el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
PARA SER AUTOSUFICIENTES<br />
La autosuficiencia de Nefi<br />
Élder L. Tom Perry<br />
D<strong>el</strong> Quórum de los Doce<br />
Apóstoles<br />
Liahona, enero de 1992, págs.<br />
74–76<br />
Después de andar por <strong>el</strong> desierto durante ocho<br />
años, Lehi y su familia llegaron a una tierra que llamaron<br />
Abundancia por sus muchos frutos y mi<strong>el</strong><br />
silvestre. Llegaron a un gran mar y se regocijaron<br />
en <strong>el</strong> Señor porque los había preservado. Tras haber<br />
estado en la tierra de Abundancia muchos días, <strong>el</strong><br />
Señor habló a Nefi y le dijo: “Levántate y sube al<br />
monte” (1 Nefi 17:7).<br />
Nefi obedeció al Señor; subió al monte y oró. Y <strong>el</strong><br />
Señor dijo a Nefi: “Construirás un barco, según la<br />
manera que yo te mostraré, <strong>para</strong> que<br />
yo lleve a tu pueblo a través de esta<br />
agua” (1 Nefi 17:8).<br />
Entonces, Nefi le preguntó al Señor:<br />
“¿a dónde debo ir <strong>para</strong> encontrar <strong>el</strong><br />
mineral <strong>para</strong> fundir, a fin de que yo<br />
haga las herramientas <strong>para</strong> construir <strong>el</strong><br />
barco, según <strong>el</strong> modo que tú me has<br />
mostrado?” (1 Nefi 17:9).<br />
El Señor dijo a Nefi adónde debía ir <strong>para</strong> hallar <strong>el</strong><br />
metal, y luego le dejó <strong>para</strong> que actuara por su<br />
cuenta. En <strong>el</strong> capítulo 17 de 1 Nefi leemos:<br />
“Y sucedió que yo, Nefi, hice un fu<strong>el</strong>le con pi<strong>el</strong>es de<br />
animales <strong>para</strong> avivar <strong>el</strong> fuego; y después que hube<br />
hecho <strong>el</strong> fu<strong>el</strong>le que necesitaba <strong>para</strong> avivar la llama,<br />
golpeé dos piedras, la una contra la otra, <strong>para</strong> producir<br />
fuego…<br />
“Y sucedió que hice herramientas con <strong>el</strong> metal que<br />
fundí de la roca” (17:11, 16).<br />
Ese es uno de los r<strong>el</strong>atos más interesantes que tenemos<br />
en las Escrituras porque menciona una ocasión<br />
en la que <strong>el</strong> Señor brindó Su ayuda, pero luego se<br />
hizo a un lado <strong>para</strong> permitir que uno de Sus hijos<br />
actuara por su propia iniciativa. A veces me he preguntado<br />
qué habría ocurrido si Nefi hubiera pedido<br />
al Señor las herramientas en vez d<strong>el</strong> lugar donde<br />
hallar <strong>el</strong> metal <strong>para</strong> hacerlas. Dudo que <strong>el</strong> Señor<br />
La independencia y<br />
la autosuficiencia<br />
son indispensables<br />
<strong>para</strong> nuestro<br />
progreso espiritual<br />
y temporal.<br />
hubiera accedido a esa petición. El Señor sabía que<br />
Nefi podía hacerlas, y <strong>el</strong> Señor rara vez hará por<br />
nosotros lo que nosotros mismos podemos hacer.<br />
La importancia de la autosuficiencia<br />
El Señor sí nos ayuda cuando acudimos a Él en los<br />
momentos de necesidad, sobre todo cuando somos<br />
dedicados a Su obra y hacemos Su voluntad. Pero <strong>el</strong><br />
Señor sólo ayuda a los que están dispuestos a ayudarse<br />
a sí mismos. Él espera que Sus hijos sean tan<br />
autosuficientes como puedan ser.<br />
Brigham Young dijo a los santos: “En lugar de averiguar<br />
qué podría hacer <strong>el</strong> Señor por nosotros, preguntémonos<br />
qué podemos hacer por nosotros<br />
mismos” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia:<br />
Brigham Young, pág. 28).<br />
La independencia y la autosuficiencia son indispensables<br />
<strong>para</strong> nuestro progreso espiritual y temporal. Cada<br />
vez que nos pongamos en situaciones que amenacen<br />
nuestra autosuficiencia, descubriremos que también<br />
amenazarán nuestra libertad. Si aumentamos nuestra<br />
dependencia en algo o alguien que no sea <strong>el</strong> Señor,<br />
hallaremos una inmediata disminución<br />
en nuestra libertad de actuar. Como lo<br />
dijo <strong>el</strong> presidente Heber J. Grant: “Nada<br />
destruye más la individualidad de un<br />
hombre, una mujer o un niño que <strong>el</strong> no<br />
ser autosuficientes” (“Address”, R<strong>el</strong>ief<br />
Society Magazine, octubre de 1937,<br />
pág. 627).<br />
Nunca antes en mi vida me han parecido<br />
más necesarias la enseñanza y la práctica de<br />
la autosuficiencia <strong>para</strong> <strong>el</strong> beneficio de los santos.<br />
Vivimos en tiempos de cambios súbitos. Gobiernos<br />
que surgen y caen. Industrias que prosperan y que<br />
poco después fracasan. Nuevos descubrimientos<br />
científicos que pronto son desplazados por otros<br />
más nuevos. Si no aumentamos constantemente<br />
nuestro entendimiento y nuestra visión, nosotros<br />
también nos quedaremos atrás. La investigación nos<br />
dice que las personas que entran hoy en <strong>el</strong> campo<br />
laboral se verán obligadas a buscar de tres a cinco<br />
ocupaciones distintas antes de jubilarse.<br />
¿Qué debemos hacer <strong>para</strong> ser más autosuficientes?<br />
Una tradición familiar<br />
A UTOSUFICIENCIA 39<br />
Mis padres establecieron una tradición en la familia<br />
que me divertía de niño y que ha adquirido mayor<br />
significado <strong>para</strong> mí con <strong>el</strong> paso de los años. En <strong>el</strong><br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO