el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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F ELICIDAD EN EL MATRIMONIO<br />
Sé que fue ordenado por Dios y que toda restricción<br />
dentro de este vínculo ha sido impuesta <strong>para</strong> proteger<br />
nuestra propia f<strong>el</strong>icidad.<br />
“No creo que haya ningún momento mejor en toda<br />
la historia d<strong>el</strong> mundo <strong>para</strong> que una joven pareja<br />
enamorada, y con la debida edad y pre<strong>para</strong>ción,<br />
piense en <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>; no puede haber mejor<br />
momento, porque éste es <strong>el</strong> momento que les pertenece<br />
a ustedes.<br />
“Reconozco que vivimos en una época sumamente<br />
difícil. Los problemas que enfrentamos repercuten<br />
severamente en los <strong>matrimonio</strong>s.<br />
“No pierdan la fe en <strong>el</strong> vínculo matrimonial, ni<br />
siquiera si han experimentado la angustia de un<br />
divorcio y todavía están rodeados por los escombros<br />
de un <strong>matrimonio</strong> destrozado” (véase Liahona,<br />
agosto de 1981, pág. 18).<br />
Élder Bruce R. McConkie<br />
“No hay nada tan importante en este mundo como<br />
la creación y perfección de las [familias]” (Liahona,<br />
noviembre de 1970, pág. 29).<br />
“Toda la mira y <strong>el</strong> propósito d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io es que<br />
tanto <strong>el</strong> hombre como la mujer, unidos en uno ante<br />
<strong>el</strong> Señor, puedan crear <strong>para</strong> sí [familias] eternas. El<br />
<strong>matrimonio</strong> c<strong>el</strong>estial nos pre<strong>para</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> gozo y la<br />
f<strong>el</strong>icidad más grandiosos que los mortales conozcan<br />
y <strong>para</strong> vivir la vida eterna en los reinos por venir”<br />
(Liahona, enero de 1980, pág. 84).<br />
Élder James E. Faust<br />
“La f<strong>el</strong>icidad en <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> y en la paternidad<br />
puede exceder en miles de veces a cualquier otro tipo<br />
de f<strong>el</strong>icidad” (Liahona, febrero de 1978, pág. 12).<br />
El estudio de las Escrituras<br />
En los siguientes pasajes de las Escrituras, identifique<br />
los principios que nos ayudan a entender la<br />
manera de lograr la f<strong>el</strong>icidad en <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>:<br />
Job 6:25<br />
Proverbios 15:1<br />
Mateo 12:34–37<br />
1 Nefi 1:20<br />
Alma 41:10<br />
Doctrina y Convenios 42:22–23; 50:28<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
Satanás intenta destruir la f<strong>el</strong>icidad<br />
Presidente Gordon B. Hinckley<br />
“Quizás nuestra mayor preocupación se centre en<br />
las familias. La familia se está desmoronando en<br />
todo <strong>el</strong> mundo. En todas partes se están rompiendo<br />
los vínculos tradicionales que unen al<br />
padre, a la madre y a los hijos. Tenemos que hacer<br />
frente a esto en nuestro propio medio. Hay demasiados<br />
hogares destrozados entre los nuestros. El<br />
amor que llevó al <strong>matrimonio</strong> de algún modo se<br />
evapora y <strong>el</strong> odio ocupa su lugar; se quebrantan<br />
corazones, los hijos sufren. ¿No podemos mejorar?<br />
Por supuesto que sí. Es <strong>el</strong> egoísmo lo que causa la<br />
mayoría de estas tragedias. Si existe[n] la paciencia<br />
y <strong>el</strong> perdón, si con ahínco se procura la f<strong>el</strong>icidad<br />
de nuestro compañero, entonces <strong>el</strong> amor florecerá<br />
y se fortalecerá.<br />
“Al mirar hacia <strong>el</strong> futuro, veo poco de qué entusiasmarme<br />
con respecto a la familia tanto en los<br />
Estados Unidos como en <strong>el</strong> mundo. Las drogas y <strong>el</strong><br />
alcohol están causando grandes estragos que no<br />
parecen disminuir. El lenguaje áspero d<strong>el</strong> uno <strong>para</strong><br />
con <strong>el</strong> otro, la indiferencia ante las necesidades ajenas,<br />
todo parece ir en aumento. Hay tanto abuso<br />
infantil; hay tanto abuso d<strong>el</strong> cónyuge; <strong>el</strong> creciente<br />
abuso de los ancianos; todo esto seguirá sucediendo<br />
y empeorará a menos que exista un reconocimiento<br />
serio, una convicción fuerte y ferviente con respecto<br />
al hecho de que la familia es un instrumento d<strong>el</strong><br />
Todopoderoso. Es Su creación; es también la unidad<br />
básica de la sociedad.<br />
“Levanto una voz de amonestación a nuestro pueblo.<br />
Nos hemos acercado demasiado a la forma de ser de<br />
nuestra sociedad en este asunto. Por supuesto que<br />
hay buenas familias; las hay en todas partes, pero<br />
también existen muchas que están en problemas.<br />
Ésta es una enfermedad que tiene remedio. La receta<br />
es simple y maravillosamente eficaz: Es amor; es<br />
amor y respeto diario claro y simple. Es una planta<br />
tierna que necesita abono, pero que vale todo <strong>el</strong><br />
esfuerzo que podamos ponerle” (Liahona, enero de<br />
1998, págs. 81–82).<br />
“A veces existen causas legítimas <strong>para</strong> <strong>el</strong> divorcio.<br />
No puedo decir que nunca es justificado. Pero digo<br />
con toda seguridad que esta plaga que parece estar<br />
en aumento en todos lados no es de Dios, sino que<br />
es la obra d<strong>el</strong> enemigo de la rectitud, de la paz y de<br />
la verdad” (Liahona, julio de 1991, pág. 80).