el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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N ORMAS DEL CORTEJO<br />
“…Ustedes son de tanto valor; significan tanto<br />
<strong>para</strong> esta Iglesia. No sería lo mismo sin ustedes.<br />
Permanezcan erguidos, orgullosos de su herencia<br />
como hijos e hijas de Dios. Acudan a Él en busca<br />
de entendimiento y guía; vivan de acuerdo con<br />
Sus preceptos y mandamientos.<br />
“Ustedes pueden divertirse; ¡naturalmente que pueden<br />
hacerlo! Deseamos que se diviertan; deseamos<br />
que disfruten de la vida. No queremos que sean<br />
mojigatos; queremos que sean saludables y estén<br />
contentos; que canten, bailen, se rían y sean f<strong>el</strong>ices.<br />
“Pero al hacerlo, sean humildes y dedicados a la<br />
oración, y las sonrisas d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o destilarán sobre<br />
ustedes” (Liahona, abril de 2001, 37, 38–39, 40).<br />
“No me preocupan los varones jóvenes que hace<br />
poco regresaron d<strong>el</strong> campo misional. Ustedes saben<br />
tan bien como yo lo que deben hacer. Tienen la responsabilidad<br />
y oportunidad de, mediante <strong>el</strong> proceso<br />
de salir y de cortejar, encontrar a una compañera<br />
excepcional y casarse en la casa d<strong>el</strong> Señor. No se<br />
apuren demasiado por hacerlo ni se demoren demasiado<br />
en hacerlo. ‘Cásate deprisa y tendrás mucho<br />
tiempo <strong>para</strong> lamentarlo’ sostiene un viejo adagio<br />
que todavía tiene vigencia. No obstante, no pierdan<br />
<strong>el</strong> tiempo en un juego de salidas que resulta frustrante,<br />
sin frutos y frívolo y que sólo crea falsas<br />
expectativas y causa desilusión y, en ciertos casos,<br />
hiere <strong>el</strong> corazón (“To Single Adults”, Ensign, junio<br />
de 1989, pág. 72; véase también págs. 73–75).<br />
Élder Spencer W. Kimball<br />
“Los muchachos rara vez critican a una chica por<br />
ponerse muy poco maquillaje. A veces dicen: ‘Es una<br />
chica agradable, pero me gustaría que se vistiera<br />
mejor y que se pusiera menos maquillaje’. El vestirse<br />
con excesiva formalidad o de manera escandalosa o<br />
con <strong>el</strong> fin de aparentar sensualidad o <strong>el</strong> tener demasiado<br />
arreglo es de mal gusto, por decir lo menos.<br />
La joven int<strong>el</strong>igente logra ponerse la cantidad exacta<br />
de maquillaje como <strong>para</strong> convencer a los demás<br />
de que apenas lleva maquillaje, <strong>para</strong> que vean su<br />
apariencia verdadera…<br />
“Los varones jóvenes deberían tener <strong>el</strong> rostro afeitado,<br />
<strong>el</strong> cab<strong>el</strong>lo peinado, los cortes de p<strong>el</strong>o razonablemente<br />
conservadores, las uñas limpias. Los<br />
pantalones demasiado apretados y sugestivos indican<br />
que <strong>el</strong> joven es vulgar. Los jóvenes pueden ser<br />
int<strong>el</strong>igentes y bien parecidos, <strong>el</strong>egantes y atractivos<br />
al encontrar un estilo que no sea extremo y que aun<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
evidencie buen gusto” (“Save the Youth <strong>of</strong> Zion”,<br />
Improvement Era, septiembre de 1965, pág. 761).<br />
“Desde luego, <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> apropiado empieza<br />
con un noviazgo adecuado. La persona generalmente<br />
contrae <strong>matrimonio</strong> con uno de entre aqu<strong>el</strong>los<br />
con quienes se asocia… Por tanto, se hace fuerte<br />
hincapié en esta amonestación: No corras <strong>el</strong> riesgo<br />
de salir con no miembros ni con miembros que<br />
carecen de pre<strong>para</strong>ción y fe. Una joven podrá decir:<br />
‘No, ninguna intención tengo de casarme con esta<br />
persona. Salgo con él <strong>para</strong> divertirme’. Sin embargo,<br />
uno no debe correr <strong>el</strong> riesgo de enamorarse de<br />
alguien que quizá nunca acepte <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io” (El<br />
Milagro d<strong>el</strong> Perdón, pág. 246).<br />
Élder M. Russ<strong>el</strong>l Ballard<br />
“Los varones jóvenes deben cultivar la consideración<br />
hacia las mujeres de cualquier edad. Las jovencitas<br />
me han pedido que les diga que <strong>el</strong>las esperan<br />
que ustedes las respeten y las traten con sincera cortesía;<br />
no vacilen en demostrar buenos modales<br />
abriéndoles la puerta, tomando la iniciativa <strong>para</strong><br />
invitarlas a salir y poniéndose de pie cuando <strong>el</strong>las<br />
entran al cuarto. Créanlo o no, en esta época de<br />
‘liberación femenina’, <strong>el</strong>las desean que ustedes les<br />
extiendan esas sencillas cortesías…” (véase Liahona,<br />
enero de 1991, pág. 43).<br />
PARA LA FORTALEZA DE LA<br />
JUVENTUD: CUMPLIR NUESTRO<br />
DEBER A DIOS<br />
Cuadernillo<br />
El albedrío y la responsabilidad<br />
“Así pues, los hombres… son<br />
libres <strong>para</strong> escoger la libertad y<br />
la vida eterna, por medio d<strong>el</strong><br />
gran Mediador de todos los<br />
hombres, o escoger la cautividad<br />
y la muerte” (2 Nefi 2:27).<br />
Tu Padre C<strong>el</strong>estial te ha dado<br />
<strong>el</strong> albedrío, la habilidad de<br />
<strong>el</strong>egir entre <strong>el</strong> bien y <strong>el</strong> mal y de actuar por ti<br />
mismo o por ti misma; se te ha dado <strong>el</strong> Espíritu<br />
Santo <strong>para</strong> ayudarte a discernir <strong>el</strong> bien d<strong>el</strong> mal.<br />
Mientras estés en la tierra, serás probado o probada<br />
<strong>para</strong> ver si utilizarás tu albedrío <strong>para</strong> demostrar tu<br />
amor por Dios al guardar Sus mandamientos.