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el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

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MADRES QUE<br />

TRABAJAN FUERA<br />

DEL HOGAR<br />

Es casi imposible ser una ama de<br />

casa todo <strong>el</strong> día y al mismo tiempo<br />

trabajar fuera de la casa<br />

jornadas enteras.<br />

—Presidente Gordon B. Hinckley<br />

ENSEÑANZAS SELECCIONADAS<br />

Presidente Spencer W. Kimball<br />

“Se espera que <strong>el</strong> marido mantenga a la familia y<br />

sólo en caso de emergencia debe la esposa salir a<br />

buscar empleo fuera d<strong>el</strong> hogar. A <strong>el</strong>la le corresponde<br />

estar en <strong>el</strong> hogar <strong>para</strong> que éste se convierta en un<br />

agradable refugio.<br />

“Muchos divorcios comienzan a germinar en <strong>el</strong><br />

momento exacto en que la esposa sale d<strong>el</strong> hogar y<br />

entra al mundo d<strong>el</strong> empleo. Dos ingresos <strong>el</strong>evan la<br />

calidad de vida por encima de la norma. Cuando los<br />

dos cónyuges tienen empleo, la vida plena y adecuada<br />

de la familia se ve interrumpida, las oraciones<br />

familiares pasan a ser irregulares y se genera una<br />

independencia que va en contra de la cooperación,<br />

causando distorsiones, poniendo límites a la familia<br />

y frustrando a los hijos que ya han nacido…<br />

“…Les suplico a quienes pueden y deben estar<br />

criando una familia: Esposas, dejen de lado la<br />

máquina de escribir, la lavandería, la guardería, la<br />

fábrica, la cafetería, y regresen al hogar.<br />

“No existe pr<strong>of</strong>esión que sea remotamente tan importante<br />

como la de esposa, ama de casa, madre, con sus<br />

responsabilidades tales como cocinar, lavar los platos<br />

y tender las camas de los preciados hijos y d<strong>el</strong> marido.<br />

“Esposas, regresen al hogar, regresen a sus maridos.<br />

Hagan d<strong>el</strong> hogar un refugio <strong>para</strong> <strong>el</strong>los. Regresen,<br />

esposas, a sus hijos, tanto los nacidos como los que<br />

están por nacer. Vístanse con <strong>el</strong> manto de la maternidad<br />

y, sin avergonzarse, ayuden en la función<br />

255<br />

primordial de crear cuerpos <strong>para</strong> las almas inmortales<br />

que con anh<strong>el</strong>o están a la espera.<br />

“Una vez que hayan complementado plenamente a<br />

sus esposos en la vida d<strong>el</strong> hogar y que hayan dado a<br />

luz hijos que crecen en completa fe, integridad, responsabilidad<br />

y bondad, habrán logrado <strong>el</strong> máximo<br />

éxito, <strong>el</strong> que no tiene com<strong>para</strong>ción, <strong>el</strong> que es digno<br />

de envidia por todo <strong>el</strong> tiempo y la eternidad” (discurso<br />

pronunciado en una charla fogonera en San<br />

Antonio, Texas, págs. 27, 32–33).<br />

“¿Qué creen que piensa <strong>el</strong> Señor de las personas que<br />

prefieren tener pianos, t<strong>el</strong>evisores, muebles o autos<br />

en lugar de hijos de carne y hueso, y no es ese <strong>el</strong><br />

caso cuando la gente se da esos lujos y dice que <strong>el</strong><br />

dinero no le alcanza <strong>para</strong> tener hijos?” (Teachings <strong>of</strong><br />

Spencer W. Kimball, pág. 329).<br />

“Hemos dicho a menudo que sólo las madres pueden<br />

rendir este divino servicio llamado maternidad. No<br />

se puede d<strong>el</strong>egar a nadie más. No lo pueden rendir<br />

ni las enfermeras, ni las guarderías, ni las niñeras, ni<br />

los más amables parientes. Sólo una madre —con la<br />

ayuda de un padre, hermanos y otros parientes amorosos—<br />

puede dar la totalidad d<strong>el</strong> atento cuidado que<br />

se necesita” (“<strong>The</strong> Blessings and Responsibilities <strong>of</strong><br />

Womanhood”, Ensign, marzo de 1976, pág. 73).<br />

Presidente Ezra Taft Benson<br />

“…dediquen tiempo a estar presentes y disponibles<br />

cuando sus hijos vayan y vengan: cuando salgan<br />

<strong>para</strong> la escu<strong>el</strong>a y cuando vu<strong>el</strong>van de <strong>el</strong>la, cuando<br />

salgan con otros jóvenes y cuando regresen d<strong>el</strong><br />

paseo, cuando lleven amigos a casa. Estén allí ya sea<br />

que tengan hijos de seis o dieciséis años… Entre los<br />

mayores problemas que enfrenta nuestra sociedad<br />

está <strong>el</strong> de los millones de niños que vu<strong>el</strong>ven diariamente<br />

a una casa vacía y sin supervisión debido a<br />

que ambos padres trabajan” (A las madres en Sión).<br />

“Cuando en una familia <strong>el</strong> esposo es sano y puede<br />

trabajar, se espera que mantenga a su familia. A veces<br />

nos cuentan de esposos que debido a condiciones<br />

económicas adversas han perdido <strong>el</strong> trabajo y esperan<br />

que sus esposas salgan a trabajar, aunque <strong>el</strong>los son<br />

todavía muy capaces de mantener a su familia. En<br />

estos casos, instamos al esposo a hacer todo lo que<br />

esté a su alcance <strong>para</strong> que su esposa pueda quedarse<br />

en la casa cuidando a los hijos mientras él continúa<br />

manteniendo a la familia lo mejor posible, a pesar de<br />

que <strong>el</strong> trabajo que pueda conseguir no sea ideal y tengan<br />

que ajustar <strong>el</strong> presupuesto familiar…<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

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