19.05.2013 Views

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ayuda; que cuando hay problemas, las esperanzas y<br />

<strong>el</strong> esfuerzo de Él superan en gran manera los nuestros,<br />

y nunca cesan.<br />

Se nos ha prometido: “Ni se dormirá <strong>el</strong> que [nos]<br />

guarda… no se adormecerá” 6 .<br />

Cristo, Sus áng<strong>el</strong>es y Sus pr<strong>of</strong>etas se esfuerzan siempre<br />

por <strong>el</strong>evar nuestro espíritu, calmar nuestros nervios<br />

y nuestro corazón, <strong>para</strong> que vayamos hacia<br />

ad<strong>el</strong>ante con renovada fortaleza y firmes esperanzas.<br />

Ellos desean que todos sepan que “Si Dios es por<br />

nosotros, ¿quién contra nosotros?” 7 . En <strong>el</strong> mundo<br />

tendremos tribulación, pero debemos ser de buen<br />

ánimo. Cristo ha vencido al mundo 8 , y mediante<br />

Su sufrimiento y obediencia, ha ganado <strong>el</strong> derecho<br />

de portar la corona d<strong>el</strong> “Príncipe de Paz”.<br />

La obediencia y <strong>el</strong> arrepentimiento<br />

brindan paz<br />

En ese espíritu declaramos a todo <strong>el</strong> mundo que, a<br />

fin de recibir la paz verdadera y perdurable, debemos<br />

esforzarnos por ser más semejantes al Hijo de<br />

Dios, nuestro ejemplo. Muchos de ustedes tratan de<br />

hacerlo, y les f<strong>el</strong>icitamos por su obediencia, su<br />

paciencia, por depender fi<strong>el</strong>mente d<strong>el</strong> Señor <strong>para</strong><br />

recibir la fortaleza que buscan y que seguramente<br />

recibirán. Algunos, por otra parte, tenemos la necesidad<br />

de hacer algunos cambios y de esforzarnos<br />

más por vivir <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io. Y sí que podemos cambiar.<br />

Lo hermoso de la palabra arrepentimiento es la<br />

promesa de que se puede escapar de los viejos problemas,<br />

de los viejos hábitos, de los pesares y de los<br />

pecados. Es una de las palabras más llenas de esperanza,<br />

ánimo y, sí, de paz, de todo <strong>el</strong> vocabulario<br />

d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io. Al buscar la verdadera paz, algunos<br />

necesitamos mejorar en lo que sea preciso mejorar,<br />

confesar lo que haya que confesar, perdonar lo que<br />

haya que perdonar y olvidar lo que se tenga que<br />

olvidar, a fin de que recibamos serenidad. Si <strong>el</strong> no<br />

cumplir con un mandamiento trae como resultado<br />

nuestro propio sufrimiento, así como <strong>el</strong> dolor a<br />

aqu<strong>el</strong>las personas que nos aman, invoquemos <strong>el</strong><br />

poder d<strong>el</strong> Señor Jesucristo <strong>para</strong> ayudarnos, <strong>para</strong><br />

liberarnos, y <strong>para</strong> guiarnos a través d<strong>el</strong> arrepentimiento<br />

hasta alcanzar aqu<strong>el</strong>la paz “que sobrepasa<br />

todo entendimiento” 9 .<br />

Y cuando Dios nos haya perdonado, lo cual está<br />

eternamente ansioso por hacer, ruego que tengamos<br />

<strong>el</strong> sentido certero de alejarnos de esos problemas, de<br />

dejarlos en paz, de dejar que lo pasado quede en <strong>el</strong><br />

E XPIACIÓN Y MATRIMONIO ETERNO 131<br />

pasado. Si alguno de ustedes ha cometido un error,<br />

aunque sea grave, pero ha hecho todo lo posible de<br />

acuerdo con las enseñanzas d<strong>el</strong> Señor y con los procedimientos<br />

establecidos de la Iglesia por confesarlo,<br />

por sentir pesar y por enmendarlo hasta<br />

donde sea posible hacerlo, entonces confíe en Dios,<br />

camine en Su luz y deje atrás esas cenizas. Alguien<br />

dijo una vez que al acercarnos al seno de Dios, lo<br />

primero que sentimos que debemos hacer es arrepentirnos.<br />

Para tener la paz verdadera, sugiero que<br />

nos acerquemos de inmediato hacia <strong>el</strong> seno de Dios,<br />

dejando atrás todo lo que infunda pesar en nuestra<br />

alma, o tristeza en la de aqu<strong>el</strong>las personas que nos<br />

aman. “Apártate d<strong>el</strong> mal”, dicen las Escrituras, “y<br />

haz <strong>el</strong> bien” 10 .<br />

A fin de encontrar la paz, se debe<br />

perdonar a los demás<br />

Íntimamente ligada a nuestra obligación de arrepentirnos<br />

está la generosidad de permitir que<br />

otros hagan lo mismo: debemos perdonar así<br />

como somos perdonados; al hacerlo, participamos<br />

de la esencia misma de la expiación de Jesucristo.<br />

Seguramente <strong>el</strong> momento más majestuoso de ese<br />

viernes fatal, cuando la naturaleza se convulsionó<br />

y <strong>el</strong> v<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> templo se rasgó, fue aqu<strong>el</strong> momento<br />

indeciblemente misericordioso en <strong>el</strong> que Cristo<br />

dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que<br />

hacen” 11 . Como nuestro abogado ante <strong>el</strong> Padre,<br />

Cristo sigue haciendo hoy esa misma súplica al<br />

Padre en beneficio de ustedes y mío.<br />

En esa ocasión, como en todas las cosas, Jesús nos<br />

dio <strong>el</strong> ejemplo a seguir. La vida es demasiado corta<br />

<strong>para</strong> malgastarla abrigando rencores o llevando un<br />

registro de las <strong>of</strong>ensas en nuestra contra pero no de<br />

las bondades a nuestro favor. No queremos que Dios<br />

recuerde nuestros pecados, por lo que está fundamentalmente<br />

mal tratar de recordar implacablemente<br />

los errores de los demás.<br />

Cuando alguien nos ha <strong>of</strong>endido, Dios indudablemente<br />

toma en cuenta los males cometidos en<br />

nuestra contra y los motivos que hay <strong>para</strong> nuestro<br />

resentimiento, pero es obvio que cuantas más razones<br />

haya y cuantos más pretextos tengamos <strong>para</strong><br />

sentirnos <strong>of</strong>endidos, tantos más motivos hay <strong>para</strong><br />

perdonar y ser liberados d<strong>el</strong> infierno destructivo de<br />

ese veneno y enojo tan ponzoñosos12 . Una de las<br />

ironías d<strong>el</strong> proceso <strong>para</strong> llegar a ser dioses es que<br />

<strong>para</strong> encontrar la paz, tanto <strong>el</strong> <strong>of</strong>endido como <strong>el</strong><br />

<strong>of</strong>ensor deben valerse d<strong>el</strong> principio d<strong>el</strong> perdón<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!