el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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Los hijos descarriados nacidos en <strong>el</strong><br />
convenio<br />
El pr<strong>of</strong>eta José Smith<br />
“Cuando se fija <strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo sobre <strong>el</strong> padre y la madre,<br />
esto les asegura su posteridad, a fin de que no se<br />
pierdan, sino que sean salvos en virtud d<strong>el</strong> convenio<br />
de su padre y su madre” (Enseñanzas d<strong>el</strong> Pr<strong>of</strong>eta<br />
José Smith, pág. 393).<br />
Presidente Brigham Young<br />
“Tomen los padres y las madres que sean miembros<br />
de esta Iglesia y reino una dirección correcta y traten<br />
con todas sus fuerzas de no hacer <strong>el</strong> mal sino <strong>el</strong> bien<br />
toda su vida; ya sea que tengan un hijo o cien hijos,<br />
si proceden con <strong>el</strong>los como deben, uniéndolos al<br />
Señor mediante su fe y sus oraciones, no importa a<br />
dónde hayan de ir esos hijos, estarán s<strong>el</strong>lados a sus<br />
padres con un lazo sempiterno y no habrá poder en la<br />
tierra ni en <strong>el</strong> infierno que podrá se<strong>para</strong>rlos de <strong>el</strong>los<br />
en la eternidad; volverán otra vez a la fuente de<br />
donde provinieron” (Enseñanzas de los Presidentes de la<br />
Iglesia: Brigham Young, pág. 183).<br />
La Primera Presidencia: Spencer W. Kimball, N.<br />
Eldon Tanner, Marion G. Romney<br />
“En una época en que la santidad d<strong>el</strong> hogar se<br />
encuentra bajo ataque y en la que <strong>el</strong> cuidado de los<br />
hijos se trata a la ligera, nos hemos propuesto, por<br />
medio d<strong>el</strong> <strong>manual</strong> de la noche de hogar, recalcar a<br />
los padres la importancia de nutrir <strong>el</strong> amor en <strong>el</strong><br />
hogar <strong>para</strong> que en lo futuro, si uno de los hijos que<br />
ha recibido instrucción se descarría, éste en su<br />
momento regrese <strong>para</strong> no perder su lugar en <strong>el</strong> círculo<br />
<strong>eterno</strong> de la familia” (Family Home Evening:<br />
Love Makes Our House a Home, pág. 2).<br />
Élder Boyd K. Packer<br />
“No es raro que algunos padres [responsables] pierdan<br />
a uno de sus hijos, por un tiempo, a causa de<br />
influencias que están fuera de su control. Se angustian<br />
por los hijos; …se preguntan por qué no pueden<br />
hacer nada cuando se esforzaron tanto <strong>para</strong><br />
hacer lo que debían.<br />
“Tengo la convicción de que esas influencias inicuas<br />
algún día serán abolidas.<br />
“ ‘El pr<strong>of</strong>eta José Smith enseñó —y jamás enseñó<br />
una doctrina más reconfortante— que <strong>el</strong> s<strong>el</strong>lamiento<br />
<strong>eterno</strong> de padres fi<strong>el</strong>es y las divinas promesas que se<br />
C ONVENIOS Y ORDENANZAS 93<br />
les hayan hecho por su valiente servicio en la Causa<br />
de la Verdad, los salvarían no sólo a <strong>el</strong>los, sino también<br />
a su posteridad… Oren por sus hijos descuidados<br />
y desobedientes; manténganse cerca de <strong>el</strong>los<br />
mediante la fe. Continúen con esperanza y confianza<br />
hasta ver la salvación de Dios’ (Orson F. Whitney, en<br />
Conference Report, abril de 1929, pág. 110).<br />
“No se puede recalcar demasiado <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong><br />
en <strong>el</strong> templo, los lazos de unión de la ordenanza<br />
s<strong>el</strong>ladora y las normas requeridas de dignidad.<br />
Cuando los padres guardan los convenios que han<br />
hecho en <strong>el</strong> altar d<strong>el</strong> templo, sus hijos estarán s<strong>el</strong>lados<br />
a <strong>el</strong>los <strong>para</strong> siempre” (véase Liahona, julio de<br />
1992, pág. 75).<br />
Élder James E. Faust<br />
“Hay grandes promesas espirituales que pueden<br />
ayudar a los padres fi<strong>el</strong>es en la Iglesia. Los hijos<br />
s<strong>el</strong>lados eternamente a los padres pueden recibir las<br />
grandes bendiciones que se prometieron a sus<br />
valientes antepasados, que cumplieron noblemente<br />
con sus convenios. Si los padres guardan los convenios<br />
que hicieron con Dios, Él también los respetará.<br />
De esa forma los hijos se convierten en<br />
beneficiarios y herederos de estos grandes convenios<br />
y promesas. Y todo esto por ser los hijos d<strong>el</strong> convenio”<br />
(Liahona, enero de 1991, pág. 40).<br />
EL MATRIMONIO POR CONVENIO<br />
Élder Bruce C. Hafen<br />
De los Setenta<br />
Liahona, enero de 1997, págs.<br />
28–30<br />
El <strong>matrimonio</strong> constituye un convenio, no<br />
un contrato<br />
Hace tres veranos, vi salir de un sagrado templo a<br />
una pareja de recién casados, Tracy y Tom. Tomados<br />
de la mano, reían dichosos mientras familiares y<br />
amigos se reunían <strong>para</strong> tomar fotografías. Después<br />
vi la f<strong>el</strong>icidad y la promesa expresada en sus rostros<br />
al saludar a los invitados a la recepción de su boda,<br />
quienes c<strong>el</strong>ebraban públicamente la creación de una<br />
nueva familia. Aqu<strong>el</strong>la noche, me pregunté cuánto<br />
tiempo pasaría hasta que esos dos hicieran frente a<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO