el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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FIDELIDAD EN EL<br />
MATRIMONIO<br />
El <strong>matrimonio</strong> en sí se debe<br />
considerar un convenio sagrado…<br />
ante Dios.<br />
ENSEÑANZAS SELECCIONADAS<br />
La doctrina de la fid<strong>el</strong>idad<br />
Éxodo 20:14<br />
“No cometerás adulterio”.<br />
—Élder Ezra Taft Benson<br />
Alma 39:5<br />
“¿No sabes tú, hijo mío, que estas cosas son una<br />
abominación a los ojos d<strong>el</strong> Señor; sí, más abominables<br />
que todos los pecados, salvo <strong>el</strong> derramar sangre<br />
inocente o <strong>el</strong> negar al Espíritu Santo?”<br />
Presidente Gordon B. Hinckley<br />
“Ahora les hablaré de otro <strong>el</strong>emento que corrompe<br />
y aflige a muchos <strong>matrimonio</strong>s. Para mí es interesante<br />
notar que dos de los Diez Mandamientos tienen<br />
que ver con este tema: ‘No cometerás adulterio’<br />
y ‘No codiciarás’ (Éxodo 20:14, 17). Ted Kopp<strong>el</strong>,<br />
locutor de t<strong>el</strong>evisión d<strong>el</strong> programa Nightline de la<br />
cadena ABC en los Estados Unidos, dijo a un grupo<br />
de estudiantes de la Universidad Duke, con respecto<br />
a los eslóganes que tenían <strong>el</strong> objeto de disminuir <strong>el</strong><br />
uso de las drogas y la inmoralidad:<br />
“‘Hemos llegado a convencernos… de que los eslóganes<br />
nos salvarán… mas la respuesta es !NO! No<br />
porque no sea algo de estilo o esté de moda o porque<br />
tal vez termine en la cárc<strong>el</strong> o con SIDA, sino<br />
porque es incorrecto, porque hemos pasado 5.000<br />
años como miembros de una raza de seres humanos<br />
int<strong>el</strong>igentes, tratando de salir de un estado inferior<br />
buscando la verdad y las normas morales absolutas.<br />
En su forma más pura, la verdad no es un golpecito<br />
en <strong>el</strong> hombro sino un fuerte reproche. Lo que<br />
Moisés trajo d<strong>el</strong> Monte Sinaí no fueron “Las Diez<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
Sugerencias” (discurso pronunciado en la<br />
Universidad Duke, 10 de mayor de 1987).<br />
“Piensen en <strong>el</strong>lo un momento. Lo que Moisés trajo<br />
fueron Diez Mandamientos, escritos por <strong>el</strong> dedo de<br />
Jehová en tablas de piedra <strong>para</strong> la salvación y la<br />
seguridad de los hijos de Isra<strong>el</strong> y <strong>para</strong> todas las<br />
generaciones que vendrían de <strong>el</strong>los.<br />
“Son demasiados los hombres que, cada mañana,<br />
salen d<strong>el</strong> hogar donde se quedan sus esposas, y van al<br />
trabajo donde encuentran señoritas atractivamente<br />
vestidas, y se consideran <strong>el</strong>los mismos atractivos o<br />
irresistibles. Se quejan de que sus esposas no se ven<br />
tan lindas como hace veinte años cuando se casaron.<br />
A lo que yo respondería: ¿Quién podría verse linda<br />
después de vivir con ustedes durante veinte años?<br />
“La tragedia de todo esto es que a algunos hombres<br />
los ciegan su propia insensatez y sus propias debilidades,<br />
y tiran al viento los convenios más sagrados<br />
y solemnes que tomaron sobre sí en La Casa d<strong>el</strong><br />
Señor, habiendo sido s<strong>el</strong>lados por la autoridad d<strong>el</strong><br />
santo sacerdocio. Abandonan a sus esposas que han<br />
sido fi<strong>el</strong>es, que los han querido y cuidado, que han<br />
luchado con <strong>el</strong>los en tiempos de pobreza, y las<br />
dejan a un lado en los tiempos de riqueza. Dejan a<br />
sus hijos huérfanos y evitan, con toda clase de artimañas,<br />
pagar lo que <strong>el</strong> tribunal les ha impuesto<br />
<strong>para</strong> <strong>el</strong> sostenimiento de sus hijos…<br />
“La excusa de un esposo, después de dieciocho años<br />
de <strong>matrimonio</strong> y cinco hijos, de que ya no quiere a<br />
su esposa, a mi parecer es una excusa débil <strong>para</strong> la<br />
violación de convenios hechos ante Dios y la evasión<br />
de responsabilidades que son la fuerza de la<br />
sociedad de la cual somos parte” (véase Liahona,<br />
enero de 1992, págs. 62–63).<br />
Primera Presidencia—Heber J. Grant, J. Reuben<br />
Clark Jr., David O. McKay<br />
“La doctrina de la Iglesia es que <strong>el</strong> pecado sexual —las<br />
r<strong>el</strong>aciones ilícitas entre hombre y mujer— se puede<br />
com<strong>para</strong>r en su enormidad al asesinato.<br />
“El Señor no ha marcado distinciones esenciales<br />
entre la fornicación, <strong>el</strong> adulterio o la prostitución…<br />
“Ustedes, maridos y esposas que han hecho votos<br />
sagrados en los santos templos d<strong>el</strong> Señor al tomar<br />
sobre sí la solemne obligación de ser castos y<br />
luego violan dichos votos al tener r<strong>el</strong>aciones<br />
sexuales ilícitas con otros, no sólo cometen <strong>el</strong><br />
detestable y repugnante pecado llamado adulterio,<br />
sino que también quebrantan <strong>el</strong> juramento que