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Las ideas de «sentido común» y las creencias generalizadas en una sociedad que sirven,
a menudo indirectamente, a los intereses de los grupos dominantes y legitiman su
posición.
Orígenes del concepto
El concepto de ideología fue utilizado por primera vez en Francia a finales del siglo XVIII
para describir una supuesta ciencia de las ideas y los conocimientos: una «idea-logía».
En este sentido, la ideología debía ser una disciplina afín a la psicología o a la ecología.
En la actualidad, esta concepción de la ideología es considerada como «neutral», lo cual
no implica que las ideas sean sesgadas o engañosas, simplemente que existen diversas
ideas en la sociedad que pueden ser estudiadas y comparadas. En los años treinta y
cuarenta, Karl Mannheim intentó revivir esta concepción en su sociología del
conocimiento, vinculando los modos particulares de pensamiento con sus bases sociales.
Mannheim pensaba que, por ejemplo, el conocimiento que se produce en diferentes
contextos de clase social solo puede ser parcial, y entendía que una sociología del
conocimiento debía aspirar a reunir las diversas interpretaciones con el fin de producir
una mejor comprensión de la sociedad en su conjunto. El concepto de neutralidad de la
ideología no ha sido especialmente popular.
La concepción dominante en sociología ha sido una versión mucho más crítica de la
ideología. Karl Marx consideró la ideología como un factor importante en la
reproducción de la dominación de clase capitalista. Sostuvo que los grupos de poder son
capaces de controlar las ideas dominantes que circulan en la sociedad, legitimando su
propia posición de privilegio. Por lo tanto, las ideas dominantes en cada época son
aquellas que apoyan a la clase dominante. La ideología es un obstáculo para la igualdad,
y más adelante los marxistas dedicaron mucho tiempo a teorizar cómo debían combatirse
las ideologías para concienciar a los trabajadores sobre su explotación. Pensaban que los
analistas sociales debían poner al descubierto las distorsiones de la ideología a fin de
permitir que aquellos que carecían de poder tuvieran una visión más real de sus vidas, lo
que constituía el prerrequisito para poder actuar con el fin de mejorar sus condiciones de
vida. En la actualidad, el concepto de ideología se utiliza menos que en los años setenta
y ochenta. Es mucho más habitual que el interés sociológico por el poder de las ideas se
base en el concepto foucaultiano de los discursos y sus efectos, lo que ha alejado el foco
de interés de las ideas y las creencias hacia el uso del lenguaje, el habla y las fuentes
documentales. Sin embargo, los dos conceptos no son necesariamente contrapuestos.
Significado e interpretación
Describir una idea o una afirmación como «ideológica» es sugerir que, en buena medida,
la misma es falsa y engañosa, o que se trata de un relato parcial de la realidad que puede
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