el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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esto aspiramos” 6 . ¿Qué es lo que creemos que nos<br />
motivará a seguir ad<strong>el</strong>ante? ¿Qué esperamos?<br />
¿Cuáles son las cosas virtuosas, b<strong>el</strong>las o dignas de<br />
alabanza que debemos buscar? Yo creo que debemos<br />
esforzarnos por cultivar en nuestro interior los rasgos<br />
de carácter d<strong>el</strong> Salvador.<br />
Fe, esperanza y caridad<br />
Me vienen a la memoria las palabras d<strong>el</strong> apóstol<br />
Pablo: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y<br />
<strong>el</strong> amor, estos tres; pero <strong>el</strong> mayor de <strong>el</strong>los es <strong>el</strong><br />
amor” 7 . Esos divinos atributos deben grabarse en<br />
nuestro corazón y en nuestra mente <strong>para</strong> que nos<br />
guíen en todo lo que hagamos. En Moroni leemos:<br />
“…Allegaos, pues, a la caridad, que es mayor que<br />
todo… a quien la posea en <strong>el</strong> postrer día, le irá<br />
bien” 8 . La caridad puede ser la expresión demostrativa<br />
de la fe y de la esperanza. Si se buscan y se<br />
obtienen, estos tres <strong>el</strong>ementos fundamentales d<strong>el</strong><br />
carácter c<strong>el</strong>estial permanecerán con nosotros en<br />
esta vida y en la vida venidera, una vez que hayamos<br />
pasado <strong>el</strong> v<strong>el</strong>o. Recuerden que “…<strong>el</strong> mismo<br />
espíritu que posea vuestros cuerpos al salir de esta<br />
vida… tendrá poder <strong>para</strong> poseer vuestro cuerpo en<br />
aqu<strong>el</strong> mundo <strong>eterno</strong>” 9 . No debemos esperar ni un<br />
sólo día <strong>para</strong> intensificar nuestros esfuerzos con <strong>el</strong><br />
fin de fortalecer esos atributos virtuosos, b<strong>el</strong>los y<br />
dignos de alabanza.<br />
Cuando guardamos los mandamientos d<strong>el</strong> Señor, la<br />
fe, la esperanza y la caridad moran con nosotros.<br />
Esas virtudes “…destilará[n] sobre [nuestra] alma<br />
como rocío d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o” 10 , y nos pre<strong>para</strong>remos <strong>para</strong><br />
presentarnos ante <strong>el</strong> Señor y Salvador, Jesucristo,<br />
“…sin mancha y sin contaminación” 11 .<br />
Al leer las Escrituras y meditar en <strong>el</strong>las, me he dado<br />
cuenta de que <strong>el</strong> perfeccionamiento de la fe, la esperanza<br />
y la caridad en nuestro interior es un proceso<br />
gradual. La fe hace que nazca la esperanza, y juntas<br />
fomentan la caridad. En Moroni leemos: “Por tanto,<br />
debe haber fe; y si debe haber fe, también debe<br />
haber esperanza; y si debe haber esperanza, debe<br />
haber caridad también” 12 . Al principio, esas tres virtudes<br />
podrían desarrollarse consecutivamente, pero<br />
una vez que se obtienen, se vu<strong>el</strong>ven interdependientes;<br />
cada una de <strong>el</strong>las es incompleta sin las otras<br />
dos; se apoyan y se fortalecen mutuamente. Moroni<br />
explicó: “Y a menos que tengáis caridad, de ningún<br />
modo seréis salvos en <strong>el</strong> reino de Dios; ni seréis salvos<br />
en <strong>el</strong> reino de Dios si no tenéis fe; ni tampoco,<br />
si no tenéis esperanza” 13 .<br />
Esas son las características virtuosas, b<strong>el</strong>las y dignas<br />
de alabanza que buscamos. A todos nos es familiar<br />
la enseñanza de Pablo: “El amor nunca deja de<br />
ser” 14 . No hay duda que necesitamos una fortaleza<br />
espiritual inquebrantable en nuestras vidas. Moroni<br />
registró la rev<strong>el</strong>ación de que “…la fe, la esperanza y<br />
la caridad [nos] conducen [al Señor], la fuente de<br />
toda rectitud” 15 .<br />
La Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, la Iglesia<br />
d<strong>el</strong> Señor restaurada sobre la tierra en la actualidad,<br />
nos guía hacia <strong>el</strong> Salvador y nos ayuda a desarrollar,<br />
a cultivar y a fortalecer esos atributos divinos. De<br />
hecho, Él ha rev<strong>el</strong>ado los requisitos necesarios <strong>para</strong><br />
obrar en Su servicio, con estas palabras: “Y nadie<br />
puede ayudar en <strong>el</strong>la a menos que sea humilde y<br />
lleno de amor, y tenga fe, esperanza y caridad” 16 .<br />
Mormón enseñó que “…la caridad es <strong>el</strong> amor puro de<br />
Cristo…”, y nos exhortó a pedir “al Padre con toda la<br />
energía de vuestros corazones, que seáis llenos de este<br />
amor que él ha otorgado a todos los que son discípulos<br />
verdaderos de su Hijo Jesucristo…” 17 . Adviértase<br />
que la caridad se da sólo a aqu<strong>el</strong>los que la buscan,<br />
aqu<strong>el</strong>los que oran fervientemente <strong>para</strong> obtenerla,<br />
aqu<strong>el</strong>los que son discípulos de Cristo. Antes de poder<br />
ser llenos de ese amor puro, debemos comenzar por <strong>el</strong><br />
principio, con <strong>el</strong> primer principio d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io; debemos<br />
tener “…primero, Fe en <strong>el</strong> Señor Jesucristo” 18 .<br />
Fe<br />
F UNDAMENTOS DE UN MATRIMONIO ETERNO 209<br />
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción<br />
de lo que no se ve” 19 . “…La fe no es tener un<br />
conocimiento perfecto de las cosas; de modo que si<br />
ten[emos] fe, ten[emos] esperanza en cosas que no se<br />
ven, y que son verdaderas” 20 . Los Santos de los Últimos<br />
Días podemos d<strong>el</strong>eitarnos en la fortaleza de<br />
nuestra fe porque tenemos la plenitud d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io.<br />
Si estudiamos, meditamos y oramos, aumentará<br />
nuestra fe en las cosas verdaderas de Dios que no<br />
se ven. Aun cuando comencemos con sólo “…un<br />
poco de fe… aunque no sea más que un deseo de<br />
creer…” 21 , con cuidado y atención, una pequeña<br />
semilla de fe puede crecer y convertirse en un exuberante<br />
y fuerte árbol de fructífero testimonio.<br />
La fe en <strong>el</strong> Señor Jesucristo nos motiva a arrepentirnos<br />
y, mediante <strong>el</strong> arrepentimiento que la expiación<br />
d<strong>el</strong> Señor ha hecho posible, podemos sentir la apacible<br />
paz d<strong>el</strong> perdón de nuestros pecados, nuestras<br />
debilidades y nuestros errores. Con fe en un renacimiento<br />
espiritual, somos bautizados y recibimos <strong>el</strong><br />
don d<strong>el</strong> Espíritu Santo.<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO