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el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

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La responsabilidad primordial de la madre es criar<br />

a los hijos. En estas responsabilidades sagradas, <strong>el</strong><br />

padre y la madre, como iguales, están obligados a<br />

ayudarse mutuamente. Las incapacidades físicas,<br />

la muerte u otras circunstancias pueden requerir<br />

una adaptación individual. Otros familiares deben<br />

ayudar cuando sea necesario.<br />

ADVERTIMOS a las personas que violan los convenios<br />

de castidad, que abusan de su cónyuge o de sus<br />

hijos, o que no cumplen con sus responsabilidades<br />

familiares, que un día deberán responder ante Dios.<br />

Aún más, advertimos que la desintegración de la<br />

familia traerá sobre <strong>el</strong> individuo, las comunidades y<br />

las naciones las calamidades predichas por los pr<strong>of</strong>etas<br />

antiguos y modernos.<br />

HACEMOS UN LLAMADO a los ciudadanos responsables<br />

y a los representantes de los gobiernos de todo <strong>el</strong><br />

mundo a fin de que ayuden a promover medidas<br />

destinadas a fortalecer la familia y mantenerla como<br />

base fundamental de la sociedad.<br />

ENSEÑANZAS SELECCIONADAS<br />

Presidente Gordon B. Hinckley<br />

“Elogio a los padres y a las madres de familia que<br />

son leales <strong>el</strong> uno al otro y que crían a sus hijos con<br />

fe y con amor. Ha habido una reacción magnífica a<br />

la Proclamación sobre la familia, que se publicó <strong>el</strong><br />

pasado mes de octubre. Confiamos en que la lean<br />

una y otra vez” (Liahona, julio de 1996, pág. 72).<br />

Élder M. Russ<strong>el</strong>l Ballard<br />

“La reciente proclamación sobre la familia que<br />

hicieron la Primera Presidencia y <strong>el</strong> Quórum de los<br />

Doce Apóstoles al mundo establece muy claramente<br />

que la familia es ordenada por Dios; además,<br />

advierte que su desintegración acarreará al hombre,<br />

a las comunidades y a las naciones las calamidades<br />

que los pr<strong>of</strong>etas antiguos y modernos han predicho”<br />

(Liahona, julio de 1996, pág. 88).<br />

Élder Richard G. Scott<br />

“Aprende <strong>el</strong> fundamento doctrinal d<strong>el</strong> gran plan de<br />

f<strong>el</strong>icidad estudiando las Escrituras, meditándolas y<br />

orando <strong>para</strong> comprenderlas. Estudia con atención y<br />

aplica la Proclamación de la Primera Presidencia y<br />

<strong>el</strong> Consejo de los Doce Apóstoles [sobre la familia].<br />

Fue inspirada por <strong>el</strong> Señor” (Liahona, enero de<br />

1997, pág. 85).<br />

L A F AMILIA: UNA PROCLAMACIÓN PARA EL MUNDO 227<br />

Élder Merrill J. Bateman<br />

“La proclamación enseña que ‘los <strong>matrimonio</strong>s y las<br />

familias que logran tener éxito se establecen y mantienen<br />

sobre los principios de la fe, la oración, <strong>el</strong><br />

arrepentimiento, <strong>el</strong> perdón, <strong>el</strong> respeto, <strong>el</strong> amor, la<br />

compasión, <strong>el</strong> trabajo y las actividades recreativas<br />

edificantes’. En otras palabras, <strong>el</strong> Señor mide <strong>el</strong><br />

éxito de una familia en base a la calidad de sus r<strong>el</strong>aciones.<br />

En un hogar en <strong>el</strong> cual rigen la fe, <strong>el</strong> amor y<br />

<strong>el</strong> perdón, sus integrantes hallan gozo y satisfacción<br />

al estar juntos. Lo ideal es que <strong>el</strong> padre presida en<br />

amor y rectitud, provea <strong>para</strong> abastecer las cosas<br />

necesarias <strong>para</strong> la vida y proteja a la familia, mientras<br />

que la madre tiene la responsabilidad primordial<br />

de la crianza de los hijos. El mundo, por su<br />

parte, su<strong>el</strong>e medir <strong>el</strong> éxito de la familia en base a la<br />

acumulación de cosas mundanas y d<strong>el</strong> tamaño d<strong>el</strong><br />

inmueble que se hereda a los hijos” (“<strong>The</strong> Eternal<br />

Family”, pág. 115).<br />

El principio de la fe<br />

Mateo 9:29<br />

“Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a<br />

vuestra fe os sea hecho”.<br />

2 Corintios 5:7<br />

“Porque por fe andamos, no por vista”.<br />

Filipenses 4:13<br />

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.<br />

1 Nefi 3:7<br />

“Iré y haré lo que <strong>el</strong> Señor ha mandado, porque sé<br />

que él nunca da mandamientos a los hijos de los<br />

hombres sin pre<strong>para</strong>rles la vía <strong>para</strong> que cumplan lo<br />

que les ha mandado”.<br />

Doctrina y Convenios 76:53<br />

“Y son quienes vencen por la fe, y son s<strong>el</strong>lados<br />

por <strong>el</strong> Santo Espíritu de la promesa, que <strong>el</strong> Padre<br />

derrama sobre todos los que son justos y fi<strong>el</strong>es”.<br />

Presidente Joseph Fi<strong>el</strong>ding Smith<br />

“Cuando un hombre y una mujer sinceramente<br />

entran en un convenio matrimonial por tiempo y<br />

eternidad (y después que ‘vencen por la fe’ y son<br />

‘justos y fi<strong>el</strong>es’ [D. y C. 76:53]), <strong>el</strong> Espíritu Santo, que<br />

es <strong>el</strong> Espíritu de la promesa, registra o confirma ese<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

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