09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

oficialmente, en todos los conservatorios. Hay <strong>un</strong> acuerdo firmado en<br />

Ginebra para impedir su uso. Igual <strong>de</strong>stino tuvo su sexofón, sucedáneo <strong>de</strong>l<br />

violónceloso.<br />

—Es tan simple como todas las cosas <strong>de</strong> Rine, cuyo abuelo nació a<br />

orillas <strong>de</strong>l Simplón. Simplemente se pone (y no hace falta papel pautado<br />

tampoco) en la partitura Tararará tarararí o Un-pa-pa-pá o Nini nini niní,<br />

<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> la música. Se hacen acotaciones al margen: más<br />

rápido, lento, agitado, allegro nasal, maestoso mofletudo o trompetillando.<br />

Son las únicas concesiones a la notación tradicional. Papapapááá papapapí<br />

sería el comienzo, por ejemplo, <strong>de</strong> la Quinta Sinfonía <strong>de</strong> Beethoven, que<br />

Rine tiene ya casi toda transcrita a su sistema. El solfeo, por supuesto, se<br />

llamará tarareo. Ya lo verán, Rine resultará más importante en la historia <strong>de</strong><br />

la música que Czerny.<br />

Nada que estás en la nada nadificada sea tu nada. Un último intento.<br />

—Está el último invento, la Definitiva, la contra-arma final. Una<br />

antibomba atómica o <strong>de</strong> hidrógeno o <strong>de</strong> cobalto.<br />

—Estas bombas, ricas, <strong>de</strong>sintegran. La anti-bomba <strong>de</strong> Rine integra.<br />

—Cae la bomba y <strong>un</strong> dispositivo automático dispara la anti-bomba,<br />

que integrará a la misma velocidad, con pareja intensidad que la otra<br />

<strong>de</strong>sintegre y la bomba enemiga queda reducida a <strong>un</strong> cascote <strong>de</strong> hierro que<br />

cae <strong>de</strong>l cielo. Pue<strong>de</strong> dañar <strong>un</strong> edificio, hacer baches en la calle, matar <strong>un</strong><br />

animal.<br />

—Igual que <strong>un</strong>a teja pesada.<br />

—Se leería en los periódicos al día siguiente, Parte <strong>de</strong> Guerra. —Ayer<br />

resultó muerta <strong>un</strong>a infort<strong>un</strong>ada vaca, cuyas generales se <strong>de</strong>sconocen, por <strong>un</strong>a<br />

bomba atómica lanzada por el enemigo sobre nuestro heroico pueblo. Pronto<br />

pagarán sus fechorías estos criminales sin entrañas. Nuestro ejército<br />

prosigue victorioso su retirada táctica. General Confusión, Jefe <strong>de</strong> Estado<br />

Menor.<br />

Se hizo <strong>un</strong> silencio total. Parecíamos el an<strong>un</strong>cio <strong>de</strong> los Rolls-Royce<br />

porque yo oía el tictac <strong>de</strong>l reloj <strong>de</strong> la pizarra. Nadie dijo nada. Arsenio Cué<br />

solamente, que organizó <strong>un</strong> sonido rugiente mientras daba <strong>un</strong> corte para<br />

evitar arrollar a <strong>un</strong> hombre gordo. El pesado peatón se aligeró por el susto y<br />

ganó la acera o perdió la calle <strong>de</strong> <strong>un</strong> brinco y quedó en el contén haciendo<br />

giros, cabriolas, saltos vitales, como <strong>un</strong> f<strong>un</strong>án-noctámbulo. Oí <strong>un</strong>a cascada<br />

<strong>de</strong> risa, <strong>un</strong>a sola larga carcajada más cubana que argentina. Nuestras<br />

pasajeras reían y se agarraban las tripas y hacían señas y aspavientos<br />

mirando atrás, al elefante que bailaba la Polca <strong>de</strong>l Miedo. Estuvieron<br />

riéndose cuadras enteras.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!