09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

¡TRÍNQUENME AHÍ A MORNARD!<br />

Lino Novás<br />

—¡Trínquenme ahí a ese hombre! Amárrenlo bien. No lo <strong>de</strong>jen ir.<br />

¡Trínquenlo ahí! Que no se vaya. Miren lo que me hizo. Esta cosa (porque<br />

ahí está clavada todavía, la cosa (ésa), <strong>de</strong> hierro, no ma<strong>de</strong>ra ni piedra, sino<br />

hierro, acero templado como quien dice, hincado, h<strong>un</strong>dido en el hueso, entre<br />

el frontal y el parietal, más bien hacia el occipital, no bien precisado ni<br />

calculado con frialdad pero hábilmente clavado y afincado y fincado sobre<br />

la cabeza <strong>de</strong>l que pronto será finado, con furia, con <strong>un</strong>a rabia fría<br />

disparándose por sobre el odio y el rencor y la enemistad política, haciendo<br />

<strong>de</strong> los dos hombres <strong>un</strong>a sola cosa por el hierro que continúa la mano en <strong>un</strong><br />

arma homicida semejante a <strong>un</strong> gesto, la caricatura <strong>de</strong>l gesto más bien, el<br />

acto <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>r <strong>un</strong>a mano amistosa y ahora son <strong>un</strong>a sola cosa, o mejor, dos: el<br />

verdugo y su víctima) que tengo sobre la cabeza no es <strong>un</strong>a peineta<br />

sevillana. No señor. ¡Trínquenlo! Que no se vaya. Que no se vaya a escapar.<br />

No es <strong>un</strong> adorno. Ni <strong>un</strong> yarmulke <strong>de</strong> fantasía. ¡Trínquenlo ahí! Así.<br />

Ni <strong>un</strong> rebel<strong>de</strong> mechón <strong>de</strong> pelos. Es <strong>un</strong>a hachuela. Clavada. En el cráneo.<br />

Así como así. ¡Trínquenme ahí a ese hombre! ¡Yastá!<br />

(Porque recuerda, porque no olvida, porque todavía no ha olvidado,<br />

porque todavía recuerda, porque el pasado se le aparece como <strong>un</strong> chorro<br />

<strong>de</strong> imágenes fotográficas, discontinuas, en movimiento, como el pedazo <strong>de</strong><br />

<strong>un</strong> viejo film pasado en <strong>un</strong> cine <strong>de</strong> Luyanó o <strong>de</strong> Lawton, <strong>de</strong> las afueras, <strong>de</strong><br />

más allá, en don<strong>de</strong> las azoteas se convierten en tejados y los números <strong>de</strong>l<br />

teléfono ya no son <strong>un</strong>a letra inicial y luego los números, ni siquiera<br />

números, ellos solos ni nada, porque ya no hacen falta los números ni las<br />

iniciales y los números. Porque no hay teléfono. No hacen falta. Se da <strong>un</strong><br />

grito y ya. Ahí mismo.<br />

En esas afueras don<strong>de</strong> jugábamos a aliados y alemanes y alemanes y<br />

aliados eran también los fotingueros y los choferes <strong>de</strong> las que luego, con el<br />

tiempo, se llamarían guaguas, pero que ahora no son guaguas todavía, sino<br />

otra cosa, ómnibus, tranvías, como se llamen, y yo era <strong>un</strong> hombre malo y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!