el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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dado una ley; y <strong>para</strong> cada ley también hay ciertos<br />
límites y condiciones” (D. y C. 88:38).<br />
Los Santos de los Últimos Días casados deben acordarse<br />
de que no todo lo que <strong>el</strong> mundo aprueba y<br />
alienta como forma de expresión de amor romántico<br />
puede existir en un <strong>matrimonio</strong> <strong>eterno</strong>. Como dijo<br />
<strong>el</strong> élder Boyd K. Packer: “El mayor engaño que en<br />
nuestros días se ha inculcado en <strong>el</strong> género humano<br />
es la importancia exagerada que se le da a la satisfacción<br />
física en lo que respecta al amor romántico. Se<br />
trata sencillamente de una repetición d<strong>el</strong> mismo<br />
d<strong>el</strong>irio que se ha imbuido en cada generación<br />
pasada. Cuando aprendemos que la satisfacción<br />
física es un efecto secundario d<strong>el</strong> amor, y no su<br />
fuerza motriz, hacemos un descubrimiento superlativo”<br />
(Eternal Love, 1973, pág. 15).<br />
A medida que la pareja se quiere más y más y<br />
madura en amor, llega a saber que esa exquisita<br />
mezcla de lo espiritual y lo físico en la r<strong>el</strong>ación establece<br />
un fundamento sólido <strong>para</strong> su unión eterna.<br />
El <strong>matrimonio</strong> es una prioridad<br />
Dado que <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io restaurado rev<strong>el</strong>a que la vida<br />
eterna junto al Padre C<strong>el</strong>estial se vivirá en familia,<br />
sería sensato darle prioridad en esta vida a la pre<strong>para</strong>ción<br />
y al desarrollo de r<strong>el</strong>aciones matrimoniales satisfactorias<br />
así como a nuestro desempeño eficaz en<br />
calidad de padres. Si no hemos dado la importancia<br />
suficiente a los consejos inspirados de los pr<strong>of</strong>etas<br />
acerca d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>, nos convendrá replantear<br />
nuestras ideas al respecto. Todos los pr<strong>of</strong>etas en años<br />
recientes han afirmado categóricamente que todos los<br />
que tengan la oportunidad de hacerlo deben esmerarse<br />
por lograr un <strong>matrimonio</strong> y una familia <strong>eterno</strong>s.<br />
Sin embargo, Satanás procurará que hagamos lo<br />
contrario, y habrá voces seductoras que nos hablarán<br />
de logros mundanos y posesiones que nos pueden<br />
llevar por desvíos p<strong>el</strong>igrosos hacia lugares de los<br />
cuales no será fácil volver. Las decisiones pequeñas<br />
y aparentemente insignificantes que se tomen por<br />
<strong>el</strong> camino tendrán importantes consecuencias que<br />
acabarán por determinar nuestro destino final.<br />
En <strong>el</strong> primer año de nuestro <strong>matrimonio</strong>, cuando<br />
yo batallaba como estudiante de primer año de la<br />
Facultad de Derecho y mi esposa se sentía abrumada<br />
por su primer empleo como maestra, tomamos una<br />
decisión importante. Con todas nuestras idas y<br />
venidas, casi no nos veíamos, lo que estaba debilitando<br />
de forma obvia nuestra r<strong>el</strong>ación.<br />
Incluso los domingos resultaban abrumadores porque<br />
tratábamos de cumplir con nuestros llamamientos<br />
mientras intentábamos ponernos al día en los<br />
estudios y pre<strong>para</strong>rnos <strong>para</strong> la escu<strong>el</strong>a. Finalmente,<br />
una noche nos sentamos y decidimos que si nuestro<br />
<strong>matrimonio</strong> nos importaba, más valía que empezáramos<br />
a actuar de forma correspondiente. Nos pusimos<br />
de acuerdo en santificar <strong>el</strong> día de reposo<br />
plenamente al abstenernos de trabajar y estudiar,<br />
y al dedicarnos con devoción a fortalecer nuestro<br />
<strong>matrimonio</strong>. De inmediato experimentamos un<br />
aumento en la intensidad de nuestros sentimientos<br />
d<strong>el</strong> uno <strong>para</strong> con <strong>el</strong> otro y también observamos<br />
marcadas mejoras en otros aspectos, entre <strong>el</strong>los mis<br />
calificaciones y las clases de Kathy. Han pasado<br />
veintiséis años y seguimos enfrentando muchas<br />
<strong>el</strong>ecciones y muchos asuntos parecidos. Es mi esperanza<br />
y oración que los estemos resolviendo a favor<br />
de las cosas que más importan.<br />
A la perfección se llega gradualmente<br />
El Salvador logró la perfección d<strong>el</strong> siguiente modo:<br />
“…no recibió de la plenitud al principio, sino que<br />
continuó de gracia en gracia hasta que recibió la<br />
plenitud” (D. y C. 93:13).<br />
El reconocer que la perfección d<strong>el</strong> Salvador vino<br />
gradualmente puede dar consu<strong>el</strong>o a dos seres imperfectos<br />
que están tratando de llevar un <strong>matrimonio</strong><br />
perfecto. En mi propio caso, hace poco me atreví a<br />
preguntarle algo muy riesgoso a mi señora: “¿Qué<br />
piensas de mi progreso en nuestro <strong>matrimonio</strong>?”.<br />
Su respuesta fue alentadora: “Bueno, me parece que<br />
eres más amable que antes”.<br />
Yo creo que los que se pasan la vida con una lista<br />
de atributos perfectos que quieren en su futuro<br />
compañero se van a quedar con las manos vacías.<br />
Algunos de esos atributos se harán presentes en<br />
embrión durante <strong>el</strong> cortejo y llevará toda una vida<br />
perfeccionarlos.<br />
Tengamos una entrega total<br />
A MOR 23<br />
Otro principio d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io que aporta mucho<br />
al desarrollo d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> <strong>eterno</strong> es tener una<br />
entrega total a nuestros compañeros, así como dice<br />
este pasaje de las Escrituras: “Amarás a tu esposa<br />
con todo tu corazón, y te allegarás a <strong>el</strong>la y a ninguna<br />
otra” (D. y C. 42:22).<br />
Obviamente, este pasaje también implica que “amarás<br />
a tu esposo con todo tu corazón, y te allegarás a<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO