el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
202<br />
FUNDAMENTOS DE<br />
UN MATRIMONIO<br />
ETERNO<br />
Consideremos a nuestro Padre<br />
Eterno y a su amado Hijo lo más<br />
importante de nuestra vida.<br />
—Élder Richard G. Scott<br />
ENSEÑANZAS SELECCIONADAS<br />
La Familia: Una proclamación <strong>para</strong> <strong>el</strong> mundo<br />
“Hay más posibilidades de lograr la f<strong>el</strong>icidad en la<br />
vida familiar cuando se basa en las enseñanzas d<strong>el</strong><br />
Señor Jesucristo” (Liahona, junio de 1996, pág. 10).<br />
Élder Richard G. Scott<br />
“Ahora bien, <strong>el</strong> principio más importante que<br />
puedo compartir con ustedes es: Anclemos nuestra<br />
vida en Jesucristo, nuestro Redentor. Consideremos<br />
a nuestro Padre Eterno y a Su amado Hijo lo más<br />
importante de nuestra vida, más importante que la<br />
vida misma, más importante que nuestro querido<br />
cónyuge o hijos o cualquier otro ser querido. Que<br />
nuestro único deseo sea hacer la voluntad de <strong>el</strong>los;<br />
entonces recibiremos todo lo que necesitemos <strong>para</strong><br />
ser f<strong>el</strong>ices” (Liahona, julio de 1993, pág. 40).<br />
LA CONSTITUCIÓN DE UNA VIDA<br />
PERFECTA<br />
Presidente Harold B. Lee<br />
Presidente de la Iglesia Stand<br />
Ye in Holy Places: S<strong>el</strong>ected<br />
Sermons and Writings <strong>of</strong><br />
President Harold B. Lee, págs.<br />
341–348; véase también<br />
Enseñanzas de los Presidentes<br />
de la Iglesia: Harold B. Lee,<br />
págs. 221–227<br />
Si desean ustedes saber los “pasos” que hay que dar<br />
<strong>para</strong> mod<strong>el</strong>ar su vida a fin de alcanzar la plenitud que<br />
les haga ciudadanos dignos o “santos”en <strong>el</strong> reino de<br />
Dios, la mejor respuesta la pueden encontrar al<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
estudiar la vida de Jesús en las Escrituras, pues como<br />
se ha dicho “nuestros evang<strong>el</strong>ios no son tan sólo un<br />
registro de enseñanzas verbales sino también <strong>el</strong><br />
retrato de un hombre vivo” (Dean Inge). Cristo vino<br />
al mundo no sólo <strong>para</strong> expiar los pecados d<strong>el</strong> género<br />
humano sino <strong>para</strong> dar <strong>el</strong> ejemplo al mundo de la<br />
norma de perfección de la ley de Dios y de la obediencia<br />
al Padre. En Su Sermón d<strong>el</strong> monte, <strong>el</strong> Maestro<br />
nos rev<strong>el</strong>a en cierto modo Su propio carácter, que fue<br />
perfecto, o lo que podría considerarse “una autobiografía,<br />
cada sílaba de la cual escrita mediante hechos”,<br />
y, al hacerlo, nos da un plan detallado de acción <strong>para</strong><br />
seguir en nuestras propias vidas. Cualquier individuo<br />
que comprenda claramente <strong>el</strong> verdadero significado<br />
de Sus palabras, llega a entender que un miembro<br />
indigno de la Iglesia, aunque esté en <strong>el</strong> reino de Dios,<br />
no [pertenece] al reino debido a su indignidad.<br />
Pueden ustedes saber que la vida que llevan es plena y<br />
abundante cuando experimentan <strong>el</strong> verdadero gozo<br />
de vivir, ya que “existen los hombres <strong>para</strong> que tengan<br />
gozo” (2 Nefi 2:25). ¿Qué es lo que causa ese éxtasis<br />
emocional llamado gozo? ¿Proviene de lo inusual o<br />
de lo cotidiano? Quien experimenta tal sentimiento<br />
sólo por causa de lo inusual se asemeja a quien debe<br />
suplir un apetito que se desvanece mediante fuertes<br />
condimentos y sabores artificiales que destrozan <strong>el</strong><br />
verdadero sentido d<strong>el</strong> gusto. Se equivocan gravemente<br />
si confunden una emoción pasajera de un momento<br />
con <strong>el</strong> incremento de sentimientos pr<strong>of</strong>undos que<br />
constituyen <strong>el</strong> gozo de vivir. Si alguien experimenta<br />
marcados sentimientos de f<strong>el</strong>icidad y anh<strong>el</strong>o provenientes<br />
de un hogar [tranquilo], de una vida que se<br />
presenta con su hermosura, de la rev<strong>el</strong>ación originada<br />
en la sabiduría divina o de un amor por lo b<strong>el</strong>lo, lo<br />
verdadero y lo bueno, esa persona está probando la<br />
plenitud d<strong>el</strong> gozo que sólo puede ser <strong>el</strong> resultado de<br />
vivir una vida abundante y plena.<br />
En <strong>el</strong> incom<strong>para</strong>ble Sermón d<strong>el</strong> monte, Jesús nos<br />
indica ocho maneras definidas e inconfundibles de<br />
recibir ese tipo de regocijo. Cada una de sus declaraciones<br />
comienza con la palabra “Bienaventurados”.<br />
Ser bienaventurado se define como gozar de algo que<br />
va más allá de la f<strong>el</strong>icidad. “La f<strong>el</strong>icidad proviene d<strong>el</strong><br />
mundo exterior y depende de las circunstancias,<br />
mientras que la bienaventuranza es una fuente interior<br />
de gozo <strong>para</strong> <strong>el</strong> alma misma, la cual no puede<br />
verse afectada seriamente por las circunstancias exteriores”<br />
(Commentary de Dumm<strong>el</strong>ow). Estas declaraciones<br />
d<strong>el</strong> Maestro se conocen en la literatura d<strong>el</strong><br />
mundo cristiano como las Bienaventuranzas, y los