el matrimonio eterno: manual para el alumno - The Church of Jesus
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F INANZAS<br />
nos estamos volviendo perezosos, y como resultado<br />
de la codicia, d<strong>el</strong> egoísmo y de los excesos podríamos<br />
perder <strong>el</strong> Espíritu y literalmente alejarnos de la Iglesia.<br />
El materialismo se apodera de nuestro<br />
modo de pensar<br />
El dinero y las cosas materiales están en la mente de<br />
casi todos. Como escribió Morris Chalfant: “La gran<br />
pregunta en <strong>el</strong> siglo veinte es: ¿Cómo puedo adquirir<br />
riquezas?”. Ninguna pregunta ocupa un lugar<br />
más prominente en la mente… y <strong>el</strong> corazón de… la<br />
gente hoy en día que ésta… Esto se aplica a los<br />
hombres de cualquier condición en la vida” 3 .<br />
El dinero en sí no es maligno, pero como Pablo<br />
enseñó a Timoteo, la raíz de todos los males es <strong>el</strong><br />
amor al dinero4 . Hay algunas personas ricas que<br />
manejan muy bien su prosperidad utilizando sus<br />
recursos <strong>para</strong> bendecir a sus semejantes y <strong>para</strong> edificar<br />
<strong>el</strong> reino. Para muchas otras, sin embargo, la<br />
riqueza presenta grandes dificultades.<br />
Al enfrentarnos al materialismo que nos amenaza,<br />
he aquí cuatro sugerencias que todos debemos considerar:<br />
Los deseos no son necesidades<br />
Primero, no debemos confundir <strong>el</strong> deseo con la<br />
necesidad.<br />
Al respecto, mi madre me enseñó una importante<br />
lección. Durante muchos años, mi padre tenía la<br />
costumbre de cambiar a un auto nuevo cada año.<br />
Luego, poco después de la Segunda Guerra Mundial,<br />
cuando <strong>el</strong> precio d<strong>el</strong> grano aumentó, nos sorprendió<br />
un día ver a papá llegar en un auto más caro.<br />
Una mañana mi madre preguntó: “¿Cuánto más<br />
costó ese auto nuevo que <strong>el</strong> otro?”.<br />
Cuando mi padre se lo dijo, mi madre agregó:<br />
“Bueno, <strong>el</strong> otro auto siempre me ha llevado a donde<br />
necesitaba ir. Creo que debemos dar la diferencia a<br />
alguien que la necesite más que nosotros”.<br />
Y así fue; al año siguiente papá regresó a los autos<br />
más baratos y <strong>el</strong>los continuaron su vida generosa.<br />
Si no somos cuidadosos es fácil que nuestros deseos<br />
se conviertan en necesidad. Recuerden <strong>el</strong> dicho: “Lo<br />
que es lujo, mañana parecerá necesidad”.<br />
Eviten malcriar a los hijos<br />
Segundo, debemos evitar consentir a los hijos al<br />
darles demasiado.<br />
E L M ATRIMONIO E TERNO: MANUAL P ARA E L A LUMNO<br />
Hoy día, muchos niños crecen con valores distorsionados<br />
debido a que nosotros, como padres, los<br />
consentimos demasiado. Ya sean ustedes personas<br />
de recursos o, como la mayoría de nosotros, sean<br />
de medios más modestos, nosotros los padres tratamos<br />
de dar a los hijos casi todo lo que quieren, privándoles,<br />
por lo tanto, de la bendición de sentir <strong>el</strong><br />
deseo y la añoranza de tener algo que no tienen.<br />
Una de las cosas más importantes que podemos<br />
enseñar a los hijos es a privarse de algo. El placer<br />
instantáneo por lo general debilita a la gente.<br />
¿Cuántas personas realmente grandiosas han conocido<br />
que jamás tuvieron que esforzarse?<br />
El élder Maxw<strong>el</strong>l habló de esto cuando dijo:<br />
“Algunos de nuestros maravillosos jóvenes y adultos<br />
solteros de la Iglesia no se han esforzado al<br />
máximo de su capacidad y tienen pase libre. Se dan<br />
los incentivos, incluso autos con gasolina y seguro,<br />
todo pagado por padres que a menudo esperan en<br />
vano unas cuantas palabras de cortesía y agradecimiento.<br />
Esto que no se ha sabido valorar… tiene la<br />
tendencia a dejar ver <strong>el</strong> egoísmo y la creencia de<br />
que se tiene derecho a recibir todo <strong>el</strong>lo” 5 .<br />
Una sabia joven madre dijo: “Elijo no dar a nuestros<br />
hijos lo que económicamente puedo darles. Me<br />
refreno por <strong>el</strong> bien de <strong>el</strong>los”.<br />
En las palabras de Fred Gosman: “Los hijos que<br />
siempre obtienen lo que desean seguirán deseando<br />
a lo largo de toda su vida” 6 . Y a través de todo <strong>el</strong>lo,<br />
es importante <strong>para</strong> <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> carácter que<br />
nuestros hijos aprendan que “la tierra sigue girando<br />
alrededor d<strong>el</strong> sol” y no alrededor de <strong>el</strong>los7 . Más<br />
bien, deberíamos capacitar a nuestros hijos a preguntarse:<br />
“¿De qué manera es <strong>el</strong> mundo un lugar<br />
mejor por estar <strong>el</strong>los en él?”.<br />
Vivimos en un mundo de entretenimiento a todo<br />
color, en donde las cosas suceden con mucha rapidez;<br />
un mundo en <strong>el</strong> que muchos niños crecen pensando<br />
en que si algo no es divertido es aburrido y no vale la<br />
pena. Incluso en las actividades familiares, debemos<br />
lograr un equilibrio entre la diversión y <strong>el</strong> trabajo.<br />
Algunas de las experiencias más memorables de mi<br />
juventud se centraban alrededor de las actividades<br />
familiares: aprender a re<strong>para</strong>r un techo, construir un<br />
cerco o trabajar en <strong>el</strong> huerto. Más que <strong>el</strong> ser todo trabajo<br />
y nada de juego, <strong>para</strong> muchos de nuestros hijos<br />
es casi todo juego y muy poco trabajo.<br />
Como resultado de consentirlos demasiado, muchos<br />
hijos salen de sus hogares mal pre<strong>para</strong>dos <strong>para</strong>