09.05.2013 Views

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

Tres tistres tigres - Diario de un chico trabajador

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que más nos podía asombrar en el m<strong>un</strong>do —si algo nos podía asombrar en<br />

este lado <strong>de</strong>l paraíso.<br />

—Il faut vous casser la langue. Á vous <strong>de</strong>ux!<br />

Me cago en Némesis. To <strong>de</strong>fatecate. Era <strong>un</strong> francés. Un francés<br />

borracho. Chovin rouge. Cué se repuso antes que yo y le fue para arriba<br />

diciéndole a quién, coño, a quién, y <strong>de</strong>spués, como en <strong>un</strong>a versión doble, á<br />

qui vieux con á qui dis-moi, y cogió por los brazos y empujó contra los<br />

mingitorios al viejo (<strong>de</strong> pronto el intruso envejeció en el baño) que soltaba<br />

borborigmos sorprendidos mai monsieur mais voyons y hacía los gestos <strong>de</strong><br />

<strong>un</strong> naufragio en aguas menores. Fue entonces que pensé en intervenir.<br />

Aguanté a Cué por las axilas. Parecía estar todavía borracho y el pobre<br />

francés a quien convertían la lengua <strong>de</strong> Moliere en lengua molida, se zafó <strong>de</strong><br />

aquel triángulo confuso y dando <strong>un</strong> traspiés o dos salió por la puerta con la<br />

chistera. Creo que todavía llevaba colgando dos corbatas. Se lo dije y<br />

Arsenio Cué y yo pensamos que nos sacarían <strong>de</strong>l baño directo para el<br />

necrocomio. Estábamos muriéndonos <strong>de</strong> risa.<br />

Cuando salimos no estaba. Creí que Cué se iba, pero solamente se<br />

asomó a las puertas-vidriera.<br />

—Todavía llueve, mierda.<br />

Luego se rió y dijo le cabrón est sorti meme sous la pluie. He went<br />

wet away singing in the rain. Nos reímos. Regresando a la mesa me<br />

preg<strong>un</strong>tó, sobre el hombro, estilo Orson Welles, que tan bien imitaba,<br />

truculento como <strong>un</strong> Arkadin recién afeitado:<br />

—¿Qué te pareció mi anuttara samyak sambodhi?<br />

Quería <strong>de</strong>cir su muerte y su nuevo nacimiento: su resurrección<br />

metafísica. Somos todos muy cultos en Cuba, si Cuba es mi grupo <strong>de</strong><br />

amigos. Sabemos a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l peligroso francés, mucho inglés sutil, bastante<br />

español tradicional y algún sánscrito <strong>de</strong> añadidura. Rogué que no hubiera <strong>un</strong><br />

Bodhidharma entre los parroquianos. Lo miré, también, con cara <strong>de</strong> sueños.<br />

—No has salido todavía <strong>de</strong> entre los muertos. —That's what you<br />

think. ¿Qué eres entonces? Un medium.<br />

—Respón<strong>de</strong>me tú primero.<br />

—¿A qué?<br />

—Lo que te preg<strong>un</strong>té <strong>de</strong> Vivian.<br />

—No recuerdo.<br />

—Tú sí recuerdas.<br />

—No olvi<strong>de</strong>s que tú eres el <strong>de</strong> la buena memoria, no yo. No recuerdo.<br />

—¿Te acostaste o no te acostaste con Vivian?<br />

Pareció espontáneo o lo parecieron sus gestos. —Sí.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!