ahora por nosotros.<br />

Pronto fuimos <strong>un</strong>a molestia pública y <strong>un</strong> policía vino. Doble buena<br />

suerte, era <strong>un</strong> policía hablando Inglés. Yo le expliqué todo a él. Él trató,<br />

vanamente, <strong>de</strong> dispersar la turbamulta, pero la gente estaba tan interesada<br />

como nosotros estábamos en buscar <strong>un</strong>a solución al problema. Habló al<br />

mongol, pero no había vía <strong>de</strong> com<strong>un</strong>icación con el don nadie, como ya le<br />

dije. Cierto, el policía perdió su temperamento y tomó la pistola para<br />

compelir al mendigo. La multitud creció, súbitamente silenciosa y yo temía<br />

lo peor. Pero el morón pareció, finalmente, compren<strong>de</strong>r y me dio el bastón,<br />

con <strong>un</strong> gesto que no me gustó nada. El policía puso su pistola en la f<strong>un</strong>da e<br />

hizo la propuesta <strong>de</strong> yo darle algún dinero al morón. «No como recompensa<br />

pero en- como <strong>un</strong> regalo al pobre hombre», en sus palabras. Yo objeté. Esto<br />

era verdad aceptar el chantaje social, porque el bastón era ciertamente mío.<br />

Lo dije así al guardia. La Sra. Campbell trató <strong>de</strong> interce<strong>de</strong>r, pero no vi razón<br />

para ce<strong>de</strong>r. El bastón era mío y el mendigo lo tomó sin pertenecerle. Darle

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!