09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Amletto pue<strong>de</strong> atinar a <strong>de</strong>cir (en la traducción <strong>de</strong> Astrana Marín), «Os ruego<br />

que quitéis vuestros <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> mi cuello». Así tan tranquilo.<br />

—¿Eso qué prueba?<br />

—Nada. No trato <strong>de</strong> probar nada. Estamos conversando, ¿no? ¿O es<br />

que crees que soy <strong>un</strong> fiscal isabelino?<br />

Bajó el parasol y sacó <strong>de</strong>l bolsillo sus espejuelos negros que usaba día<br />

y noche y noche y día se quitaba y ponía, alternativamente, para exhibir sus<br />

ojos expresivos, su fotogénica mirada y luego cubrir mirada y ojos con <strong>un</strong><br />

manto <strong>de</strong> oscura mo<strong>de</strong>stia.<br />

«And the blessed s<strong>un</strong> himself a fair hot wench in flame coloured<br />

taffeta» —Debías ser tú quien citara. ¿O se dice cítara?<br />

—¿Por qué?<br />

Son las palabras <strong>de</strong> <strong>un</strong> príncipe como tú a <strong>un</strong> bufón como yo, que es,<br />

a<strong>de</strong>más, mejor consejero que tú y yo j<strong>un</strong>tos.<br />

—Habla claro.<br />

«Marry, then, sweet wag, when thou art king, let not us that are<br />

squires of the night's body be called thieves of the day's beauty...» —<br />

Falstaff, ése, que es <strong>un</strong> gran tipo, coño. El otro era el Príncipe Hal. Enrique<br />

Cuarto, acto primero, escena dos.<br />

Cué tenía <strong>un</strong>a estupenda (o estúpida) memoria para las citas, pero su<br />

inglés escapaba <strong>de</strong>l acento antillano para caer en <strong>un</strong> <strong>de</strong>jo levemente hindú.<br />

Pensé en Joseph Schildkraut, el gurú <strong>de</strong> Llegaron las Lluvias.<br />

—¿Por qué tú no escribes? —le preg<strong>un</strong>té <strong>de</strong> pronto.<br />

—¿Por qué no te preg<strong>un</strong>tas mejor por qué no traduzco?<br />

—No. Creo que podrías escribir. Si quisieras.<br />

—Yo también lo pensé en <strong>un</strong> tiempo —dijo y se calló. Me señaló a la<br />

calle y luego dijo:<br />

—Mira.<br />

—¿Qué cosa?<br />

—Ese letrero —ap<strong>un</strong>tó más precisamente (con el <strong>de</strong>do) y aminoró la<br />

marcha.<br />

Era <strong>un</strong>a valla <strong>de</strong> OP que <strong>de</strong>cía Plan <strong>de</strong> obras <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Batista,<br />

1957-1966. ¡Ése es El Hombre! Lo leí en alta voz.<br />

—Plan <strong>de</strong> Obras <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Batista mil novecientos cincuenta y<br />

siete mil novecientos sesenta y seis. Ése es el hombre. ¿Bueno y qué?<br />

—Los números, viejo.<br />

—Ya. Sí. Hay dos fechas. ¿Qué más?<br />

—Las dos cifras suman veintidós que es el día que yo nací y mi<br />

nombre y mis dos apellidos completos suman veintidós —<strong>de</strong>cía veintidós y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!