el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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de una gran f<strong>el</strong>icidad, ya que gracias a mi amada<br />
esposa Ruth he encontrado en mi <strong>matrimonio</strong> la<br />
más completa realización de la existencia humana.<br />
Razones <strong>para</strong> <strong>el</strong> divorcio<br />
No existen respuestas sencillas ni fáciles <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
complejo problema de lograr la f<strong>el</strong>icidad conyugal.<br />
Existen también muchas supuestas razones <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
divorcio, entre <strong>el</strong>las los serios problemas d<strong>el</strong> egoísmo,<br />
la inmadurez, la falta de dedicación, la comunicación<br />
inadecuada, la infid<strong>el</strong>idad y todos los<br />
demás, que son obvios y bien conocidos.<br />
De acuerdo con lo que he observado, existe otro<br />
motivo que no es tan obvio, pero que precede y enlaza<br />
a todos los demás: la ausencia d<strong>el</strong> constante enriquecimiento<br />
d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>, la ausencia de ese algo<br />
extra que lo hace precioso, especial y maravilloso,<br />
aunque también sea trabajoso, difícil y rutinario.<br />
El enriquecimiento d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong><br />
Tal vez se pregunten ustedes: “¿Cómo se puede<br />
nutrir constantemente un <strong>matrimonio</strong>?”. Adán dijo,<br />
al referirse a Eva: “Esto es ahora hueso de mis huesos<br />
y carne de mi carne” (Génesis 2:23).<br />
Edificamos nuestro <strong>matrimonio</strong> con infinita amistad,<br />
confianza e integridad y sosteniéndonos<br />
mutuamente en las dificultades.<br />
Existen una cuantas preguntas sencillas pero r<strong>el</strong>evantes<br />
que toda persona, ya sea que esté casada o<br />
planeando casarse, debería hacerse de forma honrada<br />
en su esfuerzo por llegar a ser “una carne”:<br />
Primero: ¿Soy capaz de pensar primero en los intereses<br />
de mi <strong>matrimonio</strong> y cónyuge antes de pensar en<br />
los míos?<br />
Segundo: ¿Cuán pr<strong>of</strong>unda es mi dedicación <strong>para</strong><br />
con mi cónyuge, aparte de cualquier otro interés?<br />
Tercero: ¿Es mi pareja mi mejor amigo?<br />
Cuarto: ¿Siento respeto por la dignidad de mi pareja<br />
como persona de valor?<br />
Quinto: ¿Nos p<strong>el</strong>eamos por asuntos de dinero? El<br />
dinero en sí, o la carencia d<strong>el</strong> mismo, no parece ser<br />
necesariamente la causa de la dicha o desdicha de<br />
una pareja; sin embargo, a menudo es un símbolo<br />
d<strong>el</strong> egoísmo.<br />
Sexto: ¿Existe entre nosotros un lazo de santificació<br />
espiritual?<br />
[El] presidente Kimball… nos recuerda que “…no<br />
hay combinaciones de poder que puedan destruirlo<br />
[al <strong>matrimonio</strong>], excepto <strong>el</strong> poder que hay dentro<br />
de cualquiera de los dos cónyuges, o de ambos”<br />
(Marriage and Divorce, Deseret Book, pág. 17).<br />
La oración<br />
Las r<strong>el</strong>aciones matrimoniales pueden ser enriquecidas<br />
con una mejor comunicación que se puede lograr en<br />
gran parte al orar juntos. Esto resolverá muchas de<br />
las diferencias que existan entre la pareja antes de<br />
retirarse a dormir. No quiero poner exagerado énfasis<br />
en las diferencias, pero éstas son reales, y hacen más<br />
interesante la vida. Nuestras diferencias son <strong>el</strong> condimento<br />
que puede dar más sazón al <strong>matrimonio</strong>. Nos<br />
comunicamos en miles de formas, tales como una<br />
sonrisa, un roce d<strong>el</strong> cab<strong>el</strong>lo, una caricia, recordando<br />
decir cada día “te quiero” y que <strong>el</strong> esposo le diga a la<br />
esposa “¡Qué linda eres!”. Otras palabras importantes<br />
que se deben decir cuando las circunstancias lo justifiquen<br />
son: “Lo siento”. El escuchar es un exc<strong>el</strong>ente<br />
medio de comunicación.<br />
La confianza<br />
La confianza mutua y total constituye uno de los<br />
factores más valiosos en <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>. Nada hay<br />
que devaste más la médula de la confianza y <strong>el</strong><br />
amor mutuos, tan necesarios <strong>para</strong> mantener una<br />
r<strong>el</strong>ación íntegra, como la infid<strong>el</strong>idad. Nunca puede<br />
haber una justificación <strong>para</strong> <strong>el</strong> adulterio. A pesar de<br />
esta destructiva experiencia, hay <strong>matrimonio</strong>s que<br />
ocasionalmente son salvados y familias que son preservadas,<br />
pero <strong>para</strong> que esto suceda, se requiere que<br />
la parte <strong>of</strong>endida sea capaz de brindar infinita cantidad<br />
de amor como <strong>para</strong> perdonar y olvidar; requiere<br />
que <strong>el</strong> cónyuge equivocado desee desesperadamente<br />
lograr <strong>el</strong> arrepentimiento y abandonar <strong>el</strong> error.<br />
Nuestra lealtad hacia <strong>el</strong> compañero <strong>eterno</strong> no debe<br />
ser solamente física sino también mental y espiritual.<br />
Puesto que después d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> no existe<br />
tal cosa como <strong>el</strong> flirteo in<strong>of</strong>ensivo ni hay cabida<br />
<strong>para</strong> los c<strong>el</strong>os, es sabio evitar toda apariencia de<br />
maldad, <strong>el</strong>udiendo todo contacto cuestionable con<br />
cualquier persona fuera d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong>.<br />
La virtud<br />
M ATRIMONIO EN EL CORRER DE LOS AÑOS 263<br />
La virtud es <strong>el</strong> poderoso ligamento que mantiene al<br />
<strong>matrimonio</strong> unido. El Señor dijo: “Amarás a tu<br />
esposa con todo tu corazón, y te allegarás a <strong>el</strong>la y a<br />
ninguna otra” (D. y C. 42:22).<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO