el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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PRINCIPIOS<br />
…un principio es una verdad<br />
perdurable, una ley, una regla que<br />
se puede adoptar como una guía<br />
<strong>para</strong> tomar decisiones.<br />
—Presidente Boyd K. Packer<br />
ENSEÑANZAS SELECCIONADAS<br />
Presidente Ezra Taft Benson<br />
“…debemos hacer d<strong>el</strong> estudio diario de las Escrituras<br />
una actividad de toda la vida…<br />
“…una de las cosas más importantes que ustedes<br />
pueden hacer… es compenetrarse en las Escrituras.<br />
Escudríñenlas cuidadosamente. D<strong>el</strong>éitense en las<br />
palabras de Cristo. Aprendan la doctrina. Dominen<br />
los principios…” (Liahona, enero de 1987, pág. 48).<br />
Presidente Boyd K. Packer<br />
“El término principio es muy importante en la rev<strong>el</strong>ación,<br />
ya que es una verdad perdurable, una ley, una<br />
regla que se puede adoptar como una guía <strong>para</strong><br />
tomar decisiones. Por lo general, los principios no se<br />
explican en detalle. De ese modo tenemos la libertad<br />
de decidir cómo habremos de proceder, usando esa<br />
verdad o principio perdurable como punto de referencia”<br />
(Liahona, julio de 1996, pág. 18).<br />
Élder Boyd K. Packer<br />
“De la doctrina aprendemos los principios de conducta,<br />
cómo responder a los problemas d<strong>el</strong> diario<br />
vivir, incluso a los fracasos, porque de <strong>el</strong>los también<br />
se trata en la doctrina” (Liahona, julio de 1994,<br />
pág. 24).<br />
“Algunas cosas no se pueden cambiar. La doctrina<br />
no se puede cambiar.<br />
“El presidente Wilford Woodruff dijo: “Los principios<br />
que han sido rev<strong>el</strong>ados <strong>para</strong> la salvación y la exaltación<br />
de los hijos de los hombres son principios que<br />
no podemos revocar. Son principios que ningún grupo de<br />
hombres [ni mujeres] puede destruir. Son principios que<br />
no mueren… Están más allá d<strong>el</strong> alcance de los hombres<br />
y nadie los puede tocar ni destruir [en Journal <strong>of</strong><br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
Discourses, tomo XXII, pág. 342; cursiva agregada]”<br />
(Liahona, enero de 1994, pág. 25).<br />
“La organización, los programas, los procedimientos, las<br />
normas y los principios son todos importantes, pero<br />
no son de igual importancia…<br />
“…Si ustedes no conocen los principios —con esto<br />
me refiero a los principios d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io, a la doctrina,<br />
a las rev<strong>el</strong>aciones— si no conocen lo que las<br />
rev<strong>el</strong>aciones dicen acerca de la justicia o la misericordia,<br />
o lo que rev<strong>el</strong>an acerca de la reprensión o<br />
d<strong>el</strong> perdón, ¿cómo podrán tomar decisiones inspiradas<br />
en los casos difíciles que requieran de su fallo?…<br />
“Los principios d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io rigen cada aspecto de<br />
la administración de la Iglesia. Su explicación no<br />
aparece en los <strong>manual</strong>es de instrucciones sino en<br />
las Escrituras. Son la sustancia y <strong>el</strong> propósito de la<br />
rev<strong>el</strong>ación.<br />
“Los procedimientos, los programas, las normas<br />
administrativas y aun algunos esquemas de organización<br />
están sujetos a cambios. Es más, es nuestra<br />
libertad y nuestro deber alterarlos de vez en cuando,<br />
pero los principios, la doctrina, nunca cambian…<br />
“…Lo que realmente nos hace falta es un avivamiento<br />
de los principios básicos d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io en la<br />
vida de todo Santo de los Últimos Días. ¡La verdadera<br />
esencia d<strong>el</strong> gobierno d<strong>el</strong> sacerdocio no consiste<br />
en procedimientos, sino en principios y doctrina!<br />
“El pr<strong>of</strong>eta José Smith nos dio la clave. Refiriéndose<br />
a la administración, dijo: ‘Les enseño principios<br />
correctos y se gobiernan a sí mismos’” (Liahona,<br />
octubre/noviembre de 1985, pág. 39).<br />
Élder James E. Faust<br />
“Gran fortaleza temporal y espiritual emana d<strong>el</strong><br />
seguir a los que tienen las llaves d<strong>el</strong> Reino de Dios<br />
en la actualidad. La fortaleza [y <strong>el</strong> poder] personal<br />
provienen de la obediencia a los principios <strong>eterno</strong>s<br />
que enseñan los d<strong>el</strong>egados vivientes d<strong>el</strong> Señor”<br />
(Liahona, enero de 1995, pág. 84).<br />
Élder Neal A. Maxw<strong>el</strong>l<br />
“La observación estricta de los mandamientos<br />
garantiza <strong>el</strong> equilibrio entre los poderosos y correctos<br />
principios d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io… Pero los principios…<br />
requieren sincronización. Cuando se se<strong>para</strong>n o se<br />
aíslan, la interpretación y la implementación que<br />
hagan los hombres de estas doctrinas puede ser descab<strong>el</strong>lada”<br />
(Liahona, julio de 1993, pág. 88).