19.05.2013 Views

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El amor requiere acción, si es que ha de ser constante.<br />

El amor es un proceso, y no una declaración.<br />

No es un anuncio ni un capricho pasajero. El amor<br />

no es una conveniencia. Las proclamaciones de<br />

Dios, ‘Si me amáis, guardad mis mandamientos’ y<br />

si mi amas ‘pastorea mis ovejas’, deben recordarnos<br />

que a menudo podemos mostrar mejor nuestro<br />

amor por medio d<strong>el</strong> proceso de pastorear y guardar.<br />

“El amor a Dios requiere tiempo; <strong>el</strong> amor a la familia<br />

requiere tiempo; <strong>el</strong> amor a la patria requiere<br />

tiempo; <strong>el</strong> amor a la pareja requiere tiempo; <strong>el</strong> amor<br />

en <strong>el</strong> cortejo requiere tiempo; <strong>el</strong> amor a sí mismo<br />

requiere tiempo” (véase Liahona, febrero de 1976,<br />

págs. 92, 94).<br />

“El que ama tiene una responsabilidad y la siente.<br />

Pablo dijo en 1 Corintios que <strong>el</strong> amor no guarda<br />

rencor, no busca lo suyo, es sufrido y es benigno<br />

(véase 1 Corintios 13:4–5). Si observamos <strong>el</strong> amor<br />

entre dos personas que se pre<strong>para</strong>n <strong>para</strong> casarse en<br />

<strong>el</strong> templo, veremos en <strong>el</strong>las una disposición al sacrificio<br />

y <strong>el</strong> deseo de servirse <strong>el</strong> uno al otro, en lugar<br />

de un interés centrado en <strong>el</strong> ‘yo’. El amor y la f<strong>el</strong>icidad<br />

verdaderos, en <strong>el</strong> cortejo y en <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>, se<br />

basan en la honestidad, <strong>el</strong> autorrespeto, <strong>el</strong> sacrificio,<br />

la consideración, la cortesía y en colocar <strong>el</strong> ‘nosotros’<br />

antes que <strong>el</strong> ‘yo’” (véase Liahona, agosto de<br />

1981, pág. 33).<br />

Élder Neal A. Maxw<strong>el</strong>l<br />

“El amor perfecto tiene perfecta paciencia” (All<br />

<strong>The</strong>se Things Shall Give <strong>The</strong>e Experience, pág. 69).<br />

“A diferencia de nuestro amor, <strong>el</strong> de Jesús consiste<br />

tanto en la compostura activa como en <strong>el</strong> aliento<br />

constante. Su amor perfecto por todos y cada uno le<br />

salva de la necesidad de aceptarnos como somos<br />

ahora porque Él sabe perfectamente bien lo que<br />

tenemos <strong>el</strong> potencial de llegar a ser” (Even As I Am,<br />

pág. 18).<br />

Élder Richard G. Scott<br />

“El amor según <strong>el</strong> Señor <strong>el</strong>eva, protege, respeta y<br />

ennoblece, y motiva a sacrificarse <strong>el</strong> uno por <strong>el</strong><br />

otro” (Liahona, julio de 1991, pág. 36).<br />

Élder Joe J. Christensen<br />

“Estén prestos <strong>para</strong> pedir perdón. Por difícil que sea<br />

pronunciar las palabras, apresúrense a decir: ‘Lo<br />

siento, perdóname’, aun cuando sepan que ustedes<br />

no tienen toda la culpa. El verdadero amor aumenta<br />

A MOR 13<br />

entre aqu<strong>el</strong>los que están dispuestos a admitir errores y<br />

<strong>of</strong>ensas personales” (Liahona, julio de 1995, pág. 73).<br />

¿Cuáles son algunas falsificaciones que se<br />

confunden con <strong>el</strong> amor verdadero?<br />

Élder Spencer W. Kimball<br />

“A la hora d<strong>el</strong> pecado, <strong>el</strong> amor verdadero sale por la<br />

puerta de atrás y entra por la puerta grande la lujuria.<br />

El afecto pasa entonces a ser reemplazado por <strong>el</strong><br />

deseo de la carne y la pasión descontrolada. Se ha<br />

llegado a aceptar la doctrina que <strong>el</strong> diablo con tanto<br />

afán procura establecer: que las r<strong>el</strong>aciones sexuales<br />

ilícitas tienen justificativo” (Teachings <strong>of</strong> Spencer W.<br />

Kimball, pág. 279).<br />

“Si alguien cree que <strong>el</strong> manoseo u otras desviaciones<br />

son demostraciones de amor, que se pregunte esto:<br />

‘Si este cuerpo hermoso que acabo de usar indebidamente<br />

se viera de repente deformado o <strong>para</strong>lizado,<br />

¿volvería yo a usarlo así? Si este rostro encantador<br />

quedara marcado con quemaduras, o si este cuerpo<br />

que usé repentinamente perdiera motricidad, o esta<br />

mente brillante que he disfrutado quedara vegetal,<br />

¿sería yo un amante tan apasionado? Si la demencia<br />

senil o cualquiera de sus síntomas de repente atacaran<br />

a mi enamorado(a), ¿qué actitud adoptaría yo?’<br />

Las respuestas a estas preguntas pueden ayudar a<br />

verificar si es que realmente la persona está enamorada<br />

o si es más bien la atracción física la que alentó<br />

<strong>el</strong> contacto físico indebido. El jovencito que protege<br />

a su novia de todo uso y abuso, de todo insulto y<br />

deshonra, por parte de otros o de sí mismo, podría<br />

estar expresando <strong>el</strong> amor verdadero.<br />

“Mas <strong>el</strong> jovencito que usa a su compañera como un<br />

juguete biológico con <strong>el</strong> fin de lograr una satisfacción<br />

temporal evidencia lujuria, una sensación que<br />

se ubica en posición opuesta al amor. Una jovencita<br />

debe proceder de manera tal que sea atractiva espiritual,<br />

mental y físicamente, pero no debe hablar, vestir<br />

o actuar de manera tal que incite reacciones<br />

físicas en <strong>el</strong> compañero que tenga a su lado. Eso<br />

probablemente sea amor verdadero. Por su parte, la<br />

jovencita que tiene la necesidad de toquetear, incitar,<br />

manosear y tentar, no conoce <strong>el</strong> amor sino que<br />

evidencia lujuria y deseos de explotación” (Love versus<br />

Lust, págs. 18–19).<br />

Élder Boyd K. Packer<br />

“El mayor engaño que en nuestros días se ha inculcado<br />

en <strong>el</strong> género humano es la importancia<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!