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el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

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parias… que estas personas se odiaban a sí mismas y<br />

que esta actitud era culpa de la Iglesia”.<br />

Y lo que es más importante, también recibimos preguntas<br />

similares de miembros fi<strong>el</strong>es de la Iglesia.<br />

Una carta reciente nos sirve <strong>para</strong> ilustrar este punto:<br />

“Otra cosa que nos preocupa es que se catalogue a<br />

nuestros hijos e hijas como personas que practican<br />

un comportamiento anormal y lujurioso. Tal vez<br />

algunos lo hagan, pero la mayoría no lo hace. Lo<br />

único que estos jovencitos y jovencitas desean es<br />

sobrevivir, llevar una vida espiritual y permanecer<br />

cerca de su familia y de la Iglesia. Es especialmente<br />

perjudicial cuando estas referencias negativas provienen<br />

desde <strong>el</strong> púlpito. Creemos que <strong>para</strong> lo único<br />

que sirve ese tipo de sermones es <strong>para</strong> causar más<br />

depresión y gran culpabilidad, vergüenza y destrucción<br />

d<strong>el</strong> amor propio, cosas que han tenido que<br />

soportar durante toda su vida. A veces hay una<br />

verdadera carencia de la expresión d<strong>el</strong> amor puro<br />

de Cristo <strong>para</strong> ayudarlos a superar sus tribulaciones.<br />

Mucho les agradeceríamos cualquier cosa que<br />

pudieran hacer <strong>para</strong> ayudar en la difícil situación<br />

de estos hijos de nuestro Padre C<strong>el</strong>estial a quienes<br />

no se les comprende. Si algunas de las Autoridades<br />

Generales fueran más sensibles a este problema,<br />

ciertamente se evitarían los suicidios y los distanciamientos<br />

que surgen en las familias. Muchos<br />

simplemente no pueden tolerar <strong>el</strong> hecho de que<br />

los miembros de la Iglesia los consideren como<br />

‘personas inicuas’, y es por eso que se refugian en<br />

los estilos de vida homosexuales” 20 .<br />

Este tipo de información pone de manifiesto la<br />

necesidad de mejorar la forma de comunicarnos con<br />

nuestros hermanos y hermanas que luchan con problemas,<br />

con toda clase de problemas. Todo miembro<br />

de la Iglesia de Cristo dispone de la bien definida<br />

responsabilidad doctrinal de demostrar amor, prestar<br />

ayuda y manifestar comprensión. Tanto los pecadores<br />

como aqu<strong>el</strong>los que se esfuerzan por resistir<br />

sentimientos indebidos, no son personas a las que<br />

se les deba echar fuera, sino gente a la que se le<br />

debe amar y ayudar (véase 3 Nefi 18:22–23, 30, 32).<br />

Al mismo tiempo, los líderes y los miembros de la<br />

Iglesia no pueden evadir su responsabilidad de enseñar<br />

principios y comportamiento correctos (en<br />

todos los aspectos), aun si <strong>el</strong>lo es algo incómodo<br />

<strong>para</strong> algunas personas.<br />

A los líderes de la Iglesia a veces se les pregunta si<br />

hay un lugar en La Iglesia de Jesucristo de los<br />

Santos de los Últimos Días <strong>para</strong> personas con<br />

A TRACCIÓN ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO 33<br />

predisposiciones o sentimientos homosexuales o<br />

lesbianos. Naturalmente que sí. El grado de dificultad<br />

y <strong>el</strong> procedimiento necesario <strong>para</strong> abstenerse de<br />

ese comportamiento y dominar los pensamientos<br />

será diferente <strong>para</strong> cada persona, pero <strong>el</strong> mensaje<br />

de esperanza y la mano de amistad que tiende la<br />

Iglesia son los mismos <strong>para</strong> todos los que se esfuercen<br />

por lograrlo.<br />

En la respuesta que le di al reportero de la t<strong>el</strong>evisión<br />

que dijo que la Iglesia enseñaba que esas personas<br />

eran unos parias, traté de describir las distinciones<br />

principales; le dije:<br />

“La persona que esté esforzándose por resistir esas<br />

tendencias no debe sentirse un paria. Pero una cosa<br />

muy diferente son las r<strong>el</strong>aciones sexuales fuera de<br />

los vínculos d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>. La persona que participe<br />

en esa clase de actos bien debería sentir culpabilidad;<br />

debería sentirse apartada de Dios, quien ha<br />

dado mandamientos contra esa clase de conducta.<br />

No me sorprende que esa persona se sienta se<strong>para</strong>da<br />

de su iglesia. Lo que me sorprende es que piense que<br />

la Iglesia puede revocar los mandamientos de Dios…<br />

Con la mujer que fue sorprendida en adulterio (lo<br />

cual establece un buen precedente <strong>para</strong> nosotros)…<br />

[<strong>el</strong> Salvador] fue misericordioso y caritativo… pero<br />

Él le dijo: ‘Vete y no peques más’. Él amaba al pecador,<br />

mas condenaba <strong>el</strong> pecado. Creo que la Iglesia<br />

hace lo mismo, tal vez de manera un tanto imperfecta,<br />

pero eso es lo que enseñamos a nuestros<br />

miembros: amar al pecador y condenar <strong>el</strong> pecado” 21 .<br />

Las penas de aqu<strong>el</strong>los que luchan contra la atracción<br />

hacia personas d<strong>el</strong> mismo sexo no son únicas.<br />

Hay muchas clases de tentaciones: las sexuales y las<br />

de otras índoles. El deber de oponer resistencia al<br />

pecado se aplica a todas <strong>el</strong>las.<br />

La ayuda más importante que la Iglesia puede <strong>of</strong>recer<br />

a las personas que hayan sucumbido al pecado o<br />

a las que se estén esforzando por resistirlo, es cumplir<br />

su divina misión de enseñar la doctrina verdadera<br />

y administrar las ordenanzas divinas d<strong>el</strong><br />

evang<strong>el</strong>io restaurado. El evang<strong>el</strong>io se aplica de igual<br />

forma a todos; su verdad primordial es la expiación<br />

y la resurrección de nuestro Salvador, las cuales Él<br />

llevó a cabo a fin de que obtuviésemos la inmortalidad<br />

y la vida eterna. Con objeto de lograr esa finalidad,<br />

la meta divina y prescrita <strong>para</strong> todo hijo de<br />

Dios es <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> <strong>eterno</strong>, en esta vida o en la<br />

vida venidera. Sin embargo, esta meta sagrada ha de<br />

lograrse a la manera d<strong>el</strong> Señor. Por ejemplo, <strong>el</strong> presidente<br />

Gordon B. Hinckley ha declarado que <strong>el</strong><br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

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