el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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L A F AMILIA: UNA PROCLAMACIÓN PARA EL MUNDO<br />
s<strong>el</strong>lamiento. En otras palabras, Él s<strong>el</strong>la sobre <strong>el</strong>los las<br />
promesas pertenecientes a este convenio d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>”<br />
(Doctrina de Salvación, tomo II, pág. 91).<br />
Presidente Harold B. Lee<br />
“Es la fe, no la duda, lo que constituye <strong>el</strong> comienzo<br />
de todo aprendizaje, ya sea en la ciencia o en la r<strong>el</strong>igión…<br />
Es la fe la que procura obtener conocimiento<br />
espiritual y poder, siguiendo este proceso: estudie en<br />
la mente <strong>el</strong> asunto pertinente, aplique todo conocimiento<br />
humano posible a la solución d<strong>el</strong> problema<br />
y después pregunte a Dios si la conclusión es<br />
correcta. Si es correcta, sentirá un ardor en <strong>el</strong> pecho<br />
y ‘sentirá que está bien’, mas si no es correcta, le<br />
sobrevendrá un estupor de pensamiento que hará<br />
que olvide lo que no es correcto (D. y C. 9:8–9)”<br />
(Decisions for Successful Living, pág. 194).<br />
Presidente Spencer W. Kimball<br />
“El amor al que se refiere <strong>el</strong> Señor no<br />
es sólo atracción física, sino también El <strong>matrimonio</strong><br />
fe, confianza, comprensión y compa-<br />
debería ser muy<br />
ñerismo, al igual que devoción, pater-<br />
hermoso y<br />
nidad e ideales y normas en común. Se<br />
trata d<strong>el</strong> vivir limpiamente, d<strong>el</strong> sacrifi-<br />
satisfactorio, con<br />
cio y de la abnegación” (Teachings <strong>of</strong> gozo más allá de lo<br />
Spencer W. Kimball, pág. 248).<br />
que podamos<br />
“María y Juan, los f<strong>el</strong>icito por la visión<br />
imaginar.<br />
y la fe que han mostrado al renunciar<br />
voluntariamente a la pomposidad y a la ostentación<br />
de una boda c<strong>el</strong>ebrada al estilo d<strong>el</strong> mundo, a cambio<br />
de un sencillo, privado, pero hermoso <strong>matrimonio</strong> en<br />
<strong>el</strong> templo, una dulce ceremonia eterna que estará libre<br />
de ostentaciones, pero que será tan sagrada como la<br />
ocasión en que nacieron, o en que fueron bendecidos,<br />
bautizados u ordenados” (véase La Fe Precede al<br />
Milagro, pág. 128).<br />
Élder LeGrand Richards<br />
“[Anderson M. Baten] dedicó un poema a su querida<br />
esposa [Beulah], al cual dio <strong>el</strong> nombre de ‘La<br />
filos<strong>of</strong>ía de la vida’. En él expresa en hermosas palabras<br />
su confianza de que su <strong>matrimonio</strong> se extenderá<br />
más allá de la sepultura.<br />
“Te tomo por esposa <strong>para</strong> siempre, mi querida,<br />
No sólo por los años fugaces de esta vida;<br />
Allende los confines de esta esfera<br />
Serás aún mi esposa y compañera,<br />
Porque <strong>el</strong> amor, que no conoce sepultura,<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
Nos volverá a reunir tras esa noche obscura”<br />
(Una Obra Maravillosa y un Prodigio, pág. 193).<br />
Élder Bruce R. McConkie<br />
Comentario acerca de 2 Corintios 1:24. “Dios manifestó<br />
su gracia por medio d<strong>el</strong> sacrificio de Su Hijo;<br />
y uno se bautiza, se casa en <strong>el</strong> templo, recibe cualquier<br />
bendición que <strong>el</strong> Señor <strong>of</strong>rezca a los hombres;<br />
pero aún así, las recompensas prometidas llegan por<br />
medio de la fe individual, de la rectitud personal y<br />
de que <strong>el</strong> individuo aparezca solo ante su Hacedor<br />
haciendo aqu<strong>el</strong>las cosas que le permitan labrar su<br />
salvación” (Doctrinal New Testament Commentary,<br />
tomo II, pág. 410).<br />
Élder David B. Haight<br />
“El <strong>matrimonio</strong> es sostenido por la fe y por <strong>el</strong> conocimiento<br />
de su divino establecimiento, y diariamente<br />
por la energía d<strong>el</strong> amor…<br />
“La fuerte y mutua convicción de que<br />
existe algo eternamente hermoso en la<br />
r<strong>el</strong>ación conyugal edifica la fe necesaria<br />
<strong>para</strong> resistir <strong>el</strong> mal. El <strong>matrimonio</strong><br />
debería ser muy hermoso y satisfactorio,<br />
con gozo más allá de lo que podamos<br />
imaginar, porque ‘ni <strong>el</strong> varón es<br />
sin la mujer, ni la mujer sin <strong>el</strong> varón’<br />
(1 Corintios 11:11)” (véase Liahona,<br />
julio de 1984, pág. 18).<br />
El principio de la oración<br />
Presidente Spencer W. Kimball<br />
“Cuando los cónyuges van juntos frecuentemente al<br />
santo templo, se arrodillan en <strong>el</strong> hogar <strong>para</strong> orar<br />
con su familia,… entonces obtendrán la f<strong>el</strong>icidad<br />
[máxima]” (Liahona, junio de 1978, pág. 5).<br />
Presidente Ezra Taft Benson<br />
“La oración en <strong>el</strong> hogar y la oración entre los cónyuges<br />
fortalecerán su unión, haciendo que gradualmente<br />
tengan los mismos pensamientos, las<br />
aspiraciones y las ideas y hasta los mismo propósitos<br />
y las mismas metas.<br />
“Confíen en <strong>el</strong> Señor, en las enseñanzas de los pr<strong>of</strong>etas<br />
y en las Escrituras <strong>para</strong> obtener guía y ayuda,<br />
sobre todo cuando surjan desacuerdos y problemas”<br />
(Liahona, noviembre de 1992, pág. 4).