09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sido <strong>de</strong>lator en la tar<strong>de</strong> bochornosa para <strong>un</strong> ojo dado a mayores conjeturas y<br />

sospechas: no era la <strong>de</strong>sconfianza el fuerte <strong>de</strong>l rebelado ni tampoco la duda<br />

sistemática, la ojeriza como hábito. Debajo, llevaba el taimado <strong>un</strong> pujavante<br />

alevoso, la azuela magnicida, la p<strong>un</strong>za, y más abajo, su alma <strong>de</strong> efectivo<br />

alabar<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l nuevo zar <strong>de</strong> Rusia. Ojeaba el heresiarca confiado las<br />

pretensas escrituras, cuando el otro <strong>de</strong>scargó su golpe traicionero y la<br />

acerada alabarda fue a clavarse en la nevada testa ennoblecida.<br />

Un grito resuena en el ámbito claustral y allá corren los adlátares<br />

(Haití no ha querido mandar a sus negros elocuentes) apresurados y<br />

afanosos a apresarlo. «No lo maten», todavía tiene tiempo <strong>de</strong> advertir el<br />

hebraico magnánimo y los secuaces insolentados respetan, sin embargo, la<br />

consigna. Cuarenta y ocho horas <strong>de</strong> vela y esperanzas dura la formidable<br />

agonía <strong>de</strong>l noble jefe, que muere luchando, como había vivido. Ya no eran<br />

suyas la vida y el trajín político, ahora le pertenecen la gloria y la eternidad<br />

histórica.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!