el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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F UNCIONES Y RESPONSABILIDADES DIVINAS DE LA MUJER<br />
vu<strong>el</strong>van de <strong>el</strong>la, cuando salgan con otros jóvenes y<br />
cuando regresen d<strong>el</strong> paseo, cuando lleven amigos a<br />
casa. Estén allí ya sea que tengan hijos de seis o dieciséis<br />
años. Entre los mayores problemas que enfrenta<br />
nuestra sociedad está <strong>el</strong> de los millones de niños que<br />
vu<strong>el</strong>ven diariamente a una casa vacía y sin supervisión<br />
debido a que ambos padres trabajan.<br />
Sean amigas de sus hijos. Madres, en segundo lugar,<br />
dediquen tiempo a ser verdaderas amigas de sus<br />
hijos. Escúchenlos con atención; hablen con <strong>el</strong>los,<br />
hagan chistes y rían con <strong>el</strong>los; canten, jueguen y lloren<br />
con <strong>el</strong>los; abrácenlos; <strong>el</strong>ógienlos sinceramente. Y<br />
dediquen regularmente un tiempo exclusivo, personal,<br />
a cada uno de <strong>el</strong>los. Sean amigas verdaderas.<br />
Léanles a menudo. Tercero, dediquen tiempo a leerles<br />
desde que están en la cuna. Piensen en las palabras<br />
de este poema:<br />
“Puedes tener incontables tesoros,<br />
piedras preciosas y c<strong>of</strong>res con oro.<br />
Mas lo que yo tengo es perdurable:<br />
Lo que cuando era niño me leyó mi madre”<br />
(Strickland Gillilan, “<strong>The</strong> Reading<br />
Mother” [La madre que lee]).<br />
Si les leen regularmente, inculcarán en sus hijos <strong>el</strong><br />
amor por la buena literatura y por las Escrituras.<br />
Oren con sus hijos. Cuarto, dediquen tiempo a orar<br />
con <strong>el</strong>los. Bajo la dirección d<strong>el</strong> padre, se debe tener<br />
una oración familiar de mañana y de noche. Cuando<br />
piden las bendiciones d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o sobre <strong>el</strong>los, háganlo<br />
de manera que sus hijos puedan percibir la fe que tienen.<br />
Parafraseando a Santiago diré: “La oración de la<br />
madre justa puede mucho” (véase Santiago 5:16).<br />
Enséñenles a participar en las oraciones familiares<br />
y a decir sus propias oraciones, y regocíjense al escuchar<br />
sus dulces súplicas a nuestro Padre C<strong>el</strong>estial.<br />
Lleven a cabo semanalmente la noche de hogar. Quinto,<br />
dediquen tiempo todas las semanas a tener una<br />
noche de hogar que sea de valor <strong>para</strong> su familia.<br />
Con su esposo presidiendo, contribuyan a la noche<br />
de hogar <strong>para</strong> que sea espiritual y edificante; den participación<br />
en <strong>el</strong>la a sus hijos; enséñenles principios<br />
correctos; hagan que esta reunión se convierta en una<br />
tradición familiar. Recuerden la maravillosa promesa<br />
d<strong>el</strong> presidente Joseph F. Smith cuando la Iglesia estableció<br />
la práctica de las noches de hogar: “Si los santos<br />
obedecen este consejo, les prometemos que<br />
recibirán grandes bendiciones por <strong>el</strong>lo. El amor en<br />
<strong>el</strong> hogar y la obediencia a los padres aumentarán;<br />
la fe crecerá en <strong>el</strong> corazón de los jóvenes de Isra<strong>el</strong> y<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
obtendrán <strong>el</strong> poder <strong>para</strong> combatir la influencia<br />
maligna y las tentaciones que los rodean” (en<br />
Messages <strong>of</strong> the First Presidency <strong>of</strong> <strong>The</strong> <strong>Church</strong> <strong>of</strong> <strong>Jesus</strong><br />
Christ <strong>of</strong> Latter-day Saints, comp. por James R. Clark,<br />
6 tomos, 1965–1975, tomo IV, pág. 339). Esta maravillosa<br />
promesa sigue en vigor en la actualidad.<br />
Estén con <strong>el</strong>los a la hora de comer. Sexto, dediquen<br />
tiempo a estar con <strong>el</strong>los a la hora de la comida. Esto<br />
se convierte en un problema después que los hijos<br />
crecen y tienen una vida más ocupada. Pero si los<br />
padres y los hijos hacen <strong>el</strong> esfuerzo por estar juntos<br />
a esa hora, alrededor de la mesa tienen lugar conversaciones<br />
agradables, planes compartidos acerca<br />
de las actividades diarias y oportunidades especiales<br />
de enseñar y aprender.<br />
Lean diariamente las Escrituras. Séptimo, dediquen<br />
tiempo a leer las Escrituras juntos, todos los días en<br />
familia. Es importante que se lean individualmente;<br />
pero la lectura familiar es vital. El hecho de que la<br />
familia lea junta <strong>el</strong> Libro de Mormón traerá más<br />
espiritualidad a su hogar y les dará a todos <strong>el</strong> poder<br />
de resistir la tentación y de tener <strong>el</strong> Espíritu Santo<br />
como su constante compañero. Yo les prometo que<br />
<strong>el</strong> Libro de Mormón cambiará la vida de todos los<br />
miembros de la familia.<br />
Tengan actividades de toda la familia junta. Octavo,<br />
dediquen tiempo a tener actividades con toda la<br />
familia. Hagan que los paseos y salidas especiales,<br />
comidas al aire libre, c<strong>el</strong>ebraciones de cumpleaños,<br />
viajes y cualquier otra actividad sean momentos<br />
especiales que creen en todos recuerdos f<strong>el</strong>ices <strong>para</strong><br />
<strong>el</strong> futuro. Siempre que sea posible, asistan juntos a<br />
acontecimientos en los que un miembro de la familia<br />
participe, tales como una representación escolar,<br />
una competencia deportiva, un discurso, un recital.<br />
Asistan juntos a las reuniones de la Iglesia, y siéntanse<br />
juntos siempre que puedan. Las madres que<br />
influyen <strong>para</strong> que sus hijos oren y se entretengan<br />
juntos verán que la familia se mantiene unida y<br />
serán una bendición <strong>para</strong> todos <strong>el</strong>los.<br />
Enseñen a sus hijos. Noveno, madres, dediquen<br />
tiempo a enseñarles, aprovechando también toda<br />
oportunidad de enseñanza que se les presente.<br />
Puede ser en cualquier momento: a la hora de comer,<br />
en ocasiones de estar sentados juntos descansando,<br />
en <strong>el</strong> dormitorio al final d<strong>el</strong> día o en una caminata<br />
en las primeras horas de la mañana. Ustedes son <strong>el</strong><br />
mejor maestro que sus hijos tendrán. No entreguen<br />
esa valiosa responsabilidad a las niñeras o las guarderías.<br />
Los ingredientes más importantes de que