19.05.2013 Views

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

azón e inculca fe en <strong>el</strong> Dios viviente como Padre de<br />

todos nosotros” (Conference Report, abril de 1928,<br />

pág. 102)…<br />

Al cursar sus estudios, muchos de ustedes han<br />

seguido la marcha de la civilización. La odisea ha<br />

sido verdaderamente extraordinaria, un viaje de<br />

siglos en <strong>el</strong> cual la sociedad ha progresado a medida<br />

que la gente vivió en comunidades en las que los<br />

individuos se respetaron y preocuparon unos por<br />

otros. Tal es <strong>el</strong> distintivo de la civilización, aunque<br />

a veces nos preguntamos cuánto progreso real ha<br />

habido. Este siglo que llega a sus postrimerías ha<br />

visto más guerras, muertes y sufrimiento que cualquier<br />

otro de la historia d<strong>el</strong> género humano… La<br />

urbanidad y <strong>el</strong> respeto mutuo parecen haber desaparecido<br />

cuando las personas se matan por diferencias<br />

étnicas.<br />

La urbanidad hasta parece desvanecerse en situaciones<br />

más cotidianas ya que es un atributo que abarca<br />

varios aspectos de las r<strong>el</strong>aciones entre los seres<br />

humanos. Se la describe con frases como ‘buenos<br />

modales’ y ‘buena educación’, sólo que nos rodea<br />

por todos lados lo contrario…<br />

Es atroz. Alarmante. Y a la larga se puede atribuir<br />

casi en su totalidad a la avaricia d<strong>el</strong> ser humano, a<br />

las pasiones desenfrenadas, a la completa falta de<br />

consideración por los derechos de los demás o, en<br />

otras palabras, a la falta de urbanidad. Como dijo<br />

un escritor: “La gente su<strong>el</strong>e pensar que civilizada es<br />

la comunidad en la que se evidencia una cultura<br />

refinada, pero no es precisamente así; primero y<br />

ante todo, civilizada es la comunidad en la que las<br />

personas doman sus instintos egoístas en aras d<strong>el</strong><br />

bienestar común” (Royal Bank Letter, mayo—junio<br />

de 1995). El escritor prosigue: “En los últimos años,<br />

los medios de comunicación han convertido la descortesía<br />

en una expresión artística. Los héroes populares<br />

de los filmes contemporáneos desparraman<br />

innecesarias agresiones verbales a fin<br />

de ridiculizar y disminuir a quienes se<br />

crucen por sus caminos. Da la impresión<br />

que la falta de modales se vende<br />

como pan caliente. Los programas<br />

cómicos de la t<strong>el</strong>evisión se glorían en<br />

la ordinariez, los comediantes <strong>el</strong>aboran<br />

sus rutinas d<strong>el</strong> escenario en base a<br />

insultar al público y los animadores<br />

t<strong>el</strong>evisivos se enriquecen y vu<strong>el</strong>ven<br />

La urbanidad le da<br />

sabor a nuestras<br />

vidas. Es la sal que<br />

indica buen gusto,<br />

buenos modales,<br />

buena educación.<br />

T ENTACIONES DE S ATANÁS Y EL HOMBRE NATURAL 379<br />

famosos al burlarse de los t<strong>el</strong>evidentes e irritar a los<br />

invitados” (Ibíd.).<br />

Todo esto d<strong>el</strong>ata muchas cosas excepto refinamiento,<br />

excepto cortesía, excepto urbanidad. En su<br />

lugar d<strong>el</strong>ata ordinariez y grosería, además de una<br />

completa falta de sensibilidad <strong>para</strong> con los sentimientos<br />

y los derechos de los demás.<br />

Lo mismo ocurre en gran medida con <strong>el</strong> lenguaje<br />

de moda. Se escuchan muchas palabras sórdidas,<br />

malas e indecentes en las escu<strong>el</strong>as y en <strong>el</strong> entorno<br />

laboral. Tengo la esperanza de que cada uno de<br />

ustedes se <strong>el</strong>eve por encima de tal lenguaje. Ya<br />

son egresados de esta gran institución, y no pueden<br />

darse <strong>el</strong> lujo de proyectar la misma imagen<br />

que proyectan las personas que tienen vocabularios<br />

tan empobrecidos que se ven obligados a<br />

escarbar <strong>el</strong> fondo d<strong>el</strong> tarro <strong>para</strong> encontrar la<br />

manera de expresarse. Ese lenguaje ordinario va<br />

acompañado de una irreverencia en <strong>el</strong> habla que<br />

también indica una falta de urbanidad. El dedo<br />

d<strong>el</strong> Señor escribió en las tablas de piedra: “No<br />

tomarás <strong>el</strong> nombre de Jehová tu Dios en vano;<br />

porque no dará por inocente Jehová al que tomare<br />

su nombre en vano” (Ex. 20:7).<br />

El habla desprolija va acompañada de procederes<br />

descuidados. Espero que durante su estadía en este<br />

lugar hayan aprendido algo más que ciencia, humanidades,<br />

derecho, ingeniería y arte. Espero que salgan<br />

de este lugar santo con una cierta pulcritud que<br />

los señalará como amantes de las mejores cualidades<br />

de la vida, de la cultura que le da brillo al mundo<br />

rutinario en que nos encontramos, d<strong>el</strong> pulidor que<br />

le da ese resplandecer sereno a lo que de otro modo<br />

sería un metal de baja ley.<br />

El Salvador dijo a la multitud: “Vosotros sois la sal<br />

de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué<br />

será salada? No sirve más <strong>para</strong> nada, sino <strong>para</strong> ser<br />

echada fuera y hollada por los hombres”<br />

(Mt. 5:13).<br />

La urbanidad le da sabor a nuestras<br />

vidas. Es la sal que indica buen gusto,<br />

buenos modales, buena educación.<br />

Se convierte en una expresión de la<br />

Regla de Oro: “Así que, todas las cosas<br />

que queráis que los hombre hagan con<br />

vosotros, así también haced vosotros<br />

con <strong>el</strong>los…” (Mt. 7:12).<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!