19.05.2013 Views

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

380<br />

T ENTACIONES DE S ATANÁS Y EL HOMBRE NATURAL<br />

CONTROLAR EL TEMPERAMENTO<br />

VIOLENTO<br />

Presidente Gordon B. Hinckley<br />

Primer Consejero de la Primera<br />

Presidencia<br />

Véase Liahona, enero de 1992,<br />

págs. 56–63<br />

Permítanme leerles otra carta. Quien escribió la<br />

carta dice: “Mi esposo es un buen hombre con<br />

muchas cualidades y rasgos de carácter sobresalientes,<br />

pero a pesar de esto, su carácter es muy dominante…<br />

Además, pierde <strong>el</strong> control fácilmente y<br />

cuando esto sucede, me recuerda de todo lo terrible<br />

que puede hacer.<br />

“Presidente Hinckley… le suplico que recuerde a los<br />

hermanos que <strong>el</strong> maltrato físico y verbal de las<br />

mujeres es imperdonable, que nunca es aceptable y<br />

que es una forma cobarde de solucionar los problemas,<br />

especialmente cuando <strong>el</strong> abusador es un poseedor<br />

d<strong>el</strong> sacerdocio”.<br />

Creo que la mayoría de los <strong>matrimonio</strong>s en la Iglesia<br />

son f<strong>el</strong>ices, que ambos cónyuges en esas uniones<br />

experimentan un sentido de seguridad, amor y dependencia<br />

mutua y que comparten las cargas igualmente.<br />

Estoy seguro que los niños en esos hogares, por lo<br />

menos en la mayoría de <strong>el</strong>los, crecen con un sentido<br />

de paz y seguridad, sabiendo que ambos padres les<br />

aprecian y aman y dándose cuenta que sus padres se<br />

aman mutuamente. No obstante, hermanos, estoy<br />

seguro de que hay suficientes hogares donde éste no<br />

es <strong>el</strong> caso como <strong>para</strong> justificar lo que voy a decir.<br />

¿Quién puede calcular las heridas, su pr<strong>of</strong>undidad y<br />

dolor, causados por palabras expresadas con ira? Da<br />

lástima ver a un hombre, fuerte en muchos aspectos,<br />

perder control de sí mismo cuando deja que algo destruya<br />

su autocontrol, usualmente algo insignificante.<br />

En todo <strong>matrimonio</strong>, por supuesto,<br />

existen diferencias de cuando en<br />

cuando. Pero no encuentro justificación<br />

<strong>para</strong> <strong>el</strong> temperamento que explota con<br />

la más mínima provocación.<br />

El autor d<strong>el</strong> libro de Proverbios dijo:<br />

“Cru<strong>el</strong> es la ira e impetuoso <strong>el</strong> furor”<br />

(Proverbios 27:4).<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />

¿Quién puede<br />

calcular las heridas,<br />

su pr<strong>of</strong>undidad y<br />

dolor, causados por<br />

palabras expresadas<br />

con ira?<br />

El carácter violento es una cosa terrible y corrosiva,<br />

y lo trágico de <strong>el</strong>lo es que no produce nada bueno.<br />

Sólo alimenta <strong>el</strong> mal con <strong>el</strong> resentimiento, la reb<strong>el</strong>ión<br />

y <strong>el</strong> dolor. A todo hombre o joven que me<br />

escucha, que tiene problemas <strong>para</strong> controlar la lengua,<br />

le sugiero que implore al Señor <strong>para</strong> que le dé<br />

fuerza <strong>para</strong> vencer su debilidad, que pida disculpas a<br />

su esposa y a sus hijos y que desarrolle <strong>el</strong> poder de<br />

disciplinar la lengua.<br />

A los jovencitos que están aquí hoy, les sugiero que<br />

controlen su temperamento en estos años formativos<br />

de su vida, en estos tiempos de pre<strong>para</strong>ción. Tal<br />

como les ha recordado <strong>el</strong> hermano [David B.]<br />

Haight, ésta es la temporada <strong>para</strong> desarrollar <strong>el</strong><br />

poder y la capacidad de disciplinarse. Quizá piensen<br />

que es de “machos” <strong>el</strong> enojarse, decir brutalidades y<br />

pr<strong>of</strong>anar <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong> Señor. Eso no es ser macho.<br />

Es una indicación de debilidad. El enojo no es una<br />

expresión de fortaleza, sino que es una indicación<br />

de la incapacidad de controlar los pensamientos, las<br />

palabras y las emociones. Por supuesto, es fácil enojarse.<br />

Cuando la debilidad d<strong>el</strong> enojo nos controla, la<br />

fuerza de la razón nos abandona. Cultiven <strong>el</strong> maravilloso<br />

poder de la autodisciplina.<br />

Lo hermoso de un <strong>matrimonio</strong> f<strong>el</strong>iz<br />

Qué hermosa es la ceremonia matrimonial d<strong>el</strong><br />

joven y la señorita que empiezan sus vidas juntos,<br />

arrodillados ante <strong>el</strong> altar en la Casa d<strong>el</strong> Señor, prometiéndose<br />

amor y lealtad durante esta vida y por<br />

toda la eternidad. Cuando los niños llegan a tal<br />

hogar, se les nutre, cuida, ama y bendice con la<br />

certeza de que su padre ama a su madre. En ese<br />

ambiente encuentran paz, fortaleza y seguridad. Al<br />

ver a su padre, desarrollan respeto hacia la mujer. Se<br />

les enseña autocontrol y autodisciplina, que traen la<br />

fortaleza <strong>para</strong> evitar una tragedia en <strong>el</strong> futuro.<br />

Los años pasan, y con <strong>el</strong> tiempo los hijos dejan <strong>el</strong><br />

hogar, uno a uno, y los padres se quedan solos otra<br />

vez. Pero tienen a un compañero con <strong>el</strong> cual pueden<br />

hablar, en <strong>el</strong> cual pueden apoyarse, al que pueden<br />

cuidar, animar y bendecir. Después,<br />

llega <strong>el</strong> otoño de la vida y ven <strong>el</strong><br />

pasado con satisfacción y f<strong>el</strong>icidad.<br />

Durante todo este tiempo ha reinado la<br />

lealtad y se han tratado con consideración<br />

y ternura. Ahora queda una cierta<br />

gentileza y moderación, efecto de una<br />

r<strong>el</strong>ación santa. Comprenden que la<br />

muerte puede llegar en cualquier

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!