el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
248<br />
L A F AMILIA: UNA PROCLAMACIÓN PARA EL MUNDO<br />
El Evang<strong>el</strong>io brinda luz y esperanza<br />
El conocimiento y la comprensión de la doctrina de<br />
que Dios vive, de que Jesús es <strong>el</strong> Cristo y de que tendremos<br />
la oportunidad de resucitar y vivir en la presencia<br />
de Dios <strong>el</strong> Padre y de Su Hijo Jesucristo, hace<br />
que sea posible soportar sucesos que de otro modo<br />
serían trágicos. Esa doctrina brinda un brillo de esperanza<br />
a un mundo que, de lo contrario, sería tenebroso<br />
y lúgubre; y contesta las sencillas preguntas:<br />
de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacia<br />
dónde vamos. Éstas son verdades que deben enseñarse<br />
y ponerse en práctica en nuestros hogares.<br />
Dios vive. Jesús es <strong>el</strong> Cristo. Por medio de Su<br />
Expiación, todos tendremos la oportunidad de resucitar.<br />
Ésa no es una bendición individual; es mucho<br />
más; es una bendición <strong>para</strong> cada uno de nosotros y<br />
<strong>para</strong> nuestras familias. Que podamos estar eternamente<br />
agradecidos, que podamos vivir en la presencia<br />
de Dios <strong>el</strong> Eterno Padre y Su Hijo Jesucristo, que<br />
podamos estar juntos por todas las eternidades, que<br />
podamos comprender <strong>el</strong> gozo, y que no sólo enseñemos<br />
esa doctrina sino también vivamos de<br />
acuerdo con <strong>el</strong>la, personalmente y en <strong>el</strong> seno familiar.<br />
Lo ruego en <strong>el</strong> nombre de Jesucristo. Amén.<br />
LA FAMILIA<br />
Élder Henry B. Eyring<br />
D<strong>el</strong> Quórum de los Doce<br />
Apóstoles<br />
Véase Liahona, octubre de<br />
1998, págs. 12–23. Charla fogonera<br />
d<strong>el</strong> SEI <strong>para</strong> jóvenes de edad<br />
universitaria, 5 de noviembre de<br />
1995.<br />
En <strong>el</strong> tiempo transcurrido desde la restauración d<strong>el</strong><br />
Evang<strong>el</strong>io de Jesucristo a través d<strong>el</strong> pr<strong>of</strong>eta José Smith<br />
hasta <strong>el</strong> 23 de septiembre de 1995, La Iglesia de<br />
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días emitió<br />
tan sólo cuatro proclamaciones. Desde la última, que<br />
describía <strong>el</strong> progreso que la Iglesia había logrado en<br />
los ciento cincuenta años de su historia, han pasado<br />
más de quince años. Y así, podemos comprender la<br />
importancia que da nuestro Padre C<strong>el</strong>estial al tema<br />
de la más reciente proclamación emitida.<br />
En vista de que nuestro Padre ama a Sus hijos, no<br />
nos dejará hacernos conjeturas en cuanto a lo que<br />
más importa en esta vida con respecto a lo que debemos<br />
recalcar <strong>para</strong> ser f<strong>el</strong>ices y a la tristeza que puede<br />
resultar de nuestra indiferencia. A veces, mediante la<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
inspiración, lo comunicará directamente a la<br />
persona, pero, además, nos hablará a través de Sus<br />
siervos. Citando las palabras d<strong>el</strong> pr<strong>of</strong>eta Amós, registradas<br />
hace mucho tiempo: “Porque no hará nada<br />
Jehová <strong>el</strong> Señor, sin que rev<strong>el</strong>e su secreto a sus siervos<br />
los pr<strong>of</strong>etas” (Amós 3:7). Esto lo hace a fin de<br />
que aun los que no sientan la inspiración puedan<br />
saber, si tan sólo escuchan, que se les ha dicho la<br />
verdad y advertido al respecto.<br />
El título de la proclamación dice: “La familia:<br />
Una proclamación <strong>para</strong> <strong>el</strong> mundo— La Primera<br />
Presidencia y <strong>el</strong> Consejo de los Doce Apóstoles de<br />
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos<br />
Días” (Liahona, junio de 1996, pág. 10).<br />
Hay tres <strong>el</strong>ementos d<strong>el</strong> título en los que debemos<br />
reflexionar detenidamente. Primero, <strong>el</strong> tema: la<br />
familia; segundo, a quién está dirigida, o sea, a todo<br />
<strong>el</strong> mundo; y tercero, los que emiten la proclamación<br />
son aqu<strong>el</strong>las personas a las que sostenemos como<br />
pr<strong>of</strong>etas, videntes y rev<strong>el</strong>adores. Esto quiere decir<br />
que la familia debe tener <strong>para</strong> nosotros tanta importancia<br />
como cualquier otra cosa que estimemos, que<br />
<strong>el</strong> contenido de la proclamación puede ayudar a<br />
cualquier persona d<strong>el</strong> mundo y que la proclamación<br />
está incluida en la promesa que dio <strong>el</strong> Señor cuando<br />
dijo: “…sea por mi propia voz o por la voz de mis<br />
siervos, es lo mismo” (D. y C. 1:38).<br />
Antes de que empezemos a dar oído a las palabras de<br />
la proclamación que vienen más ad<strong>el</strong>ante, <strong>el</strong> título<br />
en sí nos dice algo en cuanto a la manera de pre<strong>para</strong>rnos.<br />
Podemos suponer que Dios no nos dirá simplemente<br />
algunas cosas interesantes en cuanto a la<br />
familia sino que nos dirá lo que debe ser la familia y<br />
<strong>el</strong> porqué. Y desde un principio nos damos cuenta<br />
que tal vez nos invadan abrumadores pensamientos<br />
tales como: “Esta norma es tan <strong>el</strong>evada que <strong>para</strong> una<br />
persona tan débil como yo es imposible tener la<br />
esperanza de una familia así”. El sentirse así puede<br />
tener su origen en que nuestro Padre C<strong>el</strong>estial y Su<br />
Hijo, Jesucristo, desean que lleguemos a ser como<br />
Ellos <strong>para</strong> poder morar en Su presencia <strong>para</strong> siempre<br />
como familias. Ese conocimiento nos llega por la<br />
sencilla declaración de Sus intenciones:<br />
“…ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad<br />
y la vida eterna d<strong>el</strong> hombre” (Moisés 1:39).<br />
Vida eterna significa llegar a ser como <strong>el</strong> Padre y<br />
vivir <strong>para</strong> siempre en familia con f<strong>el</strong>icidad y gozo;<br />
por tanto, lo que Él quiere <strong>para</strong> nosotros requerirá<br />
ayuda más allá de nuestro propio poder. Ese<br />
sentimiento de incapacidad facilitará <strong>el</strong>