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el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus

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“Y Adán conoció a su esposa, y de <strong>el</strong>la le nacieron<br />

hijos e hijas, y empezaron a multiplicarse y a henchir<br />

la tierra” (Moisés 5:2).<br />

El Salvador mismo habló de este sagrado convenio y<br />

promesa d<strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong> cuando les dio autoridad a<br />

Sus discípulos de s<strong>el</strong>lar en los ci<strong>el</strong>os los convenios<br />

sagrados que se hicieran en la tierra, diciendo:<br />

“Y a ti daré las llaves d<strong>el</strong> reino de los ci<strong>el</strong>os; y todo<br />

lo que atares en la tierra será atado en los ci<strong>el</strong>os; y<br />

todo lo que desatares en la tierra será desatado en<br />

los ci<strong>el</strong>os” (Mateo 16:19).<br />

En éstos, los últimos días, la promesa de la familia<br />

eterna se restauró en 1829, cuando se restauraron a la<br />

tierra los poderes d<strong>el</strong> Sacerdocio de M<strong>el</strong>quisedec. Siete<br />

años después, en <strong>el</strong> Templo de Kirtland, se restauraron<br />

las llaves <strong>para</strong> efectuar las ordenanzas s<strong>el</strong>ladoras,<br />

según está registrado en Doctrina y Convenios:<br />

“…Elías <strong>el</strong> pr<strong>of</strong>eta, que fue llevado al ci<strong>el</strong>o sin gustar<br />

la muerte, se apareció ante nosotros, y dijo:<br />

“He aquí, ha llegado plenamente <strong>el</strong> tiempo d<strong>el</strong> cual<br />

se habló por boca de Malaquías…<br />

“…se entregan en vuestras manos las llaves de esta<br />

dispensación…” (D. y C. 110:13–14, 16).<br />

La restauración de esas llaves y de esa autoridad d<strong>el</strong><br />

sacerdocio trajo consigo <strong>para</strong> todos los que sean<br />

dignos la oportunidad de recibir las bendiciones<br />

de una familia eterna. “Sí, <strong>el</strong> corazón de millares y<br />

decenas de millares se regocijará en gran manera<br />

como consecuencia de las bendiciones que han de<br />

ser derramadas, y la investidura con que mis siervos<br />

han sido investidos en esta casa” (D. y C. 110:9).<br />

Las promesas y los requisitos de<br />

los s<strong>el</strong>lamientos<br />

¿Qué promesa contienen esos s<strong>el</strong>lamientos que se<br />

efectúan en los templos? El Señor hace un bosquejo<br />

de la promesa y de los requisitos en este versículo<br />

sagrado:<br />

“Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa<br />

con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y<br />

por <strong>el</strong> nuevo y sempiterno convenio, y les es s<strong>el</strong>lado<br />

por <strong>el</strong> Santo Espíritu de la promesa, por conducto<br />

d<strong>el</strong> que es ungido, a quien he otorgado este poder y<br />

las llaves de este sacerdocio, y se les dice: Saldréis en<br />

la primera resurrección, y si fuere después de la primera,<br />

en la siguiente resurrección, y heredaréis tronos,<br />

reinos, principados, potestades y dominios,<br />

toda altura y toda pr<strong>of</strong>undidad, entonces se escribirá<br />

L A F AMILIA: UNA PROCLAMACIÓN PARA EL MUNDO 245<br />

en <strong>el</strong> Libro de la Vida d<strong>el</strong> Cordero… y estará en<br />

pleno vigor cuando ya no estén en <strong>el</strong> mundo; y los<br />

áng<strong>el</strong>es y los dioses que están allí les dejarán pasar<br />

a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo<br />

que haya sido s<strong>el</strong>lado sobre su cabeza, y esta gloria<br />

será una plenitud y continuación de las simientes<br />

por siempre jamás” (D. y C. 132:19).<br />

Según se nos enseña en ese pasaje de las Escrituras,<br />

no existen lazos <strong>eterno</strong>s sólo como resultado de los<br />

convenios s<strong>el</strong>ladores que hacemos en <strong>el</strong> templo. Lo<br />

que seremos en las eternidades por venir lo determinará<br />

la conducta que llevemos en esta vida. A fin de<br />

recibir las bendiciones d<strong>el</strong> s<strong>el</strong>lamiento que nuestro<br />

Padre C<strong>el</strong>estial nos ha dado, debemos obedecer los<br />

mandamientos y conducirnos de tal forma que nuestra<br />

familia quiera estar con nosotros en la eternidad.<br />

Las r<strong>el</strong>aciones familiares que tengamos en esta tierra<br />

son importantes, pero su importancia es mucho más<br />

grande en r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> efecto que tengan en las<br />

generaciones futuras de nuestra familia, tanto en la<br />

vida terrenal como en toda la eternidad.<br />

Amar al cónyuge más que a ningún otro<br />

Por mandamiento divino, se requiere que los cónyuges<br />

se amen <strong>el</strong> uno al otro más que a cualquier otra<br />

persona. El Señor lo dijo claramente: “Amarás a tu<br />

esposa con todo tu corazón, y te allegarás a <strong>el</strong>la y a<br />

ninguna otra” (D. y C. 42:22). La proclamación dice:<br />

“Por designio divino, <strong>el</strong> padre debe presidir sobre la<br />

familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad<br />

de protegerla y de proveerle las cosas necesarias<br />

de la vida [véase D. y C. 83:2–4; 1 Timoteo 5:8]. [Por<br />

designio divino] la responsabilidad primordial de<br />

la madre es criar a los hijos”. Por designio divino,<br />

marido y mujer son socios iguales en <strong>el</strong> <strong>matrimonio</strong><br />

y en sus responsabilidades de padres. Por mandamiento<br />

directo de Dios, “los padres tienen la responsabilidad<br />

sagrada… de enseñarles [a sus hijos] a amar<br />

y a servirse <strong>el</strong> uno al otro, de guardar los mandamientos<br />

de Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera<br />

que vivan” (“Proclamación…”, cursiva agregada;<br />

véase D. y C. 68:25–28; Mosíah 4:14–15).<br />

Los esfuerzos de Satanás por destruir<br />

la familia<br />

Por la importancia que tiene la familia en <strong>el</strong> plan<br />

<strong>eterno</strong> de la f<strong>el</strong>icidad, Satanás lucha con esfuerzo<br />

por destruir la santidad d<strong>el</strong> hogar, por restarle significado<br />

a la función d<strong>el</strong> hombre y de la mujer en la<br />

sociedad, por incitar a la depravación moral y a las<br />

E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO

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