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el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

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la moral o las leyes, destrozará su vida antes de que<br />

madure lo suficiente <strong>para</strong> comprender que <strong>el</strong> apetito<br />

sexual es una fuerza poderosa como un río de fuego<br />

que es precios encauzar y dominar con numerosísimas<br />

y potentes restricciones <strong>para</strong> que no le destruya<br />

a él ni al grupo social’ (Will y Ari<strong>el</strong> Durant, <strong>The</strong><br />

Lessons <strong>of</strong> History, págs. 35–36).<br />

“La lascivia erróneamente c<strong>el</strong>ebra la capacidad de sentir,<br />

¡<strong>para</strong> que las personas pierdan su capacidad de<br />

sentir! Tres pr<strong>of</strong>etas de tres dispensaciones diferentes<br />

expresaron pesar por los que habían ‘dejado de sentir’<br />

(véase 1 Nefi 17:45; Efesios 4:19; Moroni 9:20)… Los<br />

pecados graves no sólo entorpecen los sentimientos<br />

sino que también perjudican y enturbian <strong>el</strong> int<strong>el</strong>ecto”<br />

(Liahona, julio de 1993, pág. 87).<br />

La modestia<br />

1 Timoteo 4:12<br />

“…sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta,<br />

amor, espíritu, fe y pureza”.<br />

Presidente Gordon B. Hinckley<br />

“No quiero conversar en esta reunión sobre las ventajas<br />

o desventajas de la educación sexual en las<br />

escu<strong>el</strong>as. Pero de paso diré que tiendo a creer lo que<br />

se publicó recientemente en <strong>el</strong> periódico USA Today:<br />

‘Más educación sexual en las escu<strong>el</strong>as públicas no<br />

remediará <strong>el</strong> daño ocasionado por la revolución<br />

sexual, a menos que se enseñan claramente la castidad<br />

antes d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> y la monogamia dentro<br />

de él’… (Tottie Ellis, “Teaching about Sex Endangers<br />

Children”, 16 de marzo de 1987, pág. 12A)” (véase<br />

Liahona, julio de 1987, pág. 46).<br />

Presidente N. Eldon Tanner<br />

“El vestirse de forma recatada es una cualidad de la<br />

mente y d<strong>el</strong> corazón que surge de respetarse a uno<br />

mismo, de respetar a las demás personas y al Creador<br />

de todos. Demostrar recato de ese modo refleja una<br />

actitud de humildad, decencia y decoro. Los padres,<br />

los maestros y los jóvenes deben conversar acerca de<br />

los detalles referentes a la vestimenta y la apariencia,<br />

siempre de forma que concuerde con los principios<br />

ya mencionados y con la guía d<strong>el</strong> Espíritu, <strong>para</strong><br />

aceptar, valiéndose d<strong>el</strong> albedrío, <strong>el</strong> asumir la responsabilidad<br />

y escoger lo correcto” (“Friend to Friend”,<br />

Friend, junio de 1971, pág. 3).<br />

M ORALIDAD Y MODESTIA 289<br />

Élder L. Tom Perry<br />

“El presidente [Spencer W.] Kimball pronunció<br />

un gran discurso hace ya muchos años en la<br />

Universidad Brigham Young titulado ‘Nuestra propia<br />

moda’. Nos exhortaba a no aunarnos a los que siguen<br />

las modas indecorosas d<strong>el</strong> mundo, sino a tener <strong>el</strong><br />

valor de vestir de tal manera que manifestemos a<br />

los demás que nuestras normas son diferentes.<br />

Nuestra ropa reflejará la forma en que deseamos<br />

vivir, basándonos en los principios d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io de<br />

nuestro Señor y Salvador. Es imposible esperar que<br />

un hijo al que se le haya enseñado a gustar vestirse<br />

conforme a la moda indecorosa de hoy cambie de la<br />

noche a la mañana y se vista de un modo diferente<br />

al ingresar en una universidad de la Iglesia o al<br />

Centro de Capacitación Misional, o al casarse en <strong>el</strong><br />

tempo, o aún en <strong>el</strong> día de reposo. El vestir modesto<br />

y propio debe enseñarse prácticamente desde la<br />

cuna” (Liahona, enero de 1989, pág. 78).<br />

Élder James E. Faust<br />

“Al abandonar <strong>el</strong> gran principio d<strong>el</strong> recato, la sociedad<br />

ha pagado un gran precio por la violación de<br />

otro aún mayor, aunque r<strong>el</strong>acionado: <strong>el</strong> de la castidad.<br />

Los que promueven las r<strong>el</strong>aciones sexuales ilícitas,<br />

que degradan y embrutecen a los que participan<br />

en <strong>el</strong>las, han disfrazado y destruido completamente<br />

<strong>el</strong> propósito de estos dones divinos” (véase Liahona,<br />

agosto de 1981, pág. 11).<br />

La modestia en <strong>el</strong> pensamiento<br />

Mosíah 4:29–30<br />

“…no puedo deciros todas las cosas mediante las<br />

cuales podéis cometer pecado; porque hay varios<br />

modos y medios, tantos que no puedo enumerarlos.<br />

“Pero esto puedo deciros, que si no os cuidáis a vosotros<br />

mismos, y vuestros pensamientos, y vuestras<br />

palabras y vuestras obras, y si no observáis los mandamientos<br />

de Dios ni perseveráis en la fe de lo que<br />

habéis oído concerniente a la venida de nuestro<br />

Señor, aun hasta <strong>el</strong> fin de vuestras vidas, debéis<br />

perecer. Y ahora bien, ¡oh hombre!, recuerda, y no<br />

perezcas”.<br />

Doctrina y Convenios 121:45<br />

“Deja también que tus entrañas se llenen de caridad<br />

<strong>para</strong> con todos los hombres, y <strong>para</strong> con los de la<br />

familia de la fe, y deja que la virtud engalane tus<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

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